La Cicatriz

Capítulo 20

Todo era silencio. Liz ya se había encargado de dar las noticias a los demás y todos estaban en silencio. Nathan se veía demasiado culpable, Sol estaba muy confundida y Flor y Eos estaban confundidas sobre como deberían reaccionar, después de todo no lo conocían tanto como para que les afectara mucho pero aún así no era como que lo podían ignorar fácilmente, en especial considerando que Liz dijo que no sabía si en verdad se había ido de viaje o si era una coartada para suicidarse.

—¿Entonces qué hacemos? —preguntó Nathan, rompiendo el hielo.

—No lo sé —dijo Liz, aún con ese tono de que no estaba completamente ahí con los demás.

—Sé que no soy la indicada pero —comenzó a decir Eos, llamando la atención de todos— quizás deberíamos enfocarnos en curarnos, no sabemos que pasa con Dylan pero si posponemos esto será difícil avanzar y no sabemos si la maldición va a empeorar porque nos demoremos en solucionarlo.

Ella tenía razón, no sabían como reaccionaría la maldición con Dylan lejos, no sabían si se iría, si se calmaría o si los mataría, así que lo mejor era seguir investigando por más que algunos no se sintieran tan seguros de seguir como si nada. Flor tomando eso comenzó a decirles su teoría de la sangre y de que esa manera podían probar curas sin correr riesgos. Así que haciéndole caso, cada uno tuvo que dar una muestra de sangre para que ella pudiera analizar y así sacar conclusiones. Casi todo el día fue en silencio ya que ninguno se sentía con muchas energías. Claro, Dylan había vuelto a Plaza Cerro pero en lo que a ellos les constaba, él podría estar muerto por una sobredosis o un suicidio en cualquier lado, y el que no tuvieran manera de contactarlo no ayudaba a que pudieran imaginarse cualquier otra cosa que el peor escenario posible.

—Que lindos recuerdos —dijo Nathan de manera sarcástica después de que Flor le quitó su muestra de sangre, obteniendo miradas de las chicas— de chico me la pasaba en hospitales

—¿Por qué? —preguntó Liz en lo que esperaba que Flor le quitara la sangre— ¿Eras un nenito muy enfermo?

—No, pero los sistemas inmunes de los magos son diferentes del de los humanos al parecer —comenzó diciendo mientras se acomodaba la manga de su camisa— y como nadie sabía que era un mago, pues tenían preguntas

—¿Y no era mejor que te llevaran con médicos especializados?

—Uno lo pensaría pero —se detuvo unos segundos a pensar— pero cuando te vuelves un adoptado la gente te mira diferente

Liz se quedó callada ante las palabras de Nathan, ella había tenido una experiencia parecida pero no podía decir mucho ya que cuando fue "adoptada" lo fue por sus tíos así que por esa parte no tenía ningún trauma relacionado.

—¿Puedo decirte algo? —dijo Nathan cuando Flor terminó con la muestra de Liz, y se fue en busca de Sol. Liz solamente asintió— Creo que Dylan se fue por mi culpa

—¿Por qué dirías eso? —preguntó Liz confundida y de inmediato incómoda por la naturaleza del asunto.

—Ayer, cuando fuimos a mi casa —comenzó a decir, acercándose más a Liz para no tener que hablar fuerte— Dylan y Sol querían hablar en mi casa por alguna razón, ellos discutieron, se terminaron y- —Nathan no pensó que se le iba a dificultar hablar sobre eso, pero ahí lo tenían, trabándose en mitad de la oración— y él se confesó, resulta que le gusto, y- o sea él también me gusta-ba pero en ese momento estaba tan enojado de ser su segunda opción y de todo lo que pasó que- —se sentía avergonzado de andarle confesando tales cosas a la hermana de su "crush"— que le grité, cosas horribles

—Que le hayas gritado no significa nada Nathan —dijo Liz para sobar la espalda de su amigo en un intento de calmar su culpa.

—Luego me fui —continuó narrando, ignorando lo que le dijo— me encontré con Sol en la planta baja y apareció Dylan, empecé a decir cosas otra vez y —él sonrió y apuntó con su mano al labio partido que tenía— y él hizo esto