—¡Despertáte! —su grito era molesto.
Me levanté con un increíble dolor en todo mi cuerpo, y medio desnudo entré al baño para lavar mis dientes, toqué mi pelo y estaba completamente sucio podía darme una ducha, estaba ahí mismo, solo tenía que entrar y abrir
—¿Está rico tu desayuno?
—Ajá —estaba desayunando con Nathan.
Estábamos en silencio siempre lo estábamos pero esta vez era diferente, no podía parar de jugar con mi pelo pensando cuanto tiempo necesitaba para volver a teñirlo de negro y Nathan no estaba muy normal tampoco, algo tramaba y lo sabía perfectamente.
—¿Está todo bien?
—¿Por qué preguntás?
—¿Porque soy tu amigo? Forro
—Perdón, tuve una pesadilla y ayer fue un mal día.
—Eso no es una excusa para responder de esa manera
"Bajá tres cambios, ni que fueras mi papá". No tenía ganas de discutir con él así que asentí e hice un sonido para que supiera que lo sentía en lo que seguía comiendo mi cereal. No sabía que haría, he faltado a muchas cosas por miedo de terminar contagiando a alguien pero si no hacía lo que normalmente hacía podía levantar sospechas de que algo sucedía y conociendo mi historia Liz se volvería un halcón si pensaba que algo pasaba. Escuché algo moverse pero cuando voltee a ver a los lados todo parecía en su lugar, de todas formas no lo notaría porque mi permanencia de objetos es un asco pero aun así lo intentaba. Él estiró su mano hacía mi, a diferencia de mí él siempre estaba arreglado y su piel era perfecta y sus uñas estaban muy bien cuidadas, lentamente estiré mi mano y las puntas de ambos de nuestros dedos se estaban tocando "¿Por qué hice eso?". Continuamos desayunando en silencio unos minutos más. Hoy empezaba un fin de semana largo así que ninguno tenía que preocuparse por ir a trabajar o a la escuela, y eso hizo que desayunáramos juntos durante más de 3 minutos como habitualmente hacíamos.
Debido a la incomodidad yo fui esta vez quién se encargó de limpiar todo, me daba asco tocar platos que alguien más había usado pero no tenía otra opción ya que sabía que si Nathan lo hacía él comenzaría a hablar y seguro que me preguntaría por qué nos tocamos las manos, en cambio si yo lo hacía él sabía que no podía hablarme mientras hacía cosas o me desconcentraba y si tengo suficiente suerte se olvidará de lo que pasó. Todo en la cocina de Nathan iba a juego y todo era parte de la misma gama de colores, eran blancos y celestes por lo que también combinaba con toda la casa, eran platos y cubiertos muy bonitos, supongo que lo esperaba por como era su mamá, ella era muy diferente de mis tíos en muchas cosas y era bastante obvio que si fuera por ella otra persona sería la que viviera con Nathan.
—Dylan —"Mierda, mierda, mierda" voltee para verlo por más que no era necesario ya que no lo notaría.
—¿Si?
—Tengo que hacer tarea —"Gracias al cielo"—así que me preguntaba si querías comer Crême Brûlée conmigo
—Claro
Miu y yo nos sentamos a ver a Nathan cocinar durante dos horas, creo. Estábamos charlando y divirtiéndonos mientras él se encargaba de cocinar, él se veía tan feliz cuando lo hacía. Sus mejillas se ponían ligeramente rojas y tenía un tipo de sonrisa que nunca había en él, casi siempre sonreía pero cuando cocinaba era diferente, todo él se ponía diferente, era la única vez que su ropa estaba desordenada, su pelo no era perfecto y tenía calma en sus ojos. Adoro cuando Nathan cocina. Por su comida.
Una vez terminó de cocinar los tres nos sentamos a ver una película mientras él y yo comíamos Crême Brûlée y Miu tenía trocitos húmedos. Nathan amaba las películas argentinas, yo amaba la comida y Miu amaba sus trocitos así que no hay más que decir que fue una muy buena tarde para los tres. Como hacía frío los tres estábamos sentados uno al lado del otro en el sillón del living era lindo por más que no era completamente fan del contacto físico con gente. Había vendado mi herida así no había posibilidad de que al tocarla él se contagiara, era muy incómoda y hacía que estuviera todo el tiempo pendiente de mi brazo pero prefería eso a arriesgarme que mi mejor amigo se infectara con la misma porquería que me sucedía a mi. Nathan había puesto su brazo al rededor de mis hombros lo cual era lindo pero parecía que era su novia así que eso no era tan lindo y todo empeoró cuando de la nada él toco mi pelo.
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La Cicatriz
FantasyDylan descubre una extraña cicatriz en su brazo izquierdo, al intentar descubrir que le sucede termina conociendo a una bruja que le deja más preguntas que respuestas. Junto a ella y un grupo de personas que conoce, descubrirán que todos tienen una...