#1

16.3K 1K 130
                                    

Número desconocido: No he podido esperar, y he tenido que escribirte, pequeña.

Yo: ¿Perdona?

Número desconocido: ¿Qué ocurre?

Yo: ¿Quién eres?

Número desconocido: Em... ¿Quién crees que soy?

Yo: Un imbécil que se ha equivocado de teléfono.

Número desconocido: ¿No eres la chica de la discoteca?

Yo: No.

Número desconocido: Ya decía yo que era muy raro que pudieses escribirme. Con lo borracha que estabas...

Yo: ¡Que no soy yo! Ahora, si me haces el favor, borra mi número y olvida todo esto, ha sido claramente un malentendido.

Número desconocido: ¿Y por qué tengo que borrar tu número?

Yo: Porque no quiero que lo tengas.

Número desconocido: No hay nadie a esta hora y me aburro.

Yo: Permita que me ría, por favor. ¿No me borras por el simple hecho de que te aburres y no tienes a ningún amigo que te hable a las cuatro de la mañana?

Número desconocido: Hablando de eso... ¿Qué haces a estas horas levantada?

Yo: Por desgracia, hablar contigo.

Número desconocido: No, eso no. ¿Por qué estabas levantada?

Yo: Me he despertado y he aprovechado para hacer los deberes.

Número desconocido: Muy bien que los hacías con el móvil... ¿Haces los deberes a las cuatro de la mañana?

Yo: No, pero no los terminé ayer.

Número desconocido: Ahora deja que me ría yo. Por un momento pensé que eras de esas chicas que tienen etiquetas por todos lados de su habitación y tienen sus libros de la estantería ordenados por orden alfabético.

Yo: No soy así, y no me impresiona que no sepas nada sobre mí porque me acabas de hablar por tu teléfono.

Número desconocido: Es verdad... Tendré que saber algo sobre ti, a lo mejor estoy hablando con una señora de 40 años, pero dices que estabas haciendo los deberes, por lo tanto no eres muy mayor.

Yo: Muy listo, genio.

Número desconocido: ¿De dónde eres?

Yo: Te tengo que dejar.

Número desconocido: Es verdad, que a esta hora tendrás una lista interminable de cosas por hacer.

Yo: Calla y duerme.

Número desconocido: No puedo dormir en la calle.

Yo: Te coges un periódico y te tumbas en un banco bajo él.

Número desconocido: Hace frío.

Yo: Bueno, me iré yo a dormir. Buenas noches.

Número desconocido: Bien, eres educada... ¿No quieres seguir hablando conmigo?

Yo: Sinceramente, no.

Número desconocido: Pues yo si quiero seguir hablando contigo.

Yo: Porque tú no tendrás amigos. Venga, llevamos hablando 10 minutos.

Número desconocido: Wow, ni siquiera hablo tanto con mi madre.

Yo: Gracias, tenía mucho interés. Nótese mi sarcasmo.

Número desconocido: Lo he notado pequeña.

Yo: No me llames así, que mido 1.70.

Número desconocido: Me estoy riendo solo. Olvídalo.

Yo: Olvida esta conversación.

Número desconocido: Ya, seguro que lo hago. Yo también he bebido mucho...

Yo: ¿Qué es un kilojulio?

Número desconocido: ¿Deberes?

Yo: Ya que estamos...

Número desconocido: Estoy en la calle, ¿tú te crees que te puedo responder?

Yo: Estoy en mi casa haciendo los deberes, ¿tú te crees que te puedo seguir hablando?

Número desconocido: Vale, vale. Tengo que irme, me van a llevar unos amigos a mi casa.

Yo: No me interesa tu vida.

Número desconocido: Y no encuentro la maldita cartera...

Yo: Me da igual.

Número desconocido: Hey, ya están aquí.

Yo: ¿Me alegro por ti?

Número desconocido: Si quieres te puedo seguir hablando todo el camino de vuelta a mi casa.

Yo: Ni te molestes. Por cierto, ¿cómo te llamas?

Número desconocido: Buenas noches, duerme bien.

Yo: Adiós. (?)

Te has equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora