Episodio 08

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~Solo una mordida~

Mientras seguía a Eden para reunirnos con Dayn, vi a alguien conocida.

Alicia: - ¿Doctora...? Eden, ¡regresaré en un momento!

Eden: - ¿Qué? Dayn me dijo que te llevara de inmediato... ¿Es algo urgente?

Alicia: - Muy urgente. Tengo que ir al baño.

Eden: - ¿Estarás bien sola?

Alicia: - No soy una niña... Tan solo espérame aquí.

Eden: - ...

Alicia: - Eden, ¿quieres que te dé palmaditas en la cabeza?

Eden: - Qué repentino... Alicia, ¿estas de mal humor?

Alicia: - Tan solo me preocupas.

Eden inclinó la cabeza de costado, y yo estiré la mano hacia él. Le peiné el cabello con los dedos y luego le di unas palmaditas en la cabeza. 

Eden: - Alicia...

De repente, Eden se cubrió la cara con las manos, y yo me detuve. Confundida, le di unos golpecitos en la mano e intenté mirarle la cara.

Alicia: - Eden, ¿Qué ocurre? Déjame verte. Si te escondes así. solo me harás sentir más curiosidad.  

Eden: - Te esperaré aquí, tú ve. ¿Sabes? Me preocupas. 

Eden: - ..... Alicia... Hasta yo tengo problemas para contenerme a veces.

Se quitó las manos de la cara lentamente, y nuestros ojos se encontraron. Sus ojos, de un rojo oscuro, temblaban, y sentí que su mirada podía atravesarme.

Eden: - ¿Acaso quieres poner a prueba mi paciencia?

Alicia: - No... eso no es lo que... No tenías de qué avergonzarte.

Eden: - Sí, lo sé... Ve, Alicia. 

Ignore el sentimiento de incomodidad que empezaba a invadirme y me fui rápidamente tras la farmacéutica. Pero cuando estaba empezando a subir las escaleras. ¡¡¡BLAM!!! ¡De repente se cerró una puerta y alguien me apretó contra la pared! 

Hice mucho entrenamiento aquí, en la mazmorra. ¡no debo desperdiciarlo!

 Mientras el atacante intentaba acercarse, contrataqué y levanté la mirada...

Alicia: - ¿Qué demonios...? ¿Gray y... la doctora?

Gray: - Ah, y yo que me preguntaba quién nos seguía sin siquiera intentar ocultarse... No esperaba que fueras tú.

Alicia:  - No sabía que estabas con la doctora... 

MI contrataque no tomó por sorpresa a Gray, quien había levantado la guardia. Nos sujetábamos el uno al otro, y nuestras miradas se encontraron.

Gray: - Te pido disculpas. Mi intención nunca fue amenazarte. De hecho, es un alivio que hayas contratacado de inmediato.

Alicia: - No, yo no debería haberlos seguido de esa forma. ¿Qué tal lo hice? Nada mal, ¿eh?

Gray: - Parece que empiezas a acostumbrarte a tu trabajo. Tu postura estuvo muy bien.

Gray soltó una carcajada. Tenía la cara muy cerca de la mía, y su encantadora sonrisa abarco toda mi vista. Pude sentir cómo le temblaban las pestañas, y cómo mis labios se separaban. Justo entonces, Gray habló.

Gray: - Ah, eh... Ya te retuve mucho tiempo. No te lastimaste las muñecas, ¿cierto? ¿Te importa si les echo un vistazo?

Alicia: - No es necesario... Seguro que no tengo ni un rasguño.

Blood KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora