EL PRINCIPE OLVIDADO

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Hoy era el día

Aemond no sabía cómo sentirse al respecto, hoy todo el mundo conocería su casta por consecuencia todos querrían sacar provecho de ella, pero después de que el rey diera su anuncio Aemond sería intocable o lo sería hasta que el rey viviera, es por eso que necesitaba buscar una persona con la cual casarse para así evitar complicaciones, seguramente después de saber de su casta varias familias intentarían un cortejo para él, el primer Omega masculino de la familia Targaryen en generaciones y él tenía la intención de buscar un esposo que si bien lo ayudaría para que nadie le hiciera daño también debería ayudarlo con sus planes, es por eso que necesita a alguien poderosos con una posición igual o cercana a la suya como príncipe pero eso no sería fácil de encontrar

Aemond salió de sus pensamientos cuando una sirvienta le comunico que su presencia era requerida en la sala del trono, así que rápidamente se levantó y salió de sus aposentos

En el camino Aemond jamás bajo la cabeza, caminaba con confianza y elegancia como un verdadero Targaryen debía caminar, sin dejarse humillar o amedrentar por las miradas del resto, todos ellos estaban por debajo de él, él era el príncipe Aemond Targaryen primero de su nombre, hijo del rey Viserys Targaryen y de la reina Alicent Hightower, jinete del dragón más grande de todo poniente, él era sangre de dragón, la sangre de reyes y conquistadores corrían por sus venas

Cuando llegó a las puertas se tomó un momento para tranquilizar su corazón y con un asentamiento los guardias se abrieron las puertas para dejar ver a todas las familias importantes reunidas en el salón y también ver al rey sentado en el trono de hierro, Aemond sintió como si tuviera en un deja vu porque otra vez se veía incapaz de apartar la mirada del trono de hierro era simplemente magnífico

Le dio una reverencia al rey antes de parase a un lado del trono mirando a todos los presentes los cuales se veían muy confundidos por no saber la razón por la cual fueron convocados

Aemond vio otra vez la típica división en su familia, verdes y negros, miro a toda su familia a los ojos, pudo ver a Otto viéndolo con ojos llenos de sospechas sin duda el hombre no era ningún imbécil logro que su hija se convirtiera en reina y sin duda no descansaría hasta tener a su propia sangre en el trono

Por otro lado, su hermana se veía confundida ella no entendía nada, pero eso no lo extrañaba sin duda Rhaenyra no entendía ni la mitad de las cosas que pasaban en la fortaleza roja porque no vivía aquí y por lo que pudo ver en este corto tiempo de observación tampoco le importa mucho lo que pase, por otro lado, Daemon también lo miraba con sospecha como si pensara que estaba tramando algo

y vaya que si lo estaba haciendo

Se sentía extasiado de tener a personas inteligentes con él, sin duda él no se inclinaría a ningún lado, ninguno de ellos le iba a dar lo que quería, pero le satisfacía saber que no todos eran tontos o ignorantes, era emocionante saber que había más personas jugando su propio juego para llegar al poder

Sus hermanos, Aegon se veía aburrido el sin duda no tenía ningún interés en nada que tuviera que ver con la corona y Aemond se sentía bien con eso, Aegon no sería un buen rey y que él no quisiera la responsabilidad lo tranquilizaba, él no tendría que hacerle nada a su hermano y eso era bueno, su hermana por otro lado tampoco tenía muchas ambiciones ella tenía justo lo que quería un esposo cariñoso y pronto formarían una familia lamentablemente su situación era más complicada su esposo Jacaerys era el primogénito de Rhaenyra se esperaba que ascendiera al trono cuando Rhaenyra ya no esté y tomando en cuenta que sus planes eran convertirse en rey esto planteaba muchos problemas, él no quería hacerle daño a sus hermanos a ninguno de ellos, pero esto es un juego, un juego de tronos donde ganas o mueres y aunque sonará cruel Aemond estaba dispuesto jugar con todas sus fichas para ganar

Volvió a la realidad cuando escucho a su padre tratando de hablar lo cual le costó un poco, pero al final lo logro

—Los he convocado este día para anunciar algo muy importante— la voz de Viserys de oía rasposa, pero se entendía perfectamente

A un lado del trono Alicent tenía una expresión llena de esperanza, Aemond no pudo evitar burlarse de la mujer en serio esperaba que Viserys nombrara heredero a Aegon que ridículo

—Mi hijo, Aemond Targaryen el cual ha estado exiliado por 10 años hace uno días llegó a mí con una gran noticia— ahora todas las miradas estaban en el —Por esa razón es que es mi placer anunciar que después de varias generaciones los dioses han bendecido a la casa Targaryen con un Omega masculino— ahora todo el mundo tenía la boca abierta mientras lo miraban, él les devolvió la mirada, pero la suya estaba llena de desdén y frialdad

—Por eso hoy yo el Rey Viserys Targaryen el primero de su nombre rey de los ándalos y de los Rhoynar y los primeros hombres. Señor de los siete reinos y protector del reino. Declaró que el príncipe Aemond solo podrá unirse con la persona que el crea conveniente y nadie ni siquiera yo podré objetar su palabra, es su decisión elegir a su pareja y aquél que trate de imponerse ante el será ejecutado sin ningún tipo de clemencia— Viserys dejo salir sus feromonas para que todos entendieran que estaba diciendo la verdad, nadie iba a tocar a Aemond sin su consentimiento y aquél que lo intentará sufriría tanto que la muerte le parecería piadosa

Todos los presentes hicieron una reverencia en aceptación a lo dicho por el rey pero incluso después de escuchar la advertencia que este había dado algunos ya estaban trazando planes para lograr atrapar al príncipe Omega sin duda sería alguien muy valioso, los omegas masculinos eran raros y se solía decir que estos tenían a los cachorros más fuertes y hermosos que existían por eso los omegas solía ser tan codiciados y el tener no solo un Omega si no uno con sangre Targaryen solía hacia que las personas se emocionaran más

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al fin hace algo bien viserys