Cap 29

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Habiendo salido del teatro por fin, los dos lobos comenzaron a caminar por el pueblo disfrutando de la noche, la luz de las farolas apenas podía alumbrar más de 5 metros al rededor pero en esas zonas oscuras entre ellas es cuando Fran, de vez en cuando, usaba su cola para provocar a Mark.

El lobo, que no era tonto y se dio cuenta desde el primer momento, decidió cambiar el rumbo y salir de la ciudad para poder complacer a su gran lobo de alguna manera.

Mark: te sientes más atrevido?

Fran: veo que me has notado al final.

Mark: desde el primer momento, esa cola tuya tratando de azotar mi culo no es algo que pueda ignorar. Algo que quieras hacer?

Fran: esto.

El gran lobo se abalanzó sobre Mark haciéndoles caer al pasto y acto seguido rodar colina abajo como si se tratara de dos niños pequeños que le acababan de enseñar como bajar una colina haciendo la croqueta. Entre risas, y algunos quejidos, terminaron los dos en el fondo de la colina cercana a la ciudad, a oscuras y sin nadie cerca para observar aquella escena.

Fran había quedado sobre Mark el cual no paraba de reírse y maldecir al lobo blanco por si se volvía a dañar la pierna.

Mark: jaja, eres un idiota, cómo le explicarás al director que me he vuelto a hacer daño en la pierna?

Fran: no lo hagas, solo no puedes caminar y punto.

Mark: muy listo pero no muy útil, deberías haber pensado en eso antes de tirarnos colina abajo.

Fran: ha sido divertido, no lo niegues.

Mark: divertido ha sido un buen rato, pero de verdad, la próxima vez no hagamos esto a ciegas, podíamos habernos hecho daño de verdad.

Fran: diremos.... que ambos nos tropezamos a la vez y caímos.

Mark: y alguien se creerá esa mentira?

Fran: ninguno estuvo ahí, mas les valen.

El lobo se acercó a su cara lo suficiente como para poder besarle, conforme el beso se alargaba Fran iba desabrochando los botones de la ropa de Mark sin quitarla, este de igual forma abrió la camisa del lobo blanco para poder poner sus manos sobre el pecho musculoso.

Fran: alguien se siente con ganas de tocar?

Mark: alguien se siente con ganas de hacer desaparecer mi ropa?

Fran: hey! yo pregunté primero, debes responder.

Mark: no hace falta responder cuando ya sabes la respuesta.

Ambos lobos volvieron a besarse, esta vez Fran se enfocó en no aplastar a Mark mientras que este intentaba meter sus manos en el interior del pantalón de Fran, o al menos al inicio intentaba desabrocharlo, pero cuando no pudo decidió que debía meterse a como diera lugar.

Fran: un segundo -se desabrocha el pantalón- ya, puedes entrar dentro.

Mark: me dejas? que considerado -mete sus manos en el pantalón- mmm, hay algo grande aquí.

Fran: ya lo has visto, no puedes sorprenderte todas las veces.

Mark: si tú no tuvieras algo así y yo sí estarías sorprendiéndote al igual que yo.

De nuevo, al amparo de la noche, se besaron durante un tiempo más, al cabo de varios minutos ambos lobos se quedaron mirando al cielo, con sus manos unidas. El clima había enfriado más de lo deseado y ambos tuvieron que abrigarse de nuevo tras haber pasado su momento ardiente.

Mark: mejor nos vamos a casa, el tiempo está refrescando y así no vamos a tardar en resfriarnos.

Fran: somos lobos, deberíamos tener más resistencia al frío.

Mark: habla por ti mismo, yo no soy alguien del norte o muy tolerante al frio.

Fran: y qué hace un lobo no tolerante al frio en un país tan frío como Gran Bretaña?

Mark: temas de oportunidades, si por mi fuera me regresaba a España de nuevo, o incluso irme al sur de los estados unidos.

Fran: y por qué no lo haces? tienes dinero de sobra.

Mark: me agrada ser profesor y quiero seguir siéndolo, comparto a las nuevas generaciones mi sabiduría y quiero que aprendan nuevas cosas o viejas cosas pero con nuevo enfoque. Y estoy en esta universidad por una especie de beca o intercambio, no recuerdo bien, fue hace tanto tiempo...

Fran: jeje, está bien, pero si puedes marcharte a un clima más cálido no deberías desaprovecharlo.

Mark: me lo pensaré, no te lo garantizo, pero me lo pensaré.

Nada más llegar a casa Helen apareció para darles la bienvenida y preguntar sobre la ópera, cual fue su sorpresa al ver toda la ropa manchada de hierba y tierra.

Helen: se puede saber dónde habéis estado? cómo habéis podido mancharos la ropa! cómo se nota quien limpia en esta casa.

Mark: nos hemos caído dando una vuelta por la ciudad cuando hemos salido del teatro, el lugar estaba oscuro y ambos tropezamos casi al mismo tiempo.

Helen: pues tenéis que tener más cuidado caminando, no voy a estar limpiando como una esclava todo el día como para que vosotros os manchéis a la primera de cambio.

Mark: sí, sí, iremos a cambiarnos y cenaremos, ha sido una buena tarde pero quiero descansar antes de ir mañana a la universidad.

Los lobos se cambiaron de ropa y la llevaron al cesto para que Helen pudiera lavarla, acto seguido se sentaron en la mesa para cenar, sin mediar palabra alguna. Al terminar la cena tanto Mark como Fran ayudaron a Helen a limpiar y dejar la sala preparada para la mañana siguiente.

Fran: uff, estoy agotado, deberíamos dormir cuanto antes -se mete en la cama de Mark-

Mark: que haces?

Fran: meterme en tu cama, vienes?

Mark: sal de mi cama.

Fran: eing? cómo que salga de tu cama.

Mark: ya me has escuchado, sal de mi cama.

El lobo blanco obedeció y se quedó parado al lado de la cama.

Mark: muy bien, ahora quítate la ropa.

Fran: eres alguien imponente para tu tamaño.

Mark: necesito serlo, soy profesor, y no puedo dejar que mis alumnos hagan lo que quieran.

Fran: pero no soy tu alumno.

Mark: no, pero estás en mi cama, y en mi cama mis reglas son que te desnudes.

Fran se desnudó tal y como le había pedido Mark, justo al instante siguiente el lobo de baja estatura se encontraba desnudo.

Fran: oh, esta noche será larga?

Mark: más quisieras, pero no por ello no voy a disfrutar de esta imagen o de nuestros cuerpos juntos sin nada interponiéndose entre nosotros, solo tu piel contra la mía.

El mero hecho de imaginar la situación tal y como Mark la estaba descibiendo hizo que Fran tuviera una erección.

Mark: bien, ahora puedes entrar en la cama.

Ambos lobos se tumbaron en la cama y acomodaron para poder dormir lo más pegado posible el uno al otro.



Mi Frankenstein 3 (Furry Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora