Blood Kiss

Critical

~Dulce y placentero~

El día de la fiesta

Gray me había elegido un vestido con mangas. La falda suave de color púrpura era tan bonita que no podía evitar sonreír.

Gray: - Siéntate aquí, Alicia. Te haré un peinado.

Alicia: - Ah... ¿Me vas a hacer un peinado? No es necesario...

Gray: - Pero ¿no te sentirías mejor si lo hago? ¿O te preocupa que no sea buen peluquero?

Alicia: - N-no es eso, pero...

Me senté en la silla que Gray me había alcanzado. Gray se mojó las manos en una solución especial antes de ponerse a trabajar. Me pasó un pincel por el cabello enrulado, y luego empezó a hacerme trenzas. Es mejor de lo que esperaba... No, es más que eso... ¡Es muy habilidoso!

Gray: - Avísame si te hago doler.

Alicia: - Ah... Esto es perfecto. Gray, eres muy bueno.

Gray: - Me alegra saber que pienses eso. Estaba un poco nervioso. Adelante, mírate en el espejo.

Vi mi reflejo en el espejo: estaba toda arreglada. Mientras me miraba en el espejo, mis ojos se encontraron con los de Gray, y él empezó a reírse.

Gray: - Espero que te guste. Pasé bastante tiempo practicando.

Alicia: -¿Practicando para hacerme un peinado?

Gray: - Sí, quería serte útil. Entonces... ¿Qué tal si vamos con los demás?

Practicó para mí... Por eso se le dio tan bien peinarme. Al ver mi reflejo con la luz del sol del atardecer, el corazón me empezó a latir deprisa.

El salón de la mazmorra

Para cuando Gray y yo salimos del salón, ya había oscurecido. En el salón, esperaban Dayn, Ruel y Eden, todos vestidos de punta en blanco para la ocasión.

Alicia: - ¿Eh? Dana no está aquí.

Gray: - Alguien tiene que quedarse a vigilar la mazmorra. La última vez, fue Ruel. 

Alicia: - Ya veo..

De repente, sentí que alguien me miraba de forma intensa.

Ruel: -  Mmm, ¿y eso? Te ve más bonita de lo normal, Alicia. Tendrías que habernos avisado que querías ser el alma de la fiesta.

Eden: - Ya basta, Ruel. Sabes muy bien que no está aquí para andar jugueteando. No te preocupes, Alicia. Dudo que se presente una situación en la que tengas que intervenir.

Alicia: - Ja, ja, gracias, chicos. ¿Y qué hay de ti, Dayn? ¿No tienes nada que decir?

Dayn: - ......

Dayn: - El púrpura te queda mejor de lo que hubiera pensado.

Alicia: ¿Lo dices de verdad? 

Dayn:  - Por supuesto. Tendrías que aprender a aceptar los cumplidos que te digan. Ya preparé la limusina, así que vamos.

Dayn me ofreció su brazo... ¿Acaso quiere que lo tome? Me quedé mirándole el brazo, por lo que decidió ofrecerme la mano.

Dayn: - ¿Me permite hacerle compañía de la mano, señorita humana?

Alicia: - Oye, ¿Qué es eso de "señorita humana"?

Dayn: - ¿Acaso dije algo incorrecto?

Acepté su mano a regañadientes, y empezamos a caminar con paso ligero.