Cap 18

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Nada más salir el sol ambos lobos se subieron al tren para informar a la universidad de la baja del profesor.

Director: como has dicho?

Mark: sí, habré de usar silla de ruedas durante 5 meses, el tiempo indicado por el doctor para sanar mis fracturas óseas.

Director: y de donde voy a sacar ahora yo un profesor licenciado en ciencias Físicas y Matematicas? La mayoría de profesores ya están trabajando y no se puede buscar a nadie desempleado, es una locura tratar de encontrarte un sustituto a estas alturas del curso escolar?

Mark: pues... no sé, no hay más profesores que puedan sustituirme? Alguno de física? Matemáticas? Química? Entre los tres? Si por mi fuera no me cogía la baja, pero este asunto es mucho más complejo de lo que me gustaría.

Director: no si yo pensaba que ibas a seguir a pesar de este problema, tu... gran amigo te está ayudando a ir de un lado a otro.

Mark: bueno si, pero no iba a traerle a las clases, me ayudará en ir  de un lado para el otro, subir escaleras, dar paseos pero no para venir a dar clases.

Director: entendido, eso complica mucho más mis problemas, que puedo hacer? Donde buscaré un profesor lo antes posible?

Mark: ya lo siento, pero es cosa suya, por mi parte mucho no puedo hacer y lo sabe.

Director: está bien, me las apañaré como pueda, no tengo de otra, muchas gracias por avisarme.

Mark: muchas gracias, nos vamos Fran, vamos, el tren de vuelta sale en 15 minutos y suele ser muy puntual!

Fran empujo la silla de ruedas con el lobo en ella hasta la estación, en ella el tren estaba parado a punto de salir cuando ellos llegaron y por poco perdieron el tren.

Mark: uff, menos mal, llegamos a tiempo, ves? Te dije que debíamos venir con mayor velocidad.

El tren traqueteo y comenzó a moverse para regresar a la estación donde se bajaron con algo de dificultad.

Fran: estas bien?

Mark: o si, definitivamente estoy bien, esos revisores han sido muy cuidadosos con bajarme en la silla de ruedas, como no me has bajado tu siendo tan fuerte y sabiendo que eres capaz de cargar con más peso que tu mismo?

Fran: no me lo has pedido, pensé que...

Mark: pensaste? Que pensaste? Necesitas que te digan las cosas en vez de hacer las más obvias por ti mismo? Por favor Fran, vamos llévame a dar un paseo, puesto que no puedo hacerlo yo solo habrás de llevarme.

El lobo blanco camino al rededor del pueblo, por caminos bastante inestables que le ocasionó a Mark dolores ligeros en las piernas debido al movimiento constante de la silla de ruedas y con ello sus piernas.

Mark: para, para! Volvamos a casa, estos caminos son odiosos, me están haciendo daño y no son buenos para mi recuperación.

Fran: entonces volvemos a casa o vamos por otro camino por el cual pueda pasar la silla de ruedas sin problemas?

Mark: andaría mejor en muletas sin piernas y me dolerian menos.

Gruñendo, como lo sería durante los siguientes 2-3 meses, acepto ir por otro camino mejor pavimentado. Pero Fran decidió hacer algo para animar al gruñón lobo que llevaba en la silla.

Fran: vamos.... a dar una vuelta rápida!

Mark: qué? Fran no, para!

El lobo blanco hizo caso omiso de la advertencia y comenzó a empujar la silla cada vez con mayor velocidad mientras Mark gritaba como loco tratando de detener al "conductor", agarrándose a la parte más rígida para no sentir que se iba a caer en cualquier momento.

Pasaron por delante de muchos vecinos los cuales observaron perplejos la absurda e infantil circunstancia que ambos lobos estaban protagonizando sin despeinarse o disimular cuando estos supieron que estaban siendo observados.

Poco después de llegar al parque, agotados de tanto correr y gritar a pleno pulmón, se detuvieron para sentarse y descansar antes de regresar a casa.

Mark: no -agotado- vuelvas a hacer eso! Por poco me da un infarto! Quieres que me haga más daño del que ya tengo? Estaría bien saberlo así puedo llamar al doctor y pedirle que me ampute definitivamente las piernas!

Fran: vamos -muy cansado- no ha sido para tanto, además ha sido muy divertido haber corrido desde aquel lugar hasta aquí y ahora descansar, parecías un loco gritando, jajaja!

Mark: ya se nota quien iba en la silla de ruedas, pues te digo que si algún día te pasa lo mismo no seré yo quien te lleve a todas partes.

Fran: me estas retando? Quieres ver como regresas solo a casa?

Mark: me estas amenazando? Bien, vale, vuelve a casa, no te necesito para ir a todas partes, tengo dos brazos los cuales usaré para ir a donde yo quiera.

Dicho y hecho, Fran se levantó del banco y con las manos en los bolsillos caminó en dirección a la salida del parque ante la atónita mirada de Mark, el cual no tardo en reciminar su acción.

Mark: oye! A donde crees que vas? Vas a dejarme aquí tirado?

Fran: no se suponía que no me necesitabas? Dijiste " no te necesito, puedo ir a donde yo quiera sin ti" y sabes que? Te doy la razón, no necesitas mi ayuda, puedes ir solo, asique ire a casa y cuando quieras vas.

Sin mediar ninguna palabra más el lobo siguió su camino, pero no tardo en sentir alguien cerca de él, al mirar hacia atrás pudo comprobar cómo Mark estaba, o por lo menos lo intentaba, tratando de alcanzar el veloz ritmo de caminar del lobo blanco.

Fran: vaya, vaya, a quien tenemos aquí? Es el señor "yo puedo sin ti" y tenía razón, puedes ir a donde quieras sin mi, solo te hace falta más práctica.

Mark: calla y ayúdame con la silla, si tuviera mis piernas caminaba por donde se me diera la real gana!

Fran: deja de ser tan gruñón y alegra esa cara! Así no vas a encontrar a una chica que quiera estar contigo. Nadie quiere a un gruñón como marido, esposo, padre de sus hijos y sobre todo abuelo, cuando sea claro.

Mark: yo no soy gruñón.

Fran: sí lo eres, y te lo voy a demostrar.

De nuevo, Fran agarro la silla de ruedas y la aceleró para llegar lo más rápido posible a casa, nuevamente con los gritos de Mark ordenandole parar.

Helen salió a la puerta de la casa cuando escucho los gritos y les dio una buena reprimenda por el alboroto.  Esa noche se quedaban sin cena.

Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora