Número desconocido: No he podido esperar, y he tenido que escribirte, pequeña.
Yo: ¿Perdona?
Número desconocido: ¿Qué ocurre?
Yo: ¿Quién eres?
Número desconocido: Em... ¿Quién crees que soy?
Yo: Un imbécil que se ha equivocado de teléfono.
Número desconocido: ¿No eres la chica de la discoteca?
Yo: No.
Número desconocido: Ya decía yo que era muy raro que pudieses escribirme. Con lo borracha que estabas...
Yo: ¡Que no soy yo! Ahora, si me haces el favor, borra mi número y olvida todo esto, ha sido claramente un malentendido.
Número desconocido: ¿Y por qué tengo que borrar tu número?
Yo: Porque no quiero que lo tengas.
Número desconocido: No hay nadie a esta hora y me aburro.
Yo: Permita que me ría, por favor. ¿No me borras por el simple hecho de que te aburres y no tienes a ningún amigo que te hable a las cuatro de la mañana?
Número desconocido: Hablando de eso... ¿Qué haces a estas horas levantada?
Yo: Por desgracia, hablar contigo.
Número desconocido: No, eso no. ¿Por qué estabas levantada?
Yo: Me he despertado y he aprovechado para hacer los deberes.
Número desconocido: Muy bien que los hacías con el móvil... ¿Haces los deberes a las cuatro de la mañana?
Yo: No, pero no los terminé ayer.
Número desconocido: Ahora deja que me ría yo. Por un momento pensé que eras de esas chicas que tienen etiquetas por todos lados de su habitación y tienen sus libros de la estantería ordenados por orden alfabético.
Yo: No soy así, y no me impresiona que no sepas nada sobre mí porque me acabas de hablar por tu teléfono.
Número desconocido: Es verdad... Tendré que saber algo sobre ti, a lo mejor estoy hablando con una señora de 40 años, pero dices que estabas haciendo los deberes, por lo tanto no eres muy mayor.
Yo: Muy listo, genio.
Número desconocido: ¿De dónde eres?
Yo: Te tengo que dejar.
Número desconocido: Es verdad, que a esta hora tendrás una lista interminable de cosas por hacer.
Yo: Calla y duerme.
Número desconocido: No puedo dormir en la calle.
Yo: Te coges un periódico y te tumbas en un banco bajo él.
Número desconocido: Hace frío.
Yo: Bueno, me iré yo a dormir. Buenas noches.
Número desconocido: Bien, eres educada... ¿No quieres seguir hablando conmigo?
Yo: Sinceramente, no.
Número desconocido: Pues yo si quiero seguir hablando contigo.
Yo: Porque tú no tendrás amigos. Venga, llevamos hablando 10 minutos.
Número desconocido: Wow, ni siquiera hablo tanto con mi madre.
Yo: Gracias, tenía mucho interés. Nótese mi sarcasmo.
Número desconocido: Lo he notado pequeña.
Yo: No me llames así, que mido 1.70.
Número desconocido: Me estoy riendo solo. Olvídalo.
Yo: Olvida esta conversación.
Número desconocido: Ya, seguro que lo hago. Yo también he bebido mucho...
Yo: ¿Qué es un kilojulio?
Número desconocido: ¿Deberes?
Yo: Ya que estamos...
Número desconocido: Estoy en la calle, ¿tú te crees que te puedo responder?
Yo: Estoy en mi casa haciendo los deberes, ¿tú te crees que te puedo seguir hablando?
Número desconocido: Vale, vale. Tengo que irme, me van a llevar unos amigos a mi casa.
Yo: No me interesa tu vida.
Número desconocido: Y no encuentro la maldita cartera...
Yo: Me da igual.
Número desconocido: Hey, ya están aquí.
Yo: ¿Me alegro por ti?
Número desconocido: Si quieres te puedo seguir hablando todo el camino de vuelta a mi casa.
Yo: Ni te molestes. Por cierto, ¿cómo te llamas?
Número desconocido: Buenas noches, duerme bien.
Yo: Adiós. (?)

ESTÁS LEYENDO
Te has equivocado
Short Story《 Yo: La tarde del sábado es sagrada. No la contamines con tus estúpidos mensajes. Número desconocido: ¿Estúpidos mensajes? Mis mensajes son poesía. Yo: Claro que sí, eres el poeta del siglo XXI. Número desconocido: Gracias por reconocerlo 》. Betty...