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El repitente pitido resonaba por su cabeza, llegandolo a marear .  Su cabeza dolía demasiado.

Poco a poco su vista se empezó a hacerse más claro y a lo lejos deviso una figura.

Cuando tuvo más visión deviso a su madre con su uniforme blanco de doctor. Esta estaba sentada en un sillón que había en una esquina. Esta estaba con la cabeza gacha y su cabello desarreglado.

Este intento incorporararse en la camilla . En su momento cuando la mujer escucho como se movían las sábanas inmediatamente dirigió su mirada hacía donde estaba dormido su hijo desde hace más de cinco horas.

Como si su vida dependiera de eso fue solo cuestión de segundos para que la mujer se encontrara a un lado de su hijo con un pequeña pluma de luz revisando con sumo cuidado los ojos de su hijo.

El castaño se removio un poco . Al instante soltó un quejidos pues su cabeza sentía un dolor insoportable. 

— ¿Te duele algo? — se apresuró a decir la mujer de baja estatura

El castañito tardo unos mementos en recuperarse del dolor , cuando lo hizo dirigio la mirada haxia si madre , sus ojos estaban llorosos y su mirada derrochava preocupación .

— ¿Mamá? — dijo aún dudoso .

La mujer paro de hacer lo que estaba asiendo y vio a su hijo .

Su madre estaba preocupada y triste por el , lo supo . Había echo sentir dolida a su madre , inconcientemente su mirada bajo y sus bonito ojitos avellanados no tardaron en volverse brillosos , un sueve quejido salió de sus bonito y resecos labios .

La mujer preocupada abrió los ojos y tomó con sumo cuidado las mejillas de su hijo para asi ambos quedarse bien un par de instantes.

Fue inevitable, la mujer soltó un quejido también, no tardo en que los ojos avellanados de su madre también se  volvieran cristalinos , su boca se abrió para soltar un sollozo audible para cualquiera que pasar serca de ahí. 

El bonito castaño se sintió a desfallecer, sus ojitos avellanados se agradaron y al igual que aquella mujer que tanto lo amaba y daba su vida por el y su hermana , lloro .

Su alma se sentía tan dolida , siendo dejado de parte la vil traición que sufrió por parte de Yoongi, le dolía ver a su madre de esta manera . Esa mujer que tanto se desvelo por ellos , que los a cuidado desde siempre , ella sola contra el mundo con sus dos hijos , la mujer más perfecta que alguna vez pudo aver imaginado esta ahí junto a él, llorando de preocupación, tristeza y culpa , por qué se culpaba de lo sucedido por no cuidar a si hijo como se debía. 

El castaño la abrazo tan fuerte como le era posible pues su cuerpo no se sentía del todo estable junto con el dolor punsante de su cabeza .

Su corazón se sintió tan pesado y sólido por el simple echó de imaginar la preocupación que sintió si madre .

Se quedaron así un par de minutos  . Ambos sintiendo el alivio de estar el uno con el otro y la culpa de causar dolor al contrario .

Cuando ambos estuvieron más tranquilos, el bonito castañito se separó con sumo cuidado de su madre , viendo sus ojitos avellanados tristes , dolido y llenos de lágrimas, levantó la palma de su mano hasta la mejilla de su madre , la acaricio con sumo cuidado como su al mas mínimo toque esta se rompiera .

La mujer por su parte sonrió levemente, dejando ver la mueca de dolor que tenía en su alma.

— Mi pequeño Hoseok — hablo con suevidad , no queriendo abrumar a su hijo — ¿Como te encuentras ahora cariño? —dijo con el mismo tono sueve de un principio. 

Ámame otra vez.    Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora