021.

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Cuando el sol ya estaba casi oculto caminé por los pasillos del Palacio dirigiéndome hacia los aposentos de la Sultana Hürrem.

—Vengo a ver a la Sultana.—Le dije a los guardias y estos se encargaron de avisar.

Esperé la confirmación de Hürrem y cuando aceptó mi presencia me permitieron entrar.

—Sultana Hürrem.—Exclamé reverenciandome.

Hürrem asiente con la cabeza permitiendome acercame a ella y levanta su mano callandome antes de que pudiera hablar.

—Me haz sorprendido y a la vez decepcionado, Sara.—Dice acomodando su gran vestido mientras me mira.— Pero para suerte tuya todo salió bien. —Puedo ver que me mira casi con orgullo.— Y me demostraste que eres digna de estar al lado de mi León. Sin embargo, la próxima vez que pretendas hacer algo debes informarmelo de inmediato, que esto no vuelva a ocurrir.

—Es por ello que vine, Sultana. Quería disculparme con usted y le prometo no hacer nada que usted no sepa antes.—Volví a reverencia emergencia y esta asiente.— Algo va a pasar en el Palacio, Sultana, tengo información. Intentarán deshacerse de mi.

La cara de Hürrem cambia y se pone sería.

—¿Que dices? Explicate.

—Sultana, Mahidevran ha hecho alianzas con Nurbahar.  Ella buscará la forma de que Mehmed vuelva a colocarla en su Harén y el primer paso es deshacerse de mi.—Le informé y ella se levanta rapiamente.

—¿Que más?

—No tengo más información, solo se que dijeron mi nombre y sobre unos extranjeros y...

—Maldita serpiente.—Exclama con una sonrisa irónica y apreta su mandíbula.— En unas semanas recibiremos invitados de otras partes del mundo para celebrar y confirmar la boda de Rusten y Mihrimah.—Murmura mordiendose levemente las uñas.— Buscarán ponerte como carnada con las otras criadas porque Mehmed aún no tiene una provincia y tú no le haz dado hijos de la dinastía. Si alguno te escoje podrán darte como regalo. —Me da la espalda y observa el paisaje por el ventanal.— Justo como quisieron hacer conmigo..

—¿Y que puedo hacer, Sultana?—Pregunté y ella voltea.

—Usted nada. Algo se me ocurrirá y será informada.—Exclama.— Puedes retirarte.

Al parecer esto no le agradó nada a Hürrem y por supuesto, a mi tampoco me gustaba saber que un extraño podría llevarme de estas tierras lejos de Mehmed.

Hago una reverencia y me retiro del lugar, solo me quedaba esperar a que ese dichoso día llegase y confiar en que la Sultana Hürrem con su poder e influencias pudieran salvarme.

Al caminar tan distraidamente chocó accidentalmente con un cuerpo sumamente duro lo que provoca que solo yo caía al suelto.

—Pero que...—Exclama la voz masculina algo irritado pero al levantar la vista su mirada se suaviza.—¿Está usted bien?

De inmediato supe que se trataba del príncipe Mustafá.

El intentó ayudarme pero me puse de pie yo sola y hago una reverencia.

—Discúlpeme príncipe, venía distraída.—Me sonrojé.

—¿Usted es la criada Sarah?—Pregunta interesado.

—Lo soy, príncipe.—Respondi tranquilamente sin mirar lo a los ojos.

—Todos en el Palacio hablan de usted.—Menciona y yo ladeo la cabeza.— ¿Gusta acompañarme? Iré a los jardines.

Su pedido más bien sonó como una orden por lo que tuve que asentir.

—Claro.—Murmuré aún sin mirarlo pero él se atreve a invadir mi espacio personal y toma mi rostro para levantarlo con suavidad.

IMPERIO OTOMANO | ❝ Mehmed ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora