Capitulo 14: Viernes

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Llegó el viernes. Heungmin perdió la cantidad de veces que se miró en el espejo, arreglándose el pelo, la ropa y, en la sala de empleados, se ponía perfume a cada rato. Otra vez se arregló su mechón rebelde y antes de las siete, se sentó, calmando las ansias.

Respiró. Necesitaba estar más tranquilo. Iba a hablar con Cristian.

"Yo también estoy enamorado tuyo". sonreía pensando en la reacción de cristian cuando se lo dijese. Dejó la noche libre para pasarla con él y Valentino. Heungmin había planeado este viernes toda la semana. Sabía que había hecho mal, pero a partir de ahora, quería arreglarlo todo. Sonrió con dulzura, fantaseando con dormir en brazos de Cristian, otra vez. Estaba perdido en sus pensamientos y sumido en sus ansias.

Estaba en la mesa al lado de la puerta. miró a la gente pasar. Saludó a algunos conocidos, aunque ninguno prestó atención por más de dos segundos. En cualquier momento aparecería.

—¿Dejaste las cajas en el galpón?— Llegó Mingyu para interrumpir su paz. Heungmin bajó la cabeza, frustrado. Se supone que ya había hecho todas sus tareas, pero había olvidado justamente esa.

—Después lo hago— dijo quejumbroso.

Pero se arrepintió al instante. Mingyu estuvo toda la semana malhumorado. esta tampoco se la dejaría pasar.

—Ahora, Heungmin. Ahora. Ya— sentenció. Parece que sus dientes chocaban con asco cuando lo decía.

Miró de mala gana a la figura de mingyu que le daba la espalda. Se acomodó su delantal, su cabello otra vez y fue a buscar las cajas de atrás del mostrador para llevarlas del otro lado, al galpón. Sus pasos camino a la parte de atrás chocaban al ras del suelo. Miraba la puerta porque Cristian en cualquier momento vendría. No miró para adelante. Tan distraído iba que fue demasiado tarde cuando se dió cuenta que había impactado contra otro cuerpo que enseguida le atrapó por la cintura.

—¡Hey, cuidado!— Esa cara era conocida. —¿Siempre nos vamos a chocar cuando nos veamos?—

Esa sonrisa de soberbio y su tono español ya no le llamaban tanto la atención. Era Pedro. Heungmin lo miró haciendo una mueca. Se mantuvo silencioso, desinteresado, sacándole las manos de encima.

—Parece que es a propósito— respondió Heungmin, irónico y molesto, volviendo a acomodarse el pelo.

—Quizás estamos destinados a encontrarnos—

Heungmin quiso reírse, pero creyó que era demasiada falta de cortesía.

Fue un silencio de un segundo que Pedro supo arreglar.

—¿No me echaste de menos el martes?—

—El martes— Levantó la ceja.

—El martes no pude venir. ¿No lo notaste?—

No.

Pero no iba a responder eso.

—¿Sabés qué? Tengo que seguir trabajando. Te veo en otro momento, ¿si?— No esperó a que Pedro le respondiera. Lo dejó ahí, devolviendo sus pasos a la parte de atrás, yendo a completar sus tareas. —Te veo el martes—

A veces le molestaba lo insistente que podía ser Pedro cuando quería.

Miró para la puerta de nuevo. al ver que no venía nadie, pasó al fondo, cerró la puerta y siguió.

Pasó unas tres, seis, luego nueve cajas al galpón. Esa puerta tenía un mundo desordenado dentro. La figura rápida de Heungmin pasaba de acá para allá con tres cajas y, luego, para volver, sin ninguna de ellas. Miraba a la puerta cada vez que pasaba. Se detenía cuando veía un auto como el de Cristian. No era. Seguía su camino.

Friday (You're in Love) | Cutison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora