Capitulo 10.

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—Harry, yo.. yo no.. —suspiré y bajé la mirada.

—¿Tú no qué? Habla __________, es sí o no —parecía estar algo alterado y aquello me alteraba a mi.

—Yo no.. no sé que siento ahora, Harry —frunció el ceño mirándome y luego.. estalló.

—¡¿Cómo que no sabes lo que sientes?! ¡Todos sabemos lo que sentimos! ¡¿Te gusto o no?! —abrí la boca para responder pero las palabras no salían debido a que un enorme nudo en mi garganta me lo impedía—. ¡Habla, ________! ¡Necesito saberlo!

—¡Ya deja de presionarme! ¡No lo sé! —grité histérica. Sentía que en cualquier momento iba a colapsar de los nervios que me recorrían el cuerpo entero. Se llevó ambas manos al rostro y volteó dándome la espalda—. Yo.. no lo sé Harry. Durante estos días han pasado cosas extrañas y.. las cosas han cambiado —se dedicaba a mirar hacia la derecha en lugar de mirarme a mi. Me acerqué y puse una de mis manos en sus hombros pero se alejó. Caminé hasta estar delante suyo y puse ambas manos en su pecho deteniendo su paso. Esquivó mi mirada pero yo puse ambas manos en sus mejillas y lo obligué a mirarme. Cuando sus ojos se encontraron con los mios.. sentí que estaba perdida—. Harry.. no quiero perderte —hablé sincera, y era la verdad. Una de las cosas que más me aterraba con estos nuevos sentimientos encontrados entre nosotros era perder su amistad, perderlo para siempre por algo simplemente hormonal. Me miró durante unos segundos y luego puso sus manos tibias sobre las mías heladas. 

—Solo.. necesito pensar —las quitó y pasó por mi lado. Me quedé unos segundos observando la nada y cuando voltee pude verlo alejándose. Hace unos días atrás, yo habría corrido y me habría subido a su espalda mientras ambos reíamos. Y habríamos corrido por las calles de Londres un día helado y gris como hoy riendo sin parar.. pero las cosas habían cambiado, y quizás ya nunca volverían a ser como lo eran antes. 


***


Me dejé caer en la cama de mi habitación pensando y pensando en Harry. Aún no se sabía nada de él. Eran cerca de las cinco de la tarde y ya habíamos vuelto del estudio. Decidimos pasar a almorzar antes de venir aunque yo me negué a comer algo más que unas galletas de salvado. No tenía hambre, lo único que quería era volver a tener a mi mejor amigo a mi lado. Mi teléfono comenzó a sonar anunciando una llamada entrante. Lo saqué del bolsillo trasero de mis jeans y contesté sin siquiera ver el identificador.

—¿Hola? 

—¡___________! ¡Al fin puedo contactarte, cariño! 

—¿Mamá? —pregunté sentándome en la cama con el ceño fruncido.

—Te extraño mucho, madre. Te amo. Sería suficiente, ¿no te parece? —reí y puse los ojos en blanco.

—Oh mamá, te extraño tanto —la oí suspirar del otro lado de la línea. 

—Lo sé, aquí tambien te extrañamos tu padre y yo.

—¡¿Cómo está Doguie?! —pregunté casi desesperada.

—Podrías preguntar primero por tu padre, al menos para fingir interés.

—Mamá, ya deja de decirme lo que debo decir —rió y suspiró.

—Tu padre había perdido tu número telefónico y no podíamos contactarte, luego tu hermana lo consiguió y nos lo pasó —me dejé caer en la cama de nuevo y observé el techo.

—¿Cómo está Elena? —mi madre suspiró. Ya era como su cuarto suspiro en solo.. cinco minutos de conversación.

—Bien, lleva bien todo esto de la Universidad pero tu padre y yo las extrañamos demasiado. 

Who is Mr. X? •1D-__• TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora