Los celos de James

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Antes de que Sirius llegara, James se puso de pie, con la mano sobre su varita.

-¡Eh, Prongs! -Lo llamó el moreno con normalidad. Su mano se cerró con fuerza sobre la madera. Lo había traicionado, jamás se lo perdonaría...- ¿Que lees, Remus? -Preguntó ignorando la cara de los tres chicos.

-¿Eh? Ah... -Se sorprendió el licántropo.- Pues es un libro muy bueno. Se titula No seas tan cobarde y enfréntate a lo que has causado. Trata sobre un chico que cabrea mucho a su mejor amigo, liándose con la chica de la que el amigo llevaba años enamorado. Empieza con un día soleado y un lobito leyendo bajo un árbol, entonces...

-Vale, lo pillo. -Lo interrumpió Sirius molesto. ¿Porque Remus se había puesto así? No era cosa suya. Y tampoco de Peter, que lo miraba con odio sentado al lado del hombre-lobo.-James, yo... No es lo que parece.

-Ah, ¿no? -Pregunto irónicamente el castaño, sacando levantando su varita hacía el animago.- ¡¿Y que parece, eh?! Tu me pusiste el nombre de Cornamenta, por los cuernos, ¿verdad? ¡¿VERDAD?!

-¡Claro que no, Prongs! ¡No digas tonterías! No tengo nada con Lily... ¿Como has sido capaz de imaginar eso? -Respondió ofendido Sirius.

-Vamos, a mi no me vengas con escusas... ¡LO SÉ PERFECTAMENTE! Y no viene de ahora, llevo sospechandolo desde el día que llegamos a Hogwarts, el día en el que no me quisiste decir quien te gustaba. Porque era ella... Claro que era ella. ¡ERES UN MALDITO TRAIDOR!

-Esperad... ¡¿Que?! -Saltó de repente Remus, poniéndose de pie.- ¿Te gusta alguien, Sirius? ¿Y no nos has dicho nada? Ya me parecía raro que no hubieras intentado nada con ninguna de esas. -Añadió señalando a las cinco chicas que los miraban y reían. Pero... ¿Porque no nos lo has contado?

-Bueno... Yo no podía. -Dijo, con la cara más roja que un tomate, el animago.

-¿No podías? Te lo pedí. Te pedí que me dejaras a Lily. Y tu... ¡TE ODIO, BLACK! -Gritó James enfurecido.

La palabra resonó por la cabeza de Sirius. La voz de James empezó a atormentarlo, una y otra vez. Las rodillas del chico flaquearon, pero él no cayó al suelo. No podía mostrarse débil, no delante de él. Sus ojos se llenaron de lágrimas al tiempo que trataba de reaccionar, pero su cuerpo no respondía. No era la palabra odio la que más le había dolido, si no black. Sintió que sus pulmones se quedaban sin aire, necesitaba desesperadamente ayuda, y su salvación llegó con la melena pelirroja ondeando al viento.

-¿Que está pasando aquí? -Preguntó Lily con las manos en la cintura. Sirius por fin fue capaz de moverse, y giró la cabeza hacia ella.

-Vete de aquí, Evans. Esto no va contigo. -le respondió James de malas maneras.

-¡No le hables así! -Gritaron Peter y Sirius a la vez.

-Potter, si amenazas a Sirius porque piensas que tenemos algo, puedo asegurarte que no es así. -Dijo Lily mirando a James fijamente a los ojos. Él la miró indeciso, bajando lentamente la varita.- Si hoy hemos estado hablando es porque me ha pedido ayuda. Le gusta alguien, y no podía hablar con vosotros. -La pelirroja miró al animago buscando una reacción de aprobación, pero no la encontró porque él tenía la mirada en el suelo. Dijo su nombre un par de veces antes de que Sirius la mirara y dijera que si con la cabeza.- De acuerdo, ha llegado el momento de decirlo, pero prometed que no vais a enfadaros con él ni le vais a dejar de hablar.

Somos Infinitos #CarrotAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora