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Aemond era consciente de que su casta era una desventaja ahora que tenía que volver a desembarco del rey, cuando se presentó en su exilio no le tomo mucha importancia ya que pensaba que estaría exiliado por el resto de su vida, es por eso que él a pesar de saber que para todo el mundo su casta era la más baja de la sociedad jamás le tomó mucha importancia al estudio sobre los géneros secundarios, estudio lo básico sobre los Alfas, betas y omegas

Él entendió que tenía que formar una buena relación con su Omega interior para que su existencia fuera mejor para los dos y para sorpresa de Aemond su Omega se parecía mucho a él, si bien se guiaba principalmente por instintos y arrebatos como una animal, su Omega era exigente, rencoroso y lleno de ira por como lo habían tratado, es por eso que se llevaron tan bien al punto de que sus celos fueron cada vez menos dolorosos, su Omega no tenía la necesidad animal de aparearse cuan cualquier Alfa que veía o sentía, su Omega simplemente se sentía inquieto pero jamás causó muchos problemas en su periodo de celo llego hasta el punto de que Aemond podía sentarse a leer mientras pasaba por su celo

Sin bien es cierto que él tampoco se interesó por el sexo no era un inexperto en el tema, sus guardias estaban formados por Alfas y por betas para tener un equilibrio sin importar cual fuera su casta, fue por eso que a falta de interés en los alfas con los cuales convivía Aemond decidió experimentar con los beta, era mucho más fácil con ellos porque ellos no tenían instintos, eran solo personas normales sin feromonas o periodos de celo, lo cual fue muy beneficioso para el Omega, él sabía que la mayoría de los alfas al tener relaciones con un Omega sin marca y fértil sin duda tratarían de morderlo, pero él no se tenía que preocupar por eso con un beta

Además, todos o la gran mayoría los Alfas que formaban parte de su guardia, parecían huirle y no era para menos después de presenciar lo que le había pasado a un caballero alfa que se atrevió a tratar doblegarlo en su periodo de celo, tanto Aemond como su Omega estaban furiosos por eso, fue entonces cuando Aemond cogió una daga y se clavó directamente al alfa en su entrepierna, cuando el resto de guardias entraron en la habitación quedaron horrorizados por la imagen que tenían en frente

El guardia estaba tirado en el suelo rodeado de un charco de sangre, lo cual de por sí ya era horrible pero lo que los perturbó fue ver que en la boca del Alfa se podía ver ahí su polla todos estaban tan pálidos a ver esa macabra escena pero lo que los hizo retroceder fue ver a Aemond con una sonrisa enfermiza en su rostro mientras veían como el cuerpo era rodeado por la sangre del caballero, sus ojos lilas estaban llenos de éxtasis y una felicidad casi infantil, todos se quedaron paralizado al ver cómo el príncipe fruncía el ceño

Aemond hizo un puchero al ver que el patético intento de Alfa se había ahogado con su propio miembro en la boca y por la sangre que salía de en donde anteriormente se ubicaba su polla

Fue demasiado rápido

No sufrió lo suficiente

Debía ser torturado

Todos esos fueron los pensamientos de Aemond antes de ordenar que se llevarán el cadáver y lo enterraran lejos donde nadie lo encontrará, después ordenó que limpiará la sangre mientras el salía de la habitación avisando que estaría en la biblioteca

Todos quedaron helados al ver cómo el príncipe de tan solo 16 años asesinaba a alguien y ni siquiera le importaba, todos a pesar de estar perturbados cumplieron con las órdenes del príncipe sin quejarse, todos ese día aprendieron a que no debían meterse con el príncipe Aemond Targaryen

El sin duda los mataría a todos si lo creía necesario

EL PRINCIPE OLVIDADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora