Capitulo 21: Noche naranja

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Cuando el auto frenó en el semáforo de la avenida. Música animada sonaba por la radio junto a una charla animada entre Julián y Paulo que se reían y pegaban a cada rato. Heungmin miró a Enzo con cara de malhumorado por el retrovisor. Su mano apoyada en su mejilla mirando al par hablar animadamente. Pedro le hacía un par de comentarios para no sentirse tan excluido.

A Heungmin también le frustraba que su plan estuviera saliendo mal. Se puso tan malhumorado como Enzo. Sólo oía a los amigos hablar, tratando de que Julián responda sólo las preguntas que jamás hizo pero que de a poco sacaba sus propias conclusiones. Tenían que exprimir el jugo lo máximo que pudieran.

Por el retrovisor también pudo ver que el sobrino de Molinari se hacía la mosquita muerta. No lo conocía mucho pero sabía que el perfecto sobrino del socio de su tío tenía que ser como él. Se le notaba en los zapatos, en la forma de moverse, en haber buscado el lugar del medio sólo para sentarse al lado de Enzo. Después, Paulo, el metido donde no lo llaman, sólo era demasiado simpático.

Aún así, sabía que algo unía a esos dos. algo fuerte. No lo que los fulminantes ojos de Enzo pensaban, sino otra cosa. Heungmin tenía que observarlos un poco más para saber. Las sonrisas entre chistes internos y anécdotas tácitas entre complicidad, parecían cercanos.

—Hace tiempo que no voy al Soul— comentó Pedro mientras tenía un pequeño espacio para hablar. Miró al par de atrás para preguntarles: —¿Ustedes ya fueron?—

Pedro casi se arrepentía de preguntar porque Paulo y Julián se miraron entre ellos, cómplices, como preguntándose algo entre ellos sin hablar. Entonces fue Paulo el que habló, dejando el suspenso de lado:

—¿El soul no cerró hace un par de meses?—

La sorpresa tomó a los tres. Era la tercera cosa que salía mal en toda la noche.

Heungmin se dejó caer frustrado sobre el manubrio, sin importar que los demás lo estén mirando. Estaba empezando a querer irse a casa. Enzo murmuró un "¿en serio?" dejando caer su cabeza contra el respaldo del asiento, mirando el techo, también frustrado. El único que no perdió la compostura fue Pedro que sólo miraba extrañado.

—¿Bromean?—

—Desde lo de Cromañón que están cerrando todos los boliches porque sí— Julian sonaba molesto, haciendo un puchero con la boca. Heungmin pudo observar eso cuando salió de su escondite. —Yo iba a uno en Retiro pero lo cerraron también—

—¿Adónde?— preguntó Pedro que miró a Heungmin con complicidad sólo un segundo.

Julián tardaba en responder.
—Uno, ahí, que estaba a tres cuadras del reloj— No miró a nadie. Se guardaba sus palabras. Tragó duro. Lo habían atrapado.

El sobrino de Molinari también iba "al de Retiro". Puso primera y se preparó para apretar el acelerador con una sonrisa orgullosa cuando el semáforo se puso en naranja. Enzo lo miró por el reflejo del retrovisor y Heungmin respondió, asintiendo con la cabeza.

—Da', Julián, culia'o, si vos vas a los que tienen ratas. Por eso siempre te cierran los boliches— Se rió Paulo después de recibir una mirada fulminante de parte de Julián.

Semáforo verde. Los autos de la avenida avanzaron. El Golcito de adelante avanzó, yéndose más y más lejos de ellos. Heungmin apretó el acelerador pero no avanzó. Los autos seguían avanzando, pero ellos no. Apretó una, dos, tres, hasta que el motor simplemente se apagó. Tres se despegaron del asiento de atrás cuando Heungmin golpeó el manubrio.

—¡La puta madre!—

—¡Eh, la boca, Sonny!— Enzo le dió un "toque" desde el asiento de atrás.

Friday (You're in Love) | Cutison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora