Cap 15

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Los dos lobos caminaban tranquilamente por la ciudad mientras estaba anocheciendo, las farolas eléctricas instaladas unos meses atrás comenzaron a alumbrar las calles conforme la luz solar se desvanecía 

Mark: es una buena noche, debemos ir a casa, pronto anochecerá y...

Fran: oye... me apetece ir al parque.

Mark: que te apetece qué?

Fran: ir al parque, a ti no?

Mark: Fran, está anocheciendo, ya casi no hay fursonas en el parque, no podemos ir.

Fran: porque no? Ven vamos, será divertido.

Rápidamente el mayor tiro del brazo de Mark haciendo que casi fuera arrastrado hasta llegar al parque, el lugar estaba mejor iluminado pero ello no impidió a los ciudadanos marcharse cuando la oscuridad comenzó a apoderarse de todo.

Mark: bien, ya hemos llegado al parque, podríamos haber venido mañana y...

Fran: pero es mejor cuando no hay mucha gente, además, hace una buena noche.

Mark: si... La verdad es que hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una noche así. La universidad me quita tiempo y necesito acostarme pronto para poder descansar correctamente.

Fran: debe ser duro, por cierto, me prestas unas 10 libras?

Mark: está bien, para que los quieres?

Fran: sorpresa...

Mark: hum?

El gran lobo se levantó del banco y se fue a una churrería que había cerca de ellos, pidió dos tazas de chocolate caliente y varios churros para poder disfrutar junto a Mark.

Mark: no sé si sabes que comerse todo eso te provocará un fuerte dolor en el estomago, cierto?

Fran: bueno, no me los voy a comer yo solos.

Mark: entonces para que...

Fran: estos son para mí y el otro es para ti.

Mark se quedó sorprendido y tomo la taza junto con unos pocos churros y comenzó a disfrutar del momento, 

Fran: esta rico, debíamos comer más de estos.

Mark: si, la ultima vez, creo recordar, comí churros con chocolate caliente cuando todavía estaba en españa, fui a una ciudad en invierno y como la churrería era bastante popular en la ciudad pues decidí comer algunos. Estaban bastante buenos, tengo que reconocerlo.

Fran: vaya, ojalá haber estado contigo en ese momento, de seguras me hubieran gustado a mi tambien.

Ambos terminaron sus tazas y Mark se quedó mirando el cielo estrellado, pese a estar algo nublado las nubes no le impedía ver con claridad y sin intromisión alguna las estrellas, comenzó a buscar alguna que otra constelación, si podía distinguirlas pues no sabía cual era cual.

El lobo blanco copió a su acompañante en quedarse mirando al cielo, pero conforme pasaba el tiempo dudaba si se había quedado pensando o si por el contrario buscaba algo en el cielo

Fran: esto... buscas algo en el cielo? o solo te has quedado pensando?

Mark: eh? a no, estaba buscando algunas constelaciones, pero no sé muchas entonces no estoy seguro si las estoy encontrando jeje.

Fran: jaja! oye mira, una estrella fugaz!

Mark: donde?

Fran: vaya, te lo has perdi... allá otra estrella fugaz!

Mark: mierda, no soy capaz de verlas, soy algo malo para allá! Otra estrella fugaz!

Fran: a sí?  donde, donde, donde!

Mark: vaya te la has perdido, no da tiempo de avisar al otro sobe una, pasan demasiado rápido. Que tal te queda la ropa?

Fran: me siento muy cómodo con ella puesta, es una ropa hecha a medida y bastante cómoda, pensaba me iba a picar o sería algo áspera como para llevarla todo el día puesta, pero sí es una ropa muy suave que me encaja como un guante.

Mark: jeje, me alegra que tu ropa te sea cómoda, en serio no sabía donde poder encontrarte ropa, pensé que debías ir con ropa vieja y sucia por toda la casa, y el pueblo entero!

Fran: sí, volviendo a las estrellas, me gustaría ver las con más facilidad.

Mark: más facilidad... tengo una idea! ven, vamos sigueme.

Ambos regresaron a casa pero no entraron en ella, pasaron de largo y al poco tiempo la dejaron atras, al igual que la ciudad. Se subieron a una pequeña colina donde la poca luz de las farolas no les impedía ver las estrellas con mayor claridad.

Mark: ya estamos, mira, ahora sí se ven más.

Fran: -Sorpendido- wow! –Emocionado- Se ven muchas, hay muchísimas!

El grandullón estaba impresionado por la cantidad de estrellas en el cielo y de la facilidad que tenía para poder verlas, comenzó a contarlas pero se perdía cada minuto ante la incapacidad de seguir contando la ingente cantidad de ellas..

Fran: Mark! He visto cuatro estrellas fugaces!

Mark: sip, puede ser, ahora sí llegas a ver más estrellas fugaces; sabes? Dicen que cuando ves una estrella fugaz puedes pedirle un deseo y con suerte se cumplirá.

Fran: enserio? no lo había escuchado nunca.

Mark: no lo sabías, es algo que se dice, no se necesita un doctorado para saberlo, pero en serio no sabes ese "dicho"?

Fran: no, es la primera vez que lo escucho, y que pides?

Mark: eso es secreto, si lo dices entonces no se cumplirá.

Fran: mira, allá va otra!

Mark: pues pide un deseo rápido!

Fran: deseo...deseo... ya está.

Mark: bien, volvamos, aún no hemos cenado y empieza a refrescar, y si continúo por aquí me quedaré dormido por el camino y mañana no despertaré a tiempo para ir a la universidad.

Regresaron a casa, Fran no podía evitar mirar hacia el cielo para poder observar las estrellas, cada vez se dejaban ver menos pues se acercaban a la ciudad y la luz artificial (aunque poca) impedía que se vieran bien, al final solo podía verse unas pocas en comparación a cuando estaban en la colina, la luna creciente y alguna que otra estrella cercana fácil de observar. 

Mark: hace una noche preciosa, no crees?

Fran: eh?

Mark: noches así necesito más a menudo, ya casi olvidaba lo que era quedarse mirando al cielo nocturno.

Fran: podemos repetir cuando quieras, no hay ninguna obligación de no hacerlo.

Mark: claro, no me parece mala idea, tal vez los fines de semana pues así puedo quedarme mas tiempo al no tener que ir a la universidad.

Entraron en la casa después de haber contemplado, suficientemente, la luna.

Helen: señor! ya estaba empezando a preocuparme que le había ocurrido algo, hace mas de dos horas que deberían haber llegado para cenar e irse a la cama!

Mark: lo lamento Helen, nos fuimos al parque despues del paseo, nos quedamos un rato en él para posteriormente irnos a una colina cercana a contemplar mejor las estrellas. Se nos ha debido pasar el tiempo volando.

Helen: menos mal, no pierdan el tiempo, cenad y a dormir.

Mark: está bien, no te preocupes más.

Ambos lobos cenaron entre risas y se fueron a dormir en cuanto terminaron la deliciosa cena.

Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora