。☬ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12 ☬。

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SᴇᴏᴋJɪɴ
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Cerré la puerta de golpe en el rostro de Jackson mientras él seguía arrojando sugerencias de todas las formas en que podía follar a TaeHyung. Si no tuviera mejores cosas que hacer, lo llevaría afuera y patearía su culo.

—Cállate Jackson y ve a encontrar una puta a la que follarte —grité. Finalmente cerró su jodida boca, o tal vez se había desmayado. Por la cantidad de alcohol que había bebido, no me sorprendería. TaeHyung soltó una respiración apresurada detrás de mí y me volví hacia él, mi cuerpo increíblemente estaba reaccionando y zumbando de deseo. Mirarlo toda la noche con su sexy traje ajustado fue tedioso, sin mencionar los tres años que había pasado esperando. En aquel entonces aún tenía mis dudas, pero hoy. Hoy pondría fin a todas esas preguntas que en muchas ocasiones intercambié con Jackson. Esta noche, la espera finalmente había terminado.

Él era jodidamente hermoso. Su cintura estrecha, su cabello rubio, su piel canela suave y perfecta... No pude evitar preguntarme si sus pezones serían del mismo color o serían del color de sus labios. Mierda. Lo necesitaba. Necesitaba tocarlo ahora. Arrojé mi chaqueta sobre el sillón. En serio esperaba que él estuviera listo para más de una follada esta noche porque no creía que mi polla estuviese satisfecha después de una sola ronda.

—Sabes... cuando mi padre me dijo que tenía que casarme contigo, me dijo que eras la persona más hermosa que La Organización de Gwangju tenía para ofrecer, incluso más hermoso que las mujeres de Daegu. No le creí —dije. Odiaba que mi padre hubiera tenido razón, pero maldita sea, en este caso había estado en lo cierto.

Caminé hacia TaeHyung y lo agarré de la cintura. Él se quedó inmóvil por completo y sin mirarme a los ojos. Me incliné, inhalando su dulce aroma.

—Pero dijo la verdad. Eres la persona más hermosa que he visto, y esta noche eres mío. —Me incliné para besarlo en la garganta, pero él siguió ignorándome. ¿Acaso era alguna clase de juego que él estaba jugando? Porque debería saber que los juegos que yo solía jugar eran de una variedad más oscura, y siempre ganaba.

—¡No! —siseó y se alejó tambaleante de mí, con los ojos muy abiertos y horrorizados. ¿Qué demonios querría decir?

—¿No?

Él me fulminó con la mirada, pero detrás de su valentía estaba otra emoción que estaba demasiado enojado para leer.

—¿Qué? ¿Nunca antes has escuchado la palabra "no"?

—Oh, la escucho a menudo. El tipo al que le destrocé la garganta la dijo una y otra vez hasta que no pudo decirla más.

Él retrocedió.

—Entonces, ¿también vas a aplastar mi garganta?

Realmente sabía cómo presionar mis putos botones. ¿En serio pensaba que hacerme enfadar en nuestra noche de bodas era el camino a seguir? Me había jurado a mí mismo que me contendría por él.

—Eso desafiaría el propósito de nuestro matrimonio, ¿no lo crees?

—No creo que mi padre esté feliz si me haces daño —respondió con altanería.

—¿Eso es una amenaza? —pregunté en voz baja, sintiendo mi pulso martillando en mis venas. Tuve que luchar contra las ganas de arrojarlo a la cama y mostrarle lo que en realidad quería hacerle. Tal vez se parecía más a su insolente hermano JiMin, de lo que había dejado ver. Tal vez el acto tímido e inocente había sido puro espectáculo.

Pero entonces bajó la mirada y pude verlo temblando mientras susurraba:

—No.

La ira aún hervía a fuego lento bajo mi piel, y no estaba de humor para dejarlo ir fácilmente.

권-ᴇ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora