Cap 11

19 5 9
                                    

Tras haber secado al lobo blanco y vestirle con ropa más adecuada, la puerta principal sonó seguido de un sonido de campana (el timbre) de nuevo otras dos veces. Helen se disponía a abrir la puerta cuando Mark la detuvo y le indicó encerrarse con Fran.

Mark: -abre la puerta- oh! señor policía, que agradable sorpresa, a qué se debe su inesperada visita?

Agente: Han informado la desaparición de uno de los especímenes de la "casa de los horrores", según han avisado los dueños del circo puede ser muy violento además de tener gran fuerza para tumbar puertas y verjas.

Mark: cómo? pero es eso cierto?

Agente: por supuesto, tras saber esta información lo primero en mi mente ha sido avisarte de este problema, siendo tú tan... vulnerable frente a alguien cómo el sujeto descrito.

Mark: muchas gracias agente, no sabe cómo se lo agradezco.

Agente: otra cosa más, se han encontrado dos cuerpos sin vida, los del circo los han reconocido como dos de sus guardas nocturnos. Ambos han aparecido con zarpas en el cuello, tenga cuidado cuando salga por las noches no vaya a encontrarse con alguien y le provoque esas heridas.

Mark: eso es horrible, tendré mucho cuidado a partir de hoy todas las noches o cuando vaya de paseo nocturno. Muchísimas gracias por las advertencias, de verdad, necesito asimilar esta información no... no sé que decir o hacer. Muchas gracias.

La puerta se cerró y nada más hacerlo Helen salió del lugar indicando la hora de cenar.

Helen: señor, ya es hora de cenar, preparo su cena favorita? o algo especial?

Mark: lo de siempre Helen, lo de siempre.

Fran: puedo... salir?

Mark: ya han denunciado tu desaparición y se esta poniendo por todas las esquinas un retrato dibujado de ti.

Fran: no! no quiero regresar! no me dejes volver a ese sitio por favor!

El gran lobo se le acercó y se arrodilló llorando, suplicándole jamás entregarlo de nuevo al circo, no soportaría ser llevado de vuelta a ese horrible infierno del que siempre había deseado salir, pero que jamás lo había logrado. No fue de extrañar para Mark cuando este le contó todos sus intentos de escape y como fueron frustrados, en su mayoría, por la gente de la ciudad, pueblo o aldea en la cual se escondía, delatándole y hasta mintiéndole para que saliera de su escondite y así los guardas del circo le dieran caza con mayor facilidad.

Ya de tanto insistir se dio por vencido, colocaron su jaula lo más cerca posible del circo pues así los fuertes ruidos llamarían la atención de los guardias para intervenir mucho antes de poder realizar el escape. Mark en ese entonces entendió, y confirmó, la razón por la cual su jaula estaba más cerca del circo y sobre todo escondida en la oscuridad entre varias carpas.

Pero el bajo lobo fue más inteligente y en vez de arrancar la cadena o el candado decidió romperlo haciendo fuerza para que su interior cediera y así abrir la jaula, además de soltar la cadena de su amarre en la misma.

Mark: tranquilo -le abraza- te he liberado de ese sitio, cómo podría delatarte yo mismo? además, ellos buscan a un lobo negro, tú eres blanco. Si te llegan a pillar tratarían de probar que tu pelaje es negro limpiándolo o esperando nuevos brotes para ver tu color real. Como tu color es blanco en principio deberían dejarte en paz.

Fran: me es igual, no quiero regresar, no me dejes volver a ese sitio, me lo prometes?

Mark: sí, te lo prometo, no regresarás a ese sitio nunca más.

Fran: muchas gracias -le da un abrazo-

Helen: señor, la cena está lista, cuando quiera puede pasar a cenar, pero no debe tardarse o se enfriará.

Mark: gracias Helen, ve cenando tú, yo voy en un momento y no te preocupes por los platos, esta noche los friego yo, puedes ir a dormir cuando termines.

Helen: muchas gracias señor, buen provecho.

Tras cenar la sirvienta se fue a su habitación para descansar de ese día, y de la noche de aventuras anterior. Mark después de consolar a Fran lo llevó casi de la mano hasta la mesa de la cocina donde cenaron de forma tranquila sin interrupción de nadie. En ella pudo ver cómo el gran lobo no era muy hábil con los cubiertos, tampoco era nada limpio pues todo su hocico se manchó junto con sus dos manos y a Mark le causó mucha gracia la expresión facial del gran lobo al descubrir las leves carcajadas las cuales no entendía mucho.

Fran: -tragando- te hago gracia? hay algo gracioso? no debía comer?

Mark: no, no, es solo que me hace gracia cómo tienes manchado tu boca y manos. Necesitas aprender a cómo usar los cubiertos. Deja, te enseño, debes agarrar por esta zona la cuchara y hacer este gesto.

El lobo hizo el gesto y de inmediato fue copiado por su contrario, al inicio le costaba realizar correctamente los movimientos pero tras varios intentos y repeticiones ya era mucho más capaz de usarlos. Lo mismo hizo con el resto de los cubiertos para familiarizar a su invitado con un estilo de comida común para evitar sospechas, nadie sospecharía de alguien que parece "civilizado" es en realidad un fugado de algún circo.

Una vez cenado, se prepararon para ir a la cama, Mark guio a Fran hacia una habitación la cual colindaba con la suya para tenerle cerca por si necesitaba algo del contrario. 

Mark: bien, esta es tu habitación, la cama, armario... si necesitas algo solo debes entrar en la primera puerta a la derecha, esa es mi habitación, has entendido?

Fran: sí, muchas gracias.

Ambos lobos se metieron en su cama y no tardaron ni 5 minutos cuando la puerta de la habitación de Mark empezó a abrirse y a sonar levemente con un leve chirrido.

Fran: Mark? 

Mark: que quieres? tienes daño en alguna parte? no sabes abrir la cama? tienes frío? calor?

Fran: no, no es eso... puedo dormir contigo? Le tengo miedo a la oscuridad.

Mark: pero en el circo estabas casi en una oscuridad absoluta, cómo le puedes tener miedo?

Fran: bueno... en ese solo me quedaba agarrado a la jaula y me dormía tras intentar romper los barrotes, por el cansancio más que nada. Pero ahora le tengo todavía más miedo.

Mark: bueno, está bien, vamos a ver cómo le hacemos, si esta es la primera vez será mejor comprar una cama más grande o juntar ambas camas individuales para poder entrar y dormir bien.

Los dos se acomodaron en la cama de forma que ambos pudieran caber en ella y tras varios minutos Fran cayó dormido abrazando a Mark desde la espalda, este por el contrario siguió despierto un rato más pero también se durmió fruto del agotamiento de llevar casi 2 días sin dormir.

Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora