Chan lo miraba mientras Minho terminaba de explicarle la situación, su mandíbula floja, sus ojos azules buscaban en la cara de Minho detectar cualquier señal de que pudiera estar haciéndole algún tipo de broma.
Después de que los federales se habían ido, Minho llevó a Chan hasta la cocina, y con una tibia taza de café, le contó todo. Estaba seguro de no haber dejado nada por fuera, la destrucción de su campo cuando la nave espacial se estrelló, el alien que encontró quien decía ser un príncipe de otro planeta, Bo asustando al hombre más pequeño, los federales visitando la granja y, lo más importante, que Felix actualmente estaba arriba, usando su ducha.
Minho luchó contra el impulso de inquietarse mientras Chan lo seguía mirando fijamente. Finalmente, no pudo aguantar el anonadado silencio ni un minuto más.
―Entonces, ¿me ayudarás a mantenerlo a salvo? ―preguntó Minho, removiéndose en su silla cuando Chan se echó hacia atrás en la suya y dejó escapar un profundo suspiro que parecía haber estado conteniendo.
Chan cerró los ojos y se pellizcó el puente de la nariz. ―Maldita sea, hombre, en lo que debes estar metido debe ser realmente muy malo si tienes que dar vueltas en esa mierda de historia acerca de una nave espacial estrellada y un pequeño duque alienígena para tratar de romper el hielo. ―Chan dejó escapar una pequeña risita―. ¿Qué es lo que está pasando realmente?
―Es un príncipe se quejó Minho. Sé que esa historia parece una locura, ¡pero te estoy diciendo la verdad! ¡Una nave espacial se estrelló en el patio de mi casa ayer en la anoche, y el alien lesionado que salió desde el interior de la nave que se estrelló en este momento está tomando una ducha en mi baño! ―Minho rodó los ojos cuando Chan se echó a reír histéricamente, casi cayéndose de la silla, la historia sonaba mucho peor cuando la dijo en voz alta de lo que lo había hecho cuando se lo explicó en su cabeza. Probablemente estaría riendo demasiado si hubiera sido él quien escuchara el extravagante cuento.
Chan finalmente comenzó a calmarse, risitas pequeñas escapan de vez en cuando mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos.
―Maldita sea, necesitaba una buena carcajada. Ahora, ¿por qué no me dices lo que realmente está pasando? ―dijo Chan, de repente muy serio, toda la risa había salido de su rostro―. Sea lo que sea, no puede ser bueno si los federales están involucrados.
Minho se dejó caer en su silla. ―Te lo dije y tú no me crees.
Chan negó con la cabeza, y se sentó derecho de nuevo acomodándose un poco. ―Minho, hombre, no es gracioso. Deja ya la broma. Ahora, ¿qué está pasando? Y esta vez quiero que me digas la verdad. ―Chan se inclinó hacia adelante y puso su mano grande y cuadrada sobre la de Minho, que estaba envuelta alrededor de su taza de café vacía―. Eres mi mejor amigo, hombre. Nada de lo que me digas hará que piense mal de ti, ¿lo sabes? Tú me mantuviste cuerdo después de salir de los Marines. Te lo debo todo a ti y a tu papá. Dime qué pasa hombre...
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✿우연한 사랑의 불시착 - * 𝓜𝓲𝓷𝓵𝓲𝔁*✿
Fanfiction🐰🐣 .... La portada no es mía, créditos para quien pertenezca 🌻 Historia corta 🌻