Cap 23

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Durante los siguientes días, Mark apenas había salido de su laboratorio mas que para ir a la universidad. Cualquier momento libre lo usaba para encerrarse en aquél extraño cuarto y no salir de ahí hasta la llegada de la necesidad de ir al baño. Gritos de frustración se llegaban a escuchar y Helen iba de un lado para otro bastante nerviosa.

Helen: no va a parar nunca... qué estará haciendo ahí dentro? no sé si quiero saberlo....

Mark: HELEN!!

De entre el silencio se llegó a escuchar varios gritos del lobo llamando a la sirvienta, Helen se detuvo delante de la puerta sin entrar escuchando la petición de Mark, tras eso agarró su bolso con un poco de dinero y salió de la casa bastante alarmada.

Mark: FRAN!!!! FRAN!!!

Ahora es al lobo blanco quien llamaba e hizo los mismos movimientos que Helen, se puso delante de la puerta del laboratorio.

Fran: quieres algo?

Mark: entra...

No hubo ninguna exigencia más, tampoco ningún grito por parte del lobo en el laboratorio, solo repitió la orden al poco tiempo. Inseguro Fran agarró el picaporte y lo giró para escuchar el clac que indicaba que se había abierto y deslizar la puerta hacia un lado. Una vez dentro se dirigió a una especie de mesa donde se encontraba Mark sentado, parecía que estaba sin ganas o al menos muy débil.

Fran: n-necesitas algo?

Sin moverse de la silla en esa posición, le dio una especie de mirada agotada, su respiración también era anormal, había leído un libro y bien podría decir que le faltaba energía para hablar y respirar de forma correcta, lo comprobó cuando este abrió la boca para hablar.

Mark: -muy debil- sigue mis instrucciones y no cuestiones nada, entendido?

El lobo blanco asintió en un inicio, con la guía de Mark fue colocando cierta cantidad de ingredientes que nunca antes había escuchado dentro de un bol, removió todos los ingredientes hasta lograr una especie de líquido azul fruto de la mezcla de los productos químicos.

Mark: bien...

Con un movimiento lento pero continuo Mark se quitó la venda del brazo izquierdo para revelar una herida, una bastante grande y que aparentemente estaba sangrando pero no mucho. No muy profunda pero tampoco muy superficial, esa herida debía ser vista por un médico de inmediato y en cuanto Fran la vio se sorprendió además de casi pegar un grito.

Fue en ese momento cuando decidió cometer el error de mirar hacia el suelo para ver un charco de sangre sobre lo que parecía otro charco de sangre, pero el primero parecía estar seco mientras el segundo estaba mucho más fresco.

Mark: no grites... no te vayas, por favor...

Sin mover mucho su brazo izquierdo le pidió aplicar la poción directamente en la herida abierta, como cabría esperar Fran se negó rotundamente y en un arrebato de ira fue el propio Mark quien agarró el bol y lo vertió en su brazo, provocando un gran y ensordecedor grito de dolor primero y al poco tiempo después uno de frustración.

Mark: MIERDA!!!! CÓMO NO PUEDO LOGRARLO, DEBE HABER UNA FORMA!!!!

El lobo blanco se encogió y metió su rabo entre sus piernas, pensando que algo muy malo podría suceder a continuación. Tras un par de minutos Mark le volvió a hablar con un tono mucho más calmado y amigable.

Mark: Fran, ven aquí.

Sin dudarlo obedeció el mandado y se acercó de nuevo a la mesa.

Mark: -suspira- no tengas miedo de mi herida, h-haré algo, lo prometo. Solo... necesito probar una cosa y todo se arreglará.

Fran asintió dudoso de las palabras del lobo, pero no le quedó más remedio que darlas por válidas confiando en su juicio. Mark de nuevo le guio entre los químicos de la mesa para obtener una mezcla de color azul turquesa, bastante diferente pero muy parecida a pesar de haber mezclado unos compuestos totalmente diferentes a los anteriores.

En esta ocasión Fran agarró una cuchara de la cocina y decidió introducirla en el bol para obtener una muestra y, de la misma forma que en la vez anterior, dejarla caer sobre la herida. Mark pegó otro grito doloroso y se retorció en la silla pero tratando de mantener su brazo izquierdo lo más quieto posible. Al tiempo de no ver avances volvió a soltar ese mismo grito de frustración.

Mark: POR QUÉ, POR QUE?!?! CÓMO PUEDO FRACASAR UNA Y OTRA VEZ!!! NO ES POSIBLE FRACASAR DE TODAS LAS MANERAS POSIBLES E IMAGINABLES TODO EL TIEMPO!!!!

Las orejas de Fran se aplanaron ante el grito junto con su cola, metiéndose de nuevo entre sus piernas pensando que la tomaría con él. Después de otros minutos de silencio y relajación le volvió a hablar con su tono habitual.

Mark: y-

Fran: Basta Mark! No quiero seguir viendo como esto... lo que sea que sea esto te haga daño, esta herida debe ser tratada ya! no puedo pensar que estas herido y yo sin hacer nada.

Mark: intentémoslo una vez más, quieres? solo... una vez.

De mal gusto Fran aceptó la oferta del lobo, y como las dos veces anteriores fue guiado entre todos aquellos químicos en la mesa para lograr una mezcla. Esta nueva mezcla era algo diferente pues el color ya no era azulada o algún tono azul, había cambiado a verde y ambos lobos se miraron sorprendidos cuando terminaron de mezclar los químicos y ver el resultado.

Fran: esto... debe ser así?

Mark: al parecer no, todos los compuestos anteriores han tenido alguna tonalidad azul, no verde.

Fran: entonces... lo desechamos? es inservible?

Mark: no, no, por probar no pasa nada, si no sirve para mi objetivo no pasa nada.

Fran: a todo esto, qué se supone que intentas hacer?

Mark: tu escuchaste cómo el médico dijo lo rápido que me había recuperado cierto? en base a eso he pensado que es posible acelerar el proceso de curación con los compuestos adecuados, pero... a pesar de haber intentado muchas veces todavía no he dado con ello.

Fran: y has decidido usarlo en ti mismo?

Mark: te habrías propuesto tú? crees que alguien se habría propuesto como conejillo de indias para probar algo que todavía no se sabe cómo es? venga, terminemos con esto de una vez, estoy agotado.

El lobo blanco con un suspiro hundió la cuchara en el compuesto y vertió su contenido en la herida, como era de esperar Mark gritó de dolor y se retorció en la silla por un momento. Al cabo de 5 o 10 minutos ambos lobos comenzaron a ordenar el lugar y Fran trató de limpiar la herida como pudo, el experimento había fallado.

Tras ello Mark tomó una ducha, lo que no esperaba era la sorpresa que se encontraba bajo aquel vendaje en su brazo izquierdo cuando lo retiró. 

Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora