Capítulo 9

9 2 0
                                        

Pasó alrededor de una semana, creo. Tuve que decir que estaba enfermo así no iba a trabajar porque no quería contagiar a nadie más, ya éramos seis personas y no necesitábamos más infectados. Nathan también ha dejado de ir donde su mamá, y aunque a ella no le gustó para nada lo aceptó al escuchar que estaba enfermo. Nathan tuvo que tirar bastante comida que contenía ingredientes de la lista que Eos nos había dado, era molesto pero tenía que tirar la gran mayoría ya que habían cosas que ni Maxi ni Miu podían comer y aunque me sentía muy culpable de presenciarlo, no había de otra. Desde que dejamos de comer esas cosas comencé a sentirme un poco extraño, tenía más alucinaciones pero sabía que eran producto de la maldición así que intentaba no tomarles tanta atención pero es dificil, muy dificil, es como ver una araña gigantesca en la esquina del baño e intentar convencerte que es pequeña cuando pasás a su lado.

Además de usar el grupo de whatsapp para hablar y dar actualizaciones de la maldición, muchas veces lo usábamos para simplemente hablar y hacer algo de vida social ya que no podíamos juntarnos con nadie o hablar con nadie de manera personal, lo cual era complicado para Sol y Liz más que nada ya que ellas vivían con gente y hacían su vida social normalmente. Para alguien como yo era una hermosa excusa para no tener que visitar gente que no quiero y trabajar desde casa simplemente respondiendo dudas y guardando turnos por whatsapp.

Nathan no estaba nada feliz, sus estudios se habían parado ya que no podía cocinar lo que quería y había dejado de hablar con su mamá. Hacía más tps que otra cosa y siempre se quejaba como no podía tomar más té con su mamá porque ella solo toma té de una planta que Eos nos prohibió. Estaba muy extraño. Se enojaba con más facilidad y terminaba rompiendo cosas, supongo que él es quien rompe las cosas ya que yo no soy, Miu no es y Maxi no es. Nunca pensé que Nathan sería la clase de personas que reaccionaría de tal manera ante el enojo pero yo no soy quién para juzgarlo.

Eos nos propuso que podíamos escribir en cuadernos todo lo que nos sucedía gracias a la maldición, tanto como para tener una idea de que era lo que nos estaba sucediendo como para que puedan ser utilizados como investigación en el futuro. Han sido de mucha ayuda pero he notado como escribo muchas cosas que no recuerdo, es normal pero ahora tener una prueba física de que olvido lo que pasa es feo. Todos a excepción de Eos y Nathan usamos cuadernos, Nathan porque dice que es más fácil escribir en la computadora que en un cuaderno en braille y Eos dice que simplemente no puede concentrarse escribiendo en cuaderno por lo que debe ser en papel. Siendo sincero no sé si pasó un día o una semana desde que estamos en esta pequeña cuarentena, ya soy malo con el tiempo teniendo que levantarme todos los días, ahora que tenía que quedarme en casa todo el tiempo era peor.

Sin contar las "experiencias sociales", sí he empezado a sentirme bastante mal, casi no puedo comer, no paro de ver insectos saliendo por las paredes, cada días puedo dormir aun menos, el contacto físico con cualquier cosa o persona duele, no es TAN malo, podía tirarme en el suelo y el dolor era compartido y menor luego de un tiempo. Aunque todo se ponía peor cuando Miu venía con ganas de mimos, saltaba a mi pecho y se sentía como si miles de agujas fueran clavadas en mi. Miu no tenía idea así que siempre lo dejaba subirse, no quería alejarlo una vez y que luego no quisiera hablarme más. En cambio lo de Nathan era mucho peor, él estaba desesperado por contacto físico pero cada que me tocaba era horrible dolor para ambos, sus emociones han estado completamente destructivas y en un punto casi parece que él termina controlando lo que pasaba a nuestro alrededor, obviamente no era posible porque él dijo que sabe poco nada y nada de magia y para cualquier criatura que no fuera un mago o un hada, era imposible hacer magia sin conocimiento previo. La maldición de los demás fue variando pero todos se basaban en más o menos lo mismo. Liz tenía lagunas mentales larguísimas y se había vuelto hipersensible por lo que debía usar ropa simple y nada parecida a la que siempre usaba y sé que eso era horrible para ella ya que había tardado años en poder ser quién era al día de hoy y aunque para mi fuera una boludez para ella era importante. Flor mencionó que sus alas no funcionaban "Nunca antes las había usado pero el hecho de que no funcionen hace que se sientan aún más" fue lo que había dicho. Eos y Sol no mencionaron lo que les sucedió a ellas pero dijeron que fue bastante feo igualmente.

Las llamadas grupales se hicieron más y más comunes. Hacíamos videollamadas para hablar y sentirnos no tan solos. Para mi no era muy necesario pero asistía igual para que Liz y Sol vieran que seguía vivo. Nuestras llamadas eran casi diarias así que si había pasado como una semana desde que Eos nos puso en una dieta. Creo que había logrado manejarlo bastante bien "Manejarlo no es la palabra correcta" creo que había logrado que no me vaya tan mal. Lo que me gustaba de las llamadas era que ni siquiera tenía que estar presente al 100%, casi siempre Eos estaba cocinando, creo que eran pociones pero no estaba completamente seguro, Flor hacía sus cosas mientras usaba auriculares, Sol siempre se le veía jugando con su mascota, y Liz siempre estaba sentada presente ante todo.

Ahora estábamos en una de estas llamadas, tenía mi celular en la mesa ratona mientras que Nathan estaba preparando el almuerzo para nosotros. Para mi el audio estaba muy alto pero si lo bajaba a mi parecer Nathan no podría escuchar. En la llamada Nathan era quién más se veía ya que yo estaba en un costado "leyendo" algo para parecer importante y que no me preguntaran nada. De momento funcionaba.

—¿Saben algo? —dijo Eos mientras preparaba algo en su cocina— Si me dicen sus direcciones puedo hacer un hechizo para que podamos visitarnos entre nosotros

—¡Si, si! —Nathan interrumpió toda la reunión, saltó sobre el mostrador y de alguna manera tomó mi celular para decir nuestra dirección, "Si que estaba desesperado."

Eos rió y luego Sol, Flor y Liz dijeron sus direcciones igualmente, no me gustaba esto pero eran cinco contra uno así que no tenía mucho que decir en esta situación. Ahora tenía que memorizar tres tipos de pisadas nuevas por si ellos decidían venir de la nada a casa.

Aun no entiendo como le hizo Nathan para agarrar el celular, la diferencia de la mesa ratona y la cocina no era mucha pero era suficiente como para que no pudiera agarrarlo de un salto.

Golpearon nuestra puerta, no sabía si abrir o fingir que no había nadie pero al escuchar un "Dylan, Nathan soy yo" por parte de Eos sabía que debía abrir. Cuando ella entró nos saludó a ambos y mostró unos frascos con líquidos de colores dentro, dijo unas palabras y luego arrojó el frasco a los pies de la puerta, el frasco se rompió y todo el liquido fue absorvido casi de inmediato, dejando solo una pequeña marca de color naranja-rosa. Repitió eso con otros tres frascos, uno verde, uno azul y uno rosa.

—¿Por qué vidrio? —preguntó Nathan parado frente a mi.

—¿Por qué la mancha? —pregunté yo.

—Es magia —explicó Eos y al ver que no le entendíamos siguió— la mancha desaparecera y no es vidrio vidrio, es otra cosas que se deshará

Luego de un poco más de charla en qué tan seguro era eso, nos dijo que podíamos ir a su casa ahora, solo teníamos que pensar que estaríamos en su casa y abrir la puerta y que así funcionaba con los demás, si quería ir al dormitorio de Flor o Sol tenía que pensar en ellas y abrir la puerta, si quería ir a la casa de Liz o Eos tenía que pensar en ellas primero. Funcionaría así a menos que una puerta estuviera con llave, entonces no podríamos cruzar.

La CicatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora