La cabeza del príncipe Kim Felix estaba a punto de estallar. Apretando los ojos ya cerrados con más fuerza, trató y no pudo conseguir tener su dolor de cabeza bajo control. Le dolía el cuerpo de una manera que nunca había experimentado antes, y parecía estar muy frío.
¿Qué era lo que él y su hermano mayor, Seungmin, se habían metido la última noche? O más importante, ¿Qué habían estado bebiendo que lo hacía sentirse como si su cerebro pudiera estar tratando de abrirse camino fuera de su cráneo?
Tirando de las mantas más arriba, trató de volver a dormir. Toch'La, su criado durante los últimos cinco años desde que había llegado a su mayoría de edad, vendría en cualquier momento para despertarlo para su baño, y Felix quería dormir tanto como pudiera antes de tener que enfrentar a su padre y a su hermano en la mesa del desayuno. Hoy sería un día entero de planificación y conspiración para tratar de salvar a su moribunda especie y a su moribundo planeta, Zinoa. La estúpida guerra con el planeta vecino, Vulmia, le había costado al pueblo de Zinoa demasiado. Ahora que la guerra había terminado, los Zinoans emergieron como los desafortunados ganadores, dejando a todos los que quedaban recogiendo los escombros y tratando de reconstruir sus destrozados mundos de origen.
Felix estaba empezando a sentir como si estuvieran peleando otra batalla perdida.
Oyó que algo entraba en la habitación, y pensó que el ruido provenía de Toch'La, viniendo a buscarlo para el desayuno. Abrió la boca, y estando a punto de hablar para pedir sólo un poco más de tiempo para dormir, algún tipo de aviso interno le hizo contenerse y escuchar con más atención. Inclinando ligeramente la cabeza hacia el ruido, Felix frunció el ceño en confusión.
Eso no sonaba como Toch'La. Su criado caminaba con un suave deslizamiento y modales. Lo que acababa de entrar en la habitación golpeó suavemente y parecía marchar de manera inusual. Y el recién llegado parecía estar «¿Jadeando...?»
Eso no podía ser correcto, ¿verdad?
Felix se congeló cuando la cosa se acercó, hasta que pudo detectar un olor ligeramente agrio que le hizo dar ganas de vomitar, mientras respiraba bocanadas de aire en su cara. Vacilante, con el corazón latiendo rápido, Felix abrió los ojos y se encontró mirando la boca de una enorme bestia.
Gritó como el jovencito que siempre mantenía insistiendo a su familia que ya no era, Felix se alejó de la bestia moteada de negro y gris corriéndose hacia la cabecera de la cama, en donde se encontraba acostado. Un pequeño pellizco a su costado lo hizo hacer una mueca de dolor, pero ignoró el dolor a favor de continuar gritando. No fue sino hasta que consiguió estar más lejos de la criatura que se dio cuenta que no parecía estar en su propia cama.
De hecho, ¡no parecía estar ni siquiera en su propia habitación!
La habitación donde se encontraba parecía estar decorada en tonos azules y blancos, no los patrones de color canela y verde de su dormitorio en el palacio. El mobiliario parecía grande y pesado, una especie de madera oscura con la cual no estaba familiarizado, y una alfombra de color gris y azul cubriendo un piso de madera desgastado y descolorido. Esta no era su casa, echó un vistazo afuera por la ventana en el lado opuesto de la habitación. ¿Dónde estaba el cielo de color púrpura y gris que había llegado a amar?
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✿우연한 사랑의 불시착 - * 𝓜𝓲𝓷𝓵𝓲𝔁*✿
Fanfiction🐰🐣 .... La portada no es mía, créditos para quien pertenezca 🌻 Historia corta 🌻