Marzo 29, 2021

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Aun sigo sin respuestas del intercambio. La ilusión con la que envié el postulado a comenzado a disminuir poco a poco con el correr de los días.

Para ser sincera, no creo que me acepten. Pero me encuentro bien con eso... creo.

Es difícil aceptar un no, sabiendo lo increíble de mi desempeño dentro del hospital. Y si, seguro pienses que soy una terrible egocéntrica, pero a mi parecer reconocer que eres increíble en algo no tiene que ver con egocentrismo.

A pesar de la espera, me estoy amigando con el hecho de que probablemente otro de mis planes fracasen. Así es la vida.

Por otro lado, también pienso en que si me quedo, cuando termine de ser residente podría postularme para ser Jefa de Residentes...

¿En que nos quedamos en la última carta? Ya no lo recuerdo, siento que te he escrito hace mucho.

El día de la postulacion fue mi primer videollamada con Juan Pablo, aun no se porque repentinamente quiso llamarme. Tampoco pienso preguntárselo, no por ahora por lo menos.

Hemos hablado unas cuantas veces más luego de esa, varias a decir verdad. Es genial, en muchos sentidos.

Por momentos simplemente nos quedamos en silencio, analizando que fue lo que dijimos. Y ese silencio se siente bien.

Ninguno ha insinuado al otro algo más que unos simples desconocidos intentando conocerse, sin intenciones de nada.

No voy a mentirte Clara, me encanta. Es muy guapo, si, pero me resulta una persona tan interesante: es alegre sin estar sonriendo siempre, es enérgico aun desprendiendo paz absoluta, a lo Ghandi.

Ni hablar de su inteligencia y curiosidad por todo. Su léxico es algo sofisticado para mí cerebro de Barbie-Medica.

A ver, no digo que soy un neandertal que no entiende de lo que habla, pero usa términos,  referencias y metáforas que claramente jamas en la vida se me cruzarian por la mente.

Me siento una niña de primaria escuchando a un profesor de filosofía hablar sobre el existir y todo de lo que los profesores de filosofía hablan.

Estamos siendo compañía del otro. La vida adulta y solitaria puede ser muy cruel:

Estuve acostumbrada durante veinticinco años a vivir con gente, veinte en puntual con dos hermanos mayores que no entendían nada de privacidad.

La adolescencia al lado tuyo y de Nando ha sido extremadamente difícil por no decir tortuosa. Y eso, que tu siempre estabas en tu mundo.

Repentinamente tener que hacerme cargo de todo de mi hogar es una dosis elevada de estrés (hasta diría que estuve a punto de llegar a la sobredosis). Eso sin contar ya lo difícil que es enfrentarte a la soledad misma, el entrar a un hogar donde solo estas tu.

Juan Pablo ha sabido como disminuir ese sentimiento raro que llevo por estar conociéndome de esta forma. Hablamos al menos cada dos o tres días, cosas sin sentido y a la vez con todo el sentido del mundo.

Por momentos las conversaciones son tan apasionantes que creo que puedo resolver cualquier tipo de problema existente en el mundo.

En otro orden, solo nos quedan tres pacientes en terapia intensiva, y me parece increíble. Uruguay ha sabido manejar muy bien la pandemia, caso contrario a Argentina: el positivo no deja de aumentar y las camas comienza a escasear.

La semana anterior el Dr. Tombesi me llamó por teléfono, en la Trinidad de Capital Federal están buscando una neurologa urgente.

Estoy barajando la posibilidad de pedir las vacaciones en Santa Maria para ir a trabajar a Argentina al menos ese mes y medio que tengo libre acá.

Es una posibilidad buena, con buen pago, cerca de casa aunque sea en otro país... quizás quien dice al sumar más experiencia termino aplicando para el intercambio de Suiza, que es colosalmente mejor que el de España.

Bueno, creo haberte puesto al tanto de todo...
No veo la hora de poder estar juntas hablando tomando un Corona bien fría.

Te amo Clari.

-Giulia

Pd: ¿notas que ya no mencioné los ataques de panico?... te cuento en mi próxima carta.

Montevideo, Uruguay


ROSA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora