Cap 19

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Durante la noche una tormenta de nieve cayó sobre la zona, congelando calles enteras, vías, tuberías... además de cubrir con una lona blanca todo el paisaje visible y por ver.

Como no podía ser de otra manera, todo el pueblo salió a la calle muy abrigado a disfrutar de este maravilloso panorama invernal junto a los más pequeños que eran quienes más estaban disfrutando de este paisaje. De forma lógica, las escuelas habían suspendido las clases debido a la nevada, según el protocolo establecido para estos días, aunque había algunos pequeños no muy contentos con eso de tener que acudir a clases aún habiendo nevado.

Mark: -tiritando- hace mucho frío, Helen asegúrate de tener leña para la chimenea! Si hay poca nosotros traeremos más!

Helen: hay suficiente leña en la casa como para mantener el fuego por lo menos 3 semanas sin apagarse, no se preocupe por ello.

Ambos lobos dieron un paseo por la colina del sur del poblado donde todas las familias disfrutaban tirarse en trineo, y que menos iban a hacer ellos.

Mark: oye Fran, a donde me llevas?

Fran: a la cima de la colina, como todos. No querrás ser el único pueblerino sin disfrutar de la nieve no?

Mark: bueno si pero yo no tengo ningún trineo para echarnos colina abajo, mucho menos uno tan grande para los dos.

Fran: y quien dijo que lo haríamos en trineo? Yo nunca dije nada de tirarnos en trineo.

Mark: espera, vas a.... ni se te ocurra! Fran, no lo intentes, no vamos a aguantar los dos en la silla de ruedas!

Fran: no hace falta subirse a ella, solo necesito colocarme aquí detrás y nos tiramos juntos.

Ambos lobos se deslizaron colina abajo entre gritos y carcajadas de diversión mientras el resto del pueblo les miraba sorprendidos aunque siguieron con sus cosas sin prestar demasiada atención al evento. Cuando la silla de ruedas terminó por detenerse Fran emprendió la subida a la colina para volver a tirarse.

Mark: espera, espera!

Fran: que pasa?

Mark: no, no nos tiremos de nuevo así.

Fran: no seas gruñón, si te ha encantado! Apuesto lo que quieras a que te lo pasas igual de bien.

Mark: no es eso Fran, tengo una idea, vamos a casa rápido.

Una vez en la casa Fran trajo lo que parecía un viejo trineo y montó al cojo en ella, asegurando bien sus piernas para no necesitar moverlas y así retroceder en la curación de ambas fracturas. Con este cambio regresaron a la colina a deslizarse por ella una, otra y otra y otra y otra vez, como niños pequeños se tiraron todas las veces que pudieron hasta el medio día.

Mark: jajaja! Ha sido muy divertido  otra vez!

Fran: ya es medio día, además se nota que no eres tu quien sube el trineo contigo encima.

Mark: por eso es tan divertido jaja.

Fran decidió que ya era suficiente diversión por el día y regresó, muy a pesar de las insistencias de Mark, a casa para comer algo y calentarse un poco antes de poder seguir de nuevo por la tarde con la diversión.

Helen: buenas tardes chicos, se os ve muy... felices, ha pasado algo?

Mark: pasar algo? no, no ha pasado nada, la mañana ha sido muy divertida. Toda la mañana colina abajo en el trineo ha sido bastante divertido.

Fran: si, divertido para el señor sentado en todo momento, no para el lobo que le ha subido el trineo hasta lo más alto de la colina todas y cada una de las veces.

Helen: bueno, ahora deben calentarse o pillaran un buen resfriado, y lo último que necesitas es estar enfermo además de paralítico.

Mark: pero es temporal, mientras sanan las heridas, hasta entonces puedo enfermar y cuando deje de estar daré menos problemas, además, enfermar es algo aleatorio, ojalá decidiera cuando estar o no enfermo.

Helen: sí, si, ahora ve a cambiarte y a tomar un baño, el agua caliente quita muy bien el frío del cuerpo, y cuanto antes mejor.

El gran lobo llevó al lisiado hasta el baño donde preparó la bañera con agua caliente, mientras tanto Helen ayudaba a Mark a desnudarse para el baño.

Fran: gracias Helen, ya puedo yo, total, se quedará sentado en la bañera.

Helen: bueno, yo iré a prepararle la ropa para después del baño y la comida.

Fran comenzó a bañar a Mark en la bañera caliente, lejos de dejarse bañar como otras veces decidió jugar con el agua cual niño pequeño. La espuma crecía conforme Mark chapoteaba y jugaba con la esponja hasta el punto de solo ver la cabeza del lobo.

Fran: esto... creo tenemos un problema.

Mark: yo estoy bien así, no veo ningún problema.

Fran: la bañera entera llena de espuma no te parece un problema? el señor aparte de cojo se ha vuelto ciego?

Mark: no, pero... la espuma no es problema, en un rato desaparecerá.

Fran: y en un rato el agua se volverá fría y enfermarás.

Mark: disfrutare mientras pueda entonces del agua caliente, sigue estando a bastante a pesar de llevar aquí unos 10 minutos, deberías tratar de bañarte tú también.

Fran: pe-pero no puedo hacer eso! quiero decir, no puedo bañarme y al mismo tiempo bañarte a ti, se supone que debo cuidarte.

Mark: bueno, la espuma se quedará un tiempo, y el agua no parece perder temperatura, por lo que bien puedes bañarte conmigo o esperar a sacarme de aquí. Tú decides, te bañas?

Fran miró un momento a la bañera, luego fijó su mirada al lobo para posteriormente mirar la entrada y terminar con su mirada en la toalla para el pequeño. Se levantó del lugar para buscar una toalla más grande, buscó ropa limpia y regresó al baño para desnudarse  y entrar en la bañera con su cola entre las piernas tapando sus partes intimas.

Fran: tenías razón, el agua esta muy caliente, casi podría decir que es igual que cuando entraste.

Mark: ya te dije que estaba muy caliente, ahora báñate antes de que empiece a perder calor y la espuma desaparezca, aunque pensándolo bien, esperemos que la espuma baje en unos minutos para no tener que quitarla de encima después.

Tras una ligera risa, Mark empezó a hacer torres con la espuma sobre la cabeza de Fran, el cual rio con solo imaginarse la situación de tener un espejo delante en el cual mirarse. El momento era muy agradable a pesar de estar compartiendo bañera con alguien más, siendo que era la primera vez en esa situación.

Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora