❝ Smile for the Camera ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

32: Love To Love You

— ¡Sana! ¡Sana, mira aquí! ¿Qué te parece el juicio? ¿Estás contenta con el resultado? ¡JiHyo! ¡Una por aquí, por favor! — Los reporteros les gritaban mientras salían del juzgado, con las cámaras parpadeando sin parar.

— ¡Sin comentarios! — gritó JiHyo antes de proteger a Sana de los paparazzi mientras ella y sus guardias de seguridad la guiaban hacia su coche.

—Nunca cambian, ¿verdad? — dijo Sana, medio en broma a pesar de lo agobiante de la situación.

— ¿Los reporteros? No, no lo hacen, malditos buitres—. respondió JiHyo, cuyos ojos se ablandaron al ver que Sana temblaba. Se detuvo entonces y tomó ambas manos de Sana entre las suyas. —Pero oye, ¿recuerdas lo que me dijiste? Puede que piensen que este es su espectáculo, pero no lo es. Es nuestro. Tenemos todo el control. Tú y yo.

—Sólo tú y yo. — Sana susurró con un pequeño movimiento de cabeza.

—Exactamente, somos sólo nosotras. Siempre somos nosotras—. JiHyo le aseguró de nuevo, besando sus manos suavemente antes de continuar guiándola hacia el coche.

—Gracias, JiHyo. No sé qué haría sin ti—. Dijo Sana débilmente una vez hubieron entrado en el coche.

—Bueno, por suerte nunca tendrás que averiguarlo. Estás pegada a mí para siempre, te guste o no—. bromeó la coreana

— Ah, ¿sí? 

—Sí, deberías haberte librado de mí antes si hubieras querido—. Dijo JiHyo.

—Bueno, por suerte para ti, conejita, no quiero. Quiero que te quedes aquí, a mi lado, para siempre—. La rubia dijo, poniendo un brazo alrededor de la cantante y tirando de ella cerca.

—Me has llamado conejita—. JiHyo dijo de repente, sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta.

—Lo hice, ¿sí? 

—No Sana, no lo entiendes. No me has llamado conejita desde antes de ese día—. Explicó la cantante.

—Oh... no lo he hecho... Huh, ¿supongo que se sintió natural de nuevo? — Dijo Sana, sonriendo un poco ante la idea.

Ese día.

Habían pasado muchas cosas desde ese día.

Habían hablado mucho de ello, a veces las dos solas, a veces con un profesional, y a veces Sana hablaba con un profesional por su cuenta mientras JiHyo esperaba en la habitación de al lado. Nunca fue fácil, pero las partes que no podemos contar son siempre las más pesadas. Sin embargo, JiHyo nunca presionó a Sana para que dijera más de lo que estaba preparada, sabía lo difícil que era hablar de ello. Así que se sintió orgullosa de todo lo que Sana consiguió contar.

Sobre todo, de lo que había tenido el valor de contar en el juicio.

El juicio no había sido bonito. Los abogados de JYP habían hecho todo lo que estaba en su mano para calumniar a Sana, sacando a relucir casi todos los encuentros sexuales y fotografías de desnudos, pero nada de lo que decían lograba influir en el jurado ni en la opinión pública. El testimonio de Sana y las imágenes del livestream fueron más que suficientes para meter en la cárcel tanto a Jimin como a otros cuatro altos cargos de la empresa, y JYP había pasado de ser una mina de oro a un trozo de carbón a ojos de la industria.

No fue suficiente para arreglar las cosas, por supuesto, no realmente. Después de todo, nada podía borrar los años de dolor de los ojos de Sana, ni eliminar todos los recuerdos traumáticos de su mente, pero aun así ayudó. Envió una señal a la industria y evitó que JYP hiciera lo mismo con nuevas actrices prometedoras.

También había liberado definitivamente a Sana de su contrato, y ella y JiHyo habían creado una nueva empresa de management para músicos y actores con SeHun como mánager jefe y NaYeon como estilista jefe. También habían incorporado recientemente a Hyuna, haciendo que la empresa se sintiera aún más como una familia. La nueva y mejorada reputación de Sana y el amor eterno de NamJoon por ambas como actrices también habían ayudado a que sus carreras florecieran a pesar de todo. Y quizá no estuvieran tan activos en la industria como antes, pero les gustaba así, disfrutando al máximo de su nueva libertad.

—Eres muy valiente, espero que lo sepas. Estoy muy orgullosa de ti—. JiHyo dijo con lágrimas en los ojos, besando suavemente la mano de Sana.

—Gracias, otra vez... Lo digo en serio cuando digo que no podría haber hecho todo esto sin ti. Te amo, JiHyo, más de lo que puedas imaginar—. Sana dijo, capturando los labios de la pelicorta en un dulce beso.

—Yo también te amo, mucho—. respondió la coreana cuando se separaron. —Pero te advierto que, si me mantienes en tu vida, tendré mucho tiempo para encontrar nuevas formas de arruinarla—.

— ¡Ah, pero asegúrate de no decirme nunca cómo lo harás, tienes que aprender de lo que yo hice y mantenerme alerta! —. la rubia respondió con una carcajada, captando la referencia a la conversación que habían tenido el día de la disputa que lo empezó todo.

—Me aseguraré de hacerlo.

— ¿Me lo prometes? — Sana dijo más en serio, metiendo la mano en el bolsillo para sacar una pequeña caja. — ¿Me mantendrás alerta todos los días durante el resto de tu vida?.

—Sana, ¿estás... ¿Lo haces? Quiero decir, ¿estás...? 

— ¿Quieres casarte conmigo, conejita? — preguntó la nipona con una cálida sonrisa, abriendo la caja para revelar un hermoso pero sencillo anillo de diamantes.

—Por supuesto que sí—. JiHyo respondió con lágrimas en los ojos, lanzando sus brazos alrededor de la otra mujer y abrazándola tan cerca como era humanamente posible.

Y quizá no fuera un final de cuento de hadas.

Ninguna zapatilla de cristal encajaba a la perfección.

Ningún beso de amor verdadero lo bastante fuerte como para romper su maldición y borrar todas las cicatrices de su pasado.

Pero eso no importaba.

Sana podía arreglárselas sin un remedio mágico, porque mientras JiHyo permaneciera a su lado, sería feliz para siempre.

Muchísimas gracias por leer y apoyar está bonita adaptación, esperó la disfrutarán tanto como yo cuando lei la versión original.

Recuerden que son personas maravillosas y no deberían dejar que personas externas decidan sobre su felicidad, les quiero mucho mis roles de canela.

Nos leemos pronto. <33