27: What You Do To Me

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Eran inseparables desde el momento en que entraban por la puerta, con las manos y los labios por todo el cuerpo, intentando desesperadamente acercarse la una a la otra todo lo humanamente posible

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Eran inseparables desde el momento en que entraban por la puerta, con las manos y los labios por todo el cuerpo, intentando desesperadamente acercarse la una a la otra todo lo humanamente posible. Por supuesto, estos días se burlaban constantemente de ellas por no ser capaces de mantenerse separados hicieran lo que hicieran.

Luchaban por no tocarse de un modo u otro en todo momento, y a menudo se lo reprochaban sin darse cuenta. Se agarraban la una a la otra cada vez que se reían, como si fuera su ancla. Se buscaban entre la multitud, con los ojos llenos de anhelo y los cuerpos esperando la oportunidad de volver a estar juntos.

—Eres tan hermosa... no sólo sexy como todo el mundo siempre enfoca, sino verdaderamente hermosa—. JiHyo susurró mientras depositaba un beso en el pecho desnudo de Sana. —Tus ojos son como el cielo más azul rodeado de árboles verdes que llegan hasta tocarlo.

La mano de la coreana subió para acariciar la mandíbula de la nipona, sujetándola con tanta suavidad que la actriz apenas podía sentir la presión de esta sobre su piel. Poco después, los labios de JiHyo se encontraron con los de Sana en un beso suave, lento y tierno, nada que ver con los besos apresurados que solían compartir durante el sexo. La otra mano de JiHyo se introdujo entre las piernas de la rubia, y un dedo no tardó en llegar al interior de la mujer.

—Joder...— Sana gimió suavemente ante la acción. La pelicorta la folló lenta y profundamente, su dedo enroscándose en el punto que hacía perder la cabeza a Sana cada vez que volvía a entrar. Fue lento y suave, lejos de lo que ella solía preferir durante el sexo, pero Sana seguía sin poder imaginarse algo que la hiciera sentir mejor que en aquel momento.

Había empezado más duro, más precipitado y necesitado, pero sus recientes confesiones de amor pronto les habían hecho desear algo más. Tendrían tiempo, se habían dado cuenta, y así podrían tomarse su tiempo para adorarse como realmente se merecían, expresar su amor plenamente sin preocuparse de que el reloj corriera.

—Quiero hacerte más feliz de lo que nadie pueda hacerte jamás... Si puedo dedicar cada día a hacerte reír, a hacerte sonreír, entonces seré feliz—. JiHyo dijo antes de bañar la piel debajo de la mandíbula de Sana con besos, de vez en cuando chupando y mordiendo haciendo que Sana jadeara ligeramente.

—Y decías que yo era cursi. — la japonesa se burló, agarrándose al cabello de JiHyo cuando la chica contraatacó metiéndole otro dedo sin previo aviso.

—Cállate, me amas.

—Te amo... Mierda... Dios, te amo tanto—. Sana gimió, moviendo las caderas al compás de los movimientos de la coreana, perdiéndose en la sensación.

JiHyo sonrió complacida por la reacción y besó el pecho de la rubia hasta llegar al lugar deseado. Sacó la lengua y lamió el clítoris de Sana con un movimiento preciso pero ligero. Sana volvió a agarrarla del cabello, acercándole la cabeza para aumentar la presión. La cantante chupó su clítoris, acelerando ligeramente sus movimientos y metiendo los dedos más adentro con cada embestida.

—Joder, eres perfecta... Eres tan perfecta, Hyo. No puedo creer que seas toda mía.

JiHyo aceleró sus movimientos de nuevo, conociendo a Sana lo suficiente como para saber que estaba cerca sólo por el tono de su voz. Levantó la mano para amasar la teta de la nipona antes de frotarle el pezón entre dos dedos, antes de volver a bajarla para impedir que la actriz cerrara los muslos. Chupó con más fuerza el clítoris de Sana antes de volver a lamerlo rápidamente.

—Oh... Estoy cerca, nena... Tan cerca... Me follas tan bien, nena—. Sana gimió mientras forzaba de nuevo la cabeza de JiHyo más cerca, prácticamente follándose a sí misma sobre los dedos y la lengua de la chica mientras sus caderas se movían incontrolablemente contra ella. La rubia se corrió con un grito del nombre de JiHyo segundos después, su cabeza cayendo hacia atrás contra las almohadas mientras la pelicorta la follaba a través de su orgasmo.

—Ven aquí. — Sana susurró, agarrando a JiHyo con las manos, desesperada por tenerla cerca.

JiHyo puso los ojos en blanco, pero siguió la petición, limpiándose la saliva de la boca antes de subir a descansar sobre el pecho de Sana. Muy pronto, la mano de la mayor estaba en su cabello, peinando suavemente sus suaves y cortos rizos mientras su propia mano dibujaba círculos en el hombro de Sana.

—Se siente diferente. — JiHyo susurró.

— ¿El qué? 

—Hacer el amor—. Respondió la cantante, con un suave rubor en las mejillas.

—Se siente mejor—. Sana dijo con seguridad, besando la parte superior de su cabeza.

—¿Sí?— preguntó la coreana, mirando hacia la otra mujer.

—Sí, mucho mejor—. le aseguró su contraria.

—Te amo—. JiHyo dijo suavemente, la emoción brillando en sus ojos.

—Yo también te amo, más de lo que puedas imaginar.

—Yo también te amo, más de lo que puedas imaginar

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❝ Smile for the Camera ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora