Septiembre 15, 2020

249 7 0
                                    

Todo es una maldita locura, el hospital se encuentra atiborrado de gente.

Gente que conozco, pero no logro diferenciarla gracias a la mascarilla. La situacion es cada vez mas critica, Clara. No tenemos idea de cuando acabara.

Entre tanto bullicio logro tener un momento de paz cuando me siento a comer y me olvido del entorno cuando reproduzco spotify en mis auriculares.

Hoy decidi escuchar algo de musica, pero hace unas semanas comence con podcast de meditacion y algunos de rescate.

Rescate de ataques de panico.

Es que es imposible no caer en un poco de eso cuando el cuerpo ya no me da mas... cuando la mente no me da mas.
Creo que estan funcionando, y desde que te escribo siento que, el mundo esta un poco mejor.

O quizas esa es mi mente mintinedose un poco. Ya no se los mecanismo de defensa que utiliza nuestro cerebro, a pesar de haberlos estudiado en la facultad.

Hoy por la madrugada, cuando mi turno comenzo, tuve que atender una niña pequeña (dudo que tenga mas de 7 años). Por un momento creimos que los niños iban a salvarse de esta mierda, pero no. Al parecer el coronavirus no hace ni siquiera ese tipo de discriminacion.

La veia tan palida y con su cabellera bien oscura, me recordaba a ti. No por la cabellera oscura, claro esta. Sino porque era parecida a Merlina, tu personaje favorito. Hasta jure que sus ojos emaban un poco de morbo; imagine por un instante lo que debe disfrutar de hacer enojar a sus padres.

Por suerte, y para dicha de todos, las vacunas se encuentran proximas a ingresar al pais, eso dice el gobierno (entre nosotras, ya no les creo nada).

Las plantas del jardin delantero estan creciendo como nunca, deberias verlas. Mamá esta en exatis con las orquideas. La semana pasada, cuando las regaba la Señora Paez le dijo que no era buen augurio.

"Paula, las orquideas florecientes frente a la casa son signo de que su hija no se casara"

Y como tu ya tienes esposo, vi como la vieja amargada me miraba directamente. Mamá solo se limito a reir y desearle un buen dia, antes de que yo le conteste.

Queria decirle de todo, es que la paciencia con tanto trabajo en el hospital se me agota en un santiamen. Pero entre la apurada respuesta de mamá y el veloz recuerdo que asoto mi mente, no dije nada.

La Señora Paez es una vieja amargada, que solo le gusta hablar en negativo, pero ¿y si tiene razón? quiero decir, desde Franco que no he vuelto a tener pareja, ni siquiera un semiromance.

Ya han pasado 6 años, Clara. Te juro que pienso que en el momento que vuelva a tener sexo me va a doler como cuando deje de ser virgen. Me da panico no volver a conocer a nadie que mueva mi suelo. Nadie que sea capaz de aceptarme, y con todo lo que traigo.

Franco me dejo cuando faltaban dos años para terminar la carrera de medicina porque tenia poco tiempo. ¿Te imaginas ahora que apenas tengo tiempo hasta para cagar?, obvio no siempre fue asi, ahora empeoro con la pandemia, pero mi especialidad es algo demandante.

Por cierto, comence a escuchar esa banda que tanto te gusta. Suenan bien, son algo cursis y también despechados. Por momentos me recuerdan a Taylor.

Olvide de escribirlo en la carta anterior, pero inicie la remodelacion de tu habitacion. Papá se rehusó en un principio, queria conservarla como la tenias antes de mudarte al culo del mundo, pero Mamá ayudo a convencerlo. Tuvo que aceptar que su niña se caso y dejo el nido.

Lamentablemente sera el cuarto de aislacion. No es la idea que tenia en mente cuando pedi hacer la remodelacion, pero bueno, los tiempos apremian y nos arrincono a esto.
He puesto una mini despensa, un gran botiquin y compre un tele de cincuenta pulgadas, digo si no queda otra que aislarse aunque hay que entrenerse con algo ¿no?.

Sé que paso mucho desde mi carta anterior, pero como mencione anteriormente: la situacion se puso heavy. Prometo escribir pronto.

Te amo profundamente hermana, y te extraño.

-Giulia (o Gía como me dice Pri)

Montevideo, Uruguay.


ROSA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora