El diario de Axen ©

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"No es enojo, es decepción, y eso es peor"

¿Qué es la amistad? Amistad, amistad, amistad... Déjenme decirles, que la amistad es un vínculo especial que tiene alguien con otro, que se basa en el respeto mutuo, la confianza y la reciprocidad. Donde compartimos momentos, emociones y experiencias que nos hacen crecer.

Crecer...

Anoten eso, es importante que lo sepan.

Aquellos que se hacen llamar amigos verdaderos, ¿son reales o simplemente son una ilusión creada por nosotros que tratamos de pertenecer? La respuesta está en qué tan auténticos somos con nuestros gestos y palabras que nos nacen. Los amigos verdaderos, escasos como estrellas en la noche, se revelan a través de su constancia en los momentos de dicha y su presencia inquebrantable en las adversidades. Puede sonar cursi, pero así es. Se basa en la sinceridad y la lealtad. No todos los que afirman ser amigos verdaderos lo son, pero aquellos que demuestran un compromiso real, una presencia constante y un apoyo incondicional son los que merecen tal título.

Un amigo es alguien en quien podemos confiar plenamente, es aquel que nos comprende en silencio. Es un confidente y un cómplice, alguien con quien podemos ser vulnerables sin temor al juicio. Nos brinda apoyo en los momentos difíciles y celebra nuestros logros y alegrías.

Es como una brisa suave que acaricia el alma, ilumina y da fuerzas...

Pero esto no se sentía así... Era el eco de un juramento roto, que resuena dolorosamente en mi corazón herido.

Al principio no supe como reaccionar. Puesto que, me costaba entender a lo que había venido. A disculparse. ¿Esto era real? Si estoy en un sueño que alguien me despierte por favor.

-¿Qué dices? -inquiere Cindy con cierta insistencia.

Les había dicho a los chicos que iba a salir por un momento y, no se dieron cuenta de que, bajé con la mujer que me había estado haciendo la vida imposible últimamente.

-Decir de qué.

Apreté mis labios y esquivé la mirada reptil de Cindy. Me pedía reanudar nuestra amistad, hacer como si no hubiese pasado nada y creía que no me daba cuenta de sus sucias intenciones.

Yo no era ninguna tonta. Sabía lo que era una amistad, y ella no me ofrecía eso. Sí, la traicioné, pero ella hizo lo mismo. Fue peor que yo.

-¡Te perdoné, Ann! ¡Perdoné lo perra que fuiste conmigo! -y explotó. Lo hizo al ver que no accedería a volver como antes.

Y que me gritara solo ponía más en evidencia sus intenciones. ¿Acaso no sabía que todos en la universidad murmuraban el plan que tenían ella y mi ex?

Aunque no era sensato de mi parte considerar lo que dicen los demás, tenido en cuenta lo que pasó conmigo...

-¿Es en serio? -me alejé, no me gustaba reaccionar de ninguna mala manera -Sé que hice mal, Didy -el suelo se hizo la cosa más interesante, no podía mirarla a los ojos -. Sé que te mentí, rompí nuestra confianza...

-Sí, lo hiciste -se cruzó de brazos, creyendo que ella era la víctima.

Y lo era. Pero no de lo que ella pensaba.

-Pero no me tomes como estúpida -me atreví a mirarla, mis ojos se habían cristalizado, pero no lo suficiente para llorar -Miro tu rostro, tus gestos, tus intenciones. Te quieres vengar y te recomiendo que no lo intentes.

-¿Por qué? -la lluvia se hacía presente, unas gotas caían mojando mi piel -¿¡Por qué, Ann!? Eh, dime. ¿Crees que perderé?

Negué con la cabeza. Cindy entendió mal mis palabras.