❝ Smile for the Camera ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

16: Falling Apart At The Seams

JiHyo se derritió por un momento, y por un momento todo en su mundo cobró sentido.

Por un momento fue realmente la chica de Sana, y Sana era la suya.

Por un momento la vida fue tan mágica como un cuento de hadas.

Pero entonces ese momento terminó, y recordó que no era más que otro de los crueles trucos de la nipona, otra forma manipuladora de la actriz para salir fácilmente de los problemas.

No le importaba JiHyo, todo era un juego para ella, eso estaba claro ahora.

Así que JiHyo hizo acopio de todas sus fuerzas y apartó a la chica, sintiendo un vacío incómodo cuando sus labios se separaron.

—Te he dicho que no me toques, maldita sea—. dijo JiHyo con desdén mientras tiraba con fuerza de la puerta para abrirla.

—¡JiHyo, espera! No lo entiendes.

—¡No, no lo entiendes! ¡No todo el mundo quiere acostarse contigo, Sana! — dijo la pelinegra antes de salir furiosa, conteniendo las lágrimas mientras se dirigía rápidamente hacia el baño.

Una vez allí, prácticamente entró corriendo y cerró la puerta de un portazo antes de desplomarse en el suelo con la espalda apoyada en él. Las lágrimas le corrían por las mejillas mientras se maldecía por haberse encariñado con alguien y haber vuelto a hacerse daño.

Recuerdos de tocamientos no deseados inundaron de repente su cerebro.

Imágenes de sórdidos hombres de negocios que dejaban que sus manos se introdujeran entre sus piernas bajo la mesa mientras sus esposas se sentaban a su lado y disfrutaban de la cena sin darse cuenta. Miles de conversaciones y discusiones con el director general de su discográfica se repetían en su mente una y otra vez, con sus declaraciones condescendientes acerca de que tenía que aceptar las realidades del mundo del espectáculo para triunfar.

No quería pensar que Sana era como ellos, no quería creer que no era más que otra persona del mundo del espectáculo dispuesta a explotar a quien le diera la gana para su propio beneficio.

Y, sin embargo, sus acciones ahora hacían que a JiHyo le costara convencerse de que no era exactamente así.

En ese momento, JiHyo volvió a sentirse como una niña pequeña.

Como la niña con las rodillas magulladas, vestida con ropa usada, que lloraba en su habitación mientras su padre le gritaba a su madre en la cocina.

Una frágil muñeca de trapo, con las costuras rotas y los parches que cubrían sus cicatrices ya no se mantenían como antes.

¿Cuándo se rompió tanto?

¿Cuándo empezó a verse el relleno?

¿Cuándo se había convertido en la muñeca rota que era ahora?

Todo el mundo la comparaba con una Barbie, pero ella sabía la verdad.

Debajo de la ropa rosa y el maquillaje, no era más que una muñeca de trapo.

Al fin y al cabo, la novia de América, que siempre parecía tener todo bajo control, no era más que una muñeca de trapo que se caía a pedazos.

— ¿JiHyo? — La voz familiar de Sana llamó suavemente mientras la chica golpeaba con cuidado dos veces la puerta del baño. — ¿Estás ahí? 

—Déjame en paz—. JiHyo dijo entre lágrimas.

—Hyo, ¿puedes por favor dejarme entrar? Te lo explicaré todo si lo haces, te lo prometo... Déjame entrar, por favor.

JiHyo no contestó al principio, en lugar de eso se limitó a apartarse ligeramente de la puerta para dejar espacio a Sana para entrar antes de pronunciar un "está bien" en voz baja.

—Hola—. Dijo Sana torpemente mientras se sentaba en el suelo frente a JiHyo.

—Hola...— JiHyo casi susurró en respuesta, sus rodillas cubriendo la mayor parte de su cara.

—Escucha, la he cagado... Lo sé, pero las cosas no son como tú crees que son...

— ¿Cómo son entonces? — Preguntó la pelicorta levantando ligeramente la cabeza.

—No te besé para intentar desviar la atención, ni para utilizarte, ni nada por el estilo. Te besé porque era lo que realmente quería hacer aquella noche en el bar... Esa chica... en serio no significaba nada para mí. Sólo necesitaba a alguien... Necesitaba a alguien porque no podía tenerte a ti.

— ¿Q-qué? 

—Lo siento si esto te hace sentir más incómoda, realmente no quiero que lo estés, pero es la verdad. Me gustas, JiHyo. Eres lo único en lo que pienso estos días y eso me agobió ese día porque sé que no te merezco. Soy una mierda y tú eres... bueno, eres como un puto ángel—. Sana dijo honestamente.

—Eso no es verdad... No soy un ángel, sólo soy una muñeca rota—. JiHyo murmuró.

—No, no lo eres. Eres increíble, JiHyo, y siento mucho haberte hecho daño, pero de verdad me importas, más de lo que podrías imaginar. 

— ¿De verdad te gusto? — preguntó JiHyo, todavía incapaz de permitirse creer las palabras que estaba oyendo.

—De verdad que me gustas—. Sana le aseguró, tomando suavemente las manos de la coreana entre las suyas.

JiHyo se inclinó rápidamente hacia delante, sus labios entraron en contacto con los de Sana tan brevemente que la actriz casi no lo registró antes de que terminara.

—Tú...

—Tú también me gustas—. Dijo JiHyo con una tímida sonrisa.

— ¿Yo te gusto? — Preguntó Sana con incredulidad.

— Mhm. — Respondió la cantante con un asentimiento tranquilizador. —Me gustas mucho.

— ¿Estás segura? ¿No lo dices sólo porque yo lo digo y te sientes presionada o algo así? Como si realmente...

JiHyo atrajo a Sana para darle un beso más largo, sus labios se movieron apasionadamente contra los de la estrella de Hollywood, sus manos encontraron el pelo de Sana y tiraron ligeramente de él. Las manos de Sana encontraron la cintura de la otra chica y tiró de ella más cerca mientras soltaba un suave gemido, su cuerpo se llenaba de chispas eléctricas de un tipo que nunca había sentido antes.

—Estoy segura. Me gustas, Sana—. dijo la pelicorta cuando por fin se separaron, con una sonrisa brillante en los labios.

Muchísimas gracias por las 1k, les quiero mucho y espero que esten disfrutando mucho de esta adaptación.<33