Capítulo 20

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Narra Jerome

Han pasado ya tres meses de la muerte de Jeane, de la muerte de mi reina, de la muerte de la única mujer que he amado en mi vida. He estado desesperado, perdido y aun más descarrilado qué antes.

Flashback

-Estas acorralado mi amigo, suéltala.

El hombre lo dudo por unos segundos.

-Es verdad-dijo y la soltó-se que voy a morir...

Se fue alejando de ella.

-Pero me la llevare a ella conmigo-dijo y le disparo en la espalda.

Ese maldito, no le di tiempo ni a correr qué ya le había disparado en la pierna. Logre alcanzar a Jeane antes de que cayera en seco al piso. Sangraba muchísimo, no sabía que hacer.

-Con un carajo, LLAMEN A MARIA- es lo único que logre decir.

Jeane estaba temblando, estaba perdiendo mucha sangre. Sus ojos ya no conectaban con los míos, cada vez que parpadeaba le costaba volver a abrirlos. No podía perderla, no ahora. Ahí se me cruzo todo por la mente. Me di cuenta de lo mucho que la amaba, estaba loco por ella, mi debilidad.

-Por favor cariño, no cierres los ojos- le decía en un susurro- NO TE PODES IR!

Termine de decir eso y ella cerro sus ojos ñ, dejando un último suspiro. María me obligó a despegarme de ella para que pudiera reanimarla.

1 minuto de reanimación, nada. 3 minutos, nada. 10 minutos y Maria la declaró muerta.

Me tire de rodillas al piso aferrándome a su cuerpo. Les ordene qué la dejaran en una cámara de frío, no quería que la enterraran. Enterrarla era condenarla a ella y a mi a separarnos.

Fin del Flashback

Han pasado tres meses ya, recuerdo que esa noche no se me salio ninguna lagrima, ni una. No podía aceptar el hecho de que se haya ido.

-Hasta que la muerte nos separe- dijimos

Pero ni la muerte es tan poderosa como para apartarla de mi así que contrate a todo un equipo de científicos y doctores. Quería que la revivieran, su cuerpo estaba en perfecto estado. Le realizaron una cirugía para quitarle la bala del cuerpo.

Luego de eso todos se pusieron a trabajar y ahí han estado día y noche buscando algo para revivirla, y lo han encontrado.

Yo estaba desesperado, necesitaba tenerla conmigo de vuelta, necesitaba a mi reina, la reina de Gotham, la mujer de mi vida.

A Jeane la revivirán con corriente eléctrica, igual cuando la torture aquella vez, ahora la revivirá pero con mucho más voltaje.

La sacaron de la cámara y la pusieron en una camilla yo entre a la habitación y ahí estaba, su cara permanecía intacta, su hermoso cuerpo.

Dwight Pollard era un ex empleado de Indian Hill, el sería el encargado de revivirla. Estaba amenazado por mi, si no lo lograba le arrancaría la cara.

Esperamos unos minutos a que el cuerpo de Jeane estuviera a temperatura ambiente. Yo no me despegaba de su lado, la acariciaba y dejaba besos en su frente.

-Mi reina, debes despertar. Dwight, apúrate!

-Si, si señor.

Comenzó a colocarle los cables a Jeane y una especie de casco con corriente en la cabeza. Los demás científicos estaban al rededor de la camilla, supervisando la corriente y los doctores las pulsaciones qué Jeane podría tener.

Dwight prendió el primer voltímetro, pasaron unos segundos y ella aun no tenía pulsaciones. Luego el segundo, el tercero, el cuarto... Ya las luces del cuarto comenzaban a fallar, Jeane por la presión de la corriente comenzaba a tener convulsiones.

-Señor, si no responde debemos abortar la misión. La vamos a quemar por dentro.

No, no no! No podía dejarla ahí.

-Enciendan el quinto, ella va a despertar.

-Pero, señor...

-HÁGANLO CON UNA MIERDA!

El quinto voltímetro prendido al máximo.

-Por favor linda, tu puedes!

Escuchaba a todo el mundo decir que no despertaría, Dwight ya estaba nervioso. El cuerpo de Jeane estaba siendo sometido al máximo.

-DESPIERTA JEANE!

-Señor, detecto pulsaciones de la paciente.

Una luz de esperanza entro en mi.

-Detengan la corriente!

Empecé a escuchar el sonido en el monitor de las pulsaciones. Jeane estaba viva.

Si corazón latía muy débilmente, pero lo hacía.

-Gracias cariño... Llévenla al cuarto e internenla ahí.

Inmediatamente todos se pusieron de pie y la trasladaron. Yo solo podía pensar en lo agradecido qué estaba con ella por no dejarme solo. Estos meses de tortura terminaron.

Pasaron un par de horas y Dwight salio de la habitación para decime qué ella estaba estable pero que no sabia cuando despertaría.

-Escúchame bien amigo, hasta que ella no despierte tu no se salvas.

Note como trago saliva y se pudo mucho más nervioso qué antes.

-S-si señor, no se preocupe. Ella estará bien.

Ordene qué todos salieran y me quede yo sola con ella. Me senté en la punta de la cama y le agarre la mano. Después de tanto tiempo podía volver a sentir su calor.

-Lo lograste hermosa, estas conmigo devuelta. Lograste vencer a la muerte-deje un beso en su frente.

Agache mi cabeza, por alguna razón me carcomian las ganas de llorar, se rogarle qué despertara. Que carajo me estaba pasando? Creo que la respuesta era simple, la amaba.

Seguía sosteniendo su mano, rogándole a alguien, a Dios, al universo qué ella despertara pronto. Quería escuchar su voz, quería abrazarla, besarla, la necesitaba.

Noto como su mano estrecha la mía, pensé que quizás sería alguna reacción involuntaria. Los doctores dijeron que no podía despertar pronto, no creí que fuera así hasta que la escuche.

-Jerome... - dijo susurrando.

Yo aún con la cabeza gacha comencé a reír, lo sabía!

La mire y ahí estaba ella. Con los ojos entre abiertos, mirándome fijamente algo desconcertada y ahí estaba yo, mirándola sonriendo mientras decía una y otra vez, gracias, gracias, gracias...

Lo había logrado, Jeane había vuelto.

Luego de tantos meses de estrés, muertes, amenazas toque fondo pero no para hundirme, si no para renacer junto con ella.

Jerome Valeska, y Jeane. Dos jóvenes que se enamoraron, mataron, sembraron terror en Gotham, torturaron y robaron.

Dos jóvenes a los cuales mucha gente quería ver muerta, dos jóvenes los cuales la policía estaba desesperada por encontrar, ahora habían vencido a lo único que nadie puede vencer, la muerte.

La vencieron para segur amándose el uno al otro, para seguir siendo los mayores psicópatas qué Gotham ha tenido, para convertiste en los villanos qué todo el mundo ama y odia al mismo tiempo...


-Solo Tu Cariño- Jerome Valeska Donde viven las historias. Descúbrelo ahora