Serpientes Venenosas

1.8K 135 74
                                    

Habían pasado más de tres semanas desde la declaración de Sirius, y todo había vuelto a la normalidad. Todo excepto Peter. Lily salía de la última clase de encantamientos charlando alegremente con Remus. Sirius y James los seguían sin quitarles los ojos de encima.


-Es tan increíble, Padfoot... -Suspiró el joven Potter mirando a la pelirroja.


-Ni que lo digas, Prongs. Es perfecto. -Le respondió Sirius contemplando al licantropo de arriba a abajo. Hacia exactamente veintidós días que el animago le había abierto su corazón a Remus, y al mismo tiempo se había roto tras el rechazo (aunque había sido muy suave y todo lo delicado que pudo) del chico.- Mi perfecto prefecto... -Añadió en un susurro casi inaudible, pero James lo oyó.


-Mi perfecta prefecta.-Le replicó en un suspiro.


Habían pasado más de tres semanas desde la declaración de Sirius, si, y el mundo de los merodeadores había dado un giro por completo. Remus intentaba que no se le notara, pero ya no estaba cómodo con el chico, que usaba todas sus armas para conquistarlo, claro que él lo había visto actuar con muchas niñas y no iba a dejarse enredar por la sonrisa del joven. La suerte de James había cambiado desde aquel día, y Lily había empezado a juntarse con los merodeadores a todas horas, pasaba horas estudiando con Remus, horas intentando convencer a Sirius de que se olvidara del hombre lobo sin ningún resultado y ya llevaba varios días sin hechizar a James, lo que era una novedad enorme. Llegaron a la puerta del comedor y un chico escuálido, con el pelo grasiento y la nariz en forma de gancho tropezó con Remus y la pelirroja. Cuando sus ojos se encontraron con los de Lily no pudo evitar sonreír, pero volvió a enderezarse con la aparición de dos de sus amigos: Crabbe y Malfoy.


-Cuidado, Snape. -dijo Lucius con frialdad.- No tropieces con la basura.


Sirius y James se adelantaron unos pasos y se pusieron al lado de ellos.


-¿Tienes algún problema con nosotros, Malfoy? -Preguntó retoricamente el animago mirando directamente a los ojos del chico.


-Tu calla. Ya me han informado... No solo eres un traidor a la noble familia Black, ¿verdad? Si no que ahora también eres un desviado. -Todos se quedaron en silencio. ¿A que se refería Malfoy con lo de desviado?- No te hagas el loco... ¿No estás enamorado de este? -Añadió poniendo la mano en el pecho de Remus y dándole un pequeño empujón. Sirius no pudo evitar su reacción, se lanzó sobre el Slytherin y lo cogió por el cuello de la túnica.


-¡NO LE VUELVAS A PONER LA MANO ENCIMA! ¡TOCALO Y TE JURO QUE TE MATARÉ! -James corrió a sujetar a Sirius, y lo cogió con fuerza para que soltara a Malfoy.-¡ SUÉLTAME, JAMES!


-No voy a soltarte, Padfoot. Quédate quieto un momento, por favor. Hay algo que tenemos que saber... -Sirius, sin dejar de apretar los puños se deshizo de los brazos de James y miró al grupo de serpientes. James se aclaró la garganta.- ¿Como sabéis eso? ¿Como sabéis que Sirius... Bueno, que está enamorado de Remus?


Y un chico bajito y gordo salió de detrás de Crabbe. Peter Pettigrew era la respuesta.






Somos Infinitos #CarrotAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora