EL PRINCIPE OLVIDADO

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Demon miró con el ceño fruncido a su prima la cuál tenía la misma expresión

—Prima— saludó, pero la princesa lo miró con expresión fría y sus ojos estaban llenos de furia

—¿Qué hiciste?— exigió la princesa

—Déjenos— ordenó Aemond al ver la furia de la princesa, todos los hombres rápidamente se retiraron menos los guardias

—A qué te refieres— Damon miraba a Rhaenys con sospecha —¿todo está bien con Baela y Rhaena?—

—Oh, ¿Ahora te preocupan tus hijas?— pregunto la princesa con sarcasmo —me sorprende  ya que hace mucho no mandas ni una sola carta—

—He estado ocupado— contestó el alfa sin verse afectado por las palabras de su prima —y creo recordar que después de la muerte de Laena me rogaste para que las gemelas se quedaran contigo en Driftmark alegando que la unión entre Rhaenyra  y yo necesitaba tiempo para consolidarse ¿no?— Rhaenys apretó la mandíbula

—Sí, yo dije eso, pero pensé que al menos mandarías cartas para saber el estado de tus hijas las cuales te recuerdo son tus únicas herederas—

—Por ahora— hablo Daemon, Rhaenys lo vio con incredulidad antes de llevar sus ojos hasta los otros tres hombres en la habitación, más específicamente al Omega que portaba la corona del conquistador

—¿Qué han hecho?— susurró la princesa con urgencia

—Lo que debiste hacer hace varios años— contestó Aemond con una sonrisa divertida

Rhaenys sintió que su estómago dolía —ahora lo entiendo— susurró a la princesa logrando que todos la miraran con confusión —por eso la tiene cautiva— Daemon se alertó ante esto

—¿Cautiva?— preguntarle Alfa dando un paso adelante

Repudiaste a Rhaenyra— Daemon la miró

—Tenías razón, nuestra reunión no fue buena— Rhaenys se empezó a reír

—¿Y por eso decidiste tomar a tu otro sobrino como esposo?— la princesa río histérica

—Para ser justos él fue el que me propuso matrimonio— Aemond rodó los ojos, mientras Cregan y Aegon escondían sus sonrisas, pero éstas murieron al ver a Rhaenys darle una cachetada a Daemon

—Espero que así como eres tan valiente para colocarte a ti y a tus hijas en posiciones vulnerables seas igual de valiente para sacarlas de ellas—

Daemon con cuidado giro su rostro donde ya se podía ver una marca para mirar a su prima, pero antes de que pudiera abrir la boca Rhaenys le tiró una carta antes de salir de la habitación

Todo se quedó en silencio por un segundo antes de que Daemon mirara la carta y la tomara, cuando acabo de leerla el Alfa sentía que su sangre hervía, de fondo se escuchó un potente rugido y Aegon Aemond y Cregan solo pudieron ver como los ojos violetas de su esposo que siempre estaban brillando con diversión o malicia ahora se enfriaban rápidamente mientras su expresión se ensombrecía

—¿Daemon?— Aemond llamo tratando de llegar a su esposo, pero el alfa habló antes de que pudiera llegar a él

—Ya sabemos a dónde fue Cole— todos los miraron confundidos pero Damon no les devolvió la mirada —a roca dragón— después de eso el príncipe les tiró la carta mientras salía de la habitación

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Aemond, Aegon y Cregan estaban reunidas en su habitación después de leer la carta Daemon había desaparecido, al principio los tres se preocuparon de que el Alfa haya ido con Caraxes para salvar a su hija lo cual ninguno reprocharía, pero sería peligroso en este momento, sin embargo Los guardianes aseguraron que Caraxes seguía en pozo dragón, lo cual los calmo

—Esto no se puede quedar así— hablo Cregan y tanto Aemond como Aegon asintieron

—Debemos hacer— algo habla el alfa rubio

—Y lo haremos— los dos alfas miraron al Omega —lo que está haciendo Rhaenyra es traición, secuestro una de las hijas del Rey consorte, eso es inadmisible, Aemond miró el fuego mientras jugaba con el anillo en su dedo

—Quieres decir...— Aegon dejo las palabras en el aire

—Mañana declararé la guerra— el Omega escuchó como Cregan inhalaba con fuerza y Aegon enderezaba —Rhaenyra a pagará por esto— además así dejará de ser una molestia pensó la Omega pero no compartió eso en voz alta

—Necesitamos reunir el consejo— habló Aegon —necesitaremos forjar alianzas Cregan asintió

—El norte nos apoya— hablo el Alfa —pero...— Aemond lo miró —creo que debemos hacer presencia en el norte para mostrar que somos fuertes y unidos—

—Creo que es buena idea— asintió Aemond

—Es peligroso dejar desembarco del Rey ahora— señaló El Alfa rubio

—No nos iríamos todos— argumentó el Omega —además sera por poco tiempo, solo mientras mostramos al norte sus nuevos Reyes, además el líder del Norte es ahora Rey consorte la visita es más una formalidad que otra cosa— Cregan asintió

—Debemos reunir abanderados lo antes posible, sin duda Rhaenyra no tardarán hacerlo— Aegon asintió

—Mañana en el consejo hablaremos de esto y enviaremos cuervos, por ahora debemos concentrarnos en Daemon y en que no haga algo precipitado, es crucial que él permanezca a nuestro lado, en este momento Baela es su prioridad y que Rhaenyra la tenga de rehén solo le hará ver desesperada y cruel a los ojos de los señores del reino— Los alfa  asintieron

—Debemos dañar la imagen de Rhaenyra tanto como sea posible y rescatar a Baela pronto— señaló Cregan —así todos nos verán como una sola casa, como unos verdaderos reyes que tratan de ayudar a las personas

—Tienes razón— Aegon sonrió —debemos hablar con Daemon—

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Después de 4mil años vuelvo con esta historia, al ver que no podré seguir actualizando desde mi computador me tomé la tarea de pasar los capítulos que tenía ahí a mi celular y seguir publicando porque honestamente tengo que acabar estás historias, así que espero seguir ahora sí actualizando no esperen capítulos cada semana ya que la universidad me tiene con una soga en el cuello, pero si intentaré actualizar más seguido, en especial está historia que es la que ya llevo mucho tiempo queriendo acabar así que si, tengo como meta personal acaba esta historia este año así que eso intentare

Gracias por seguir aquí, también actualizaré otras historias pero con calma

Esto es todo

Me encantaría leer sus comentarios de lo que sea

Perdón si hay errores

Los quiero

Bye