Navidad.

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-¡Giulia!- oigo su grito desde planta baja- ¡apurate por favor y ven a ayudar a tu madre!.

Papá aun sigue luchando con las luces navideñas, y mamá ha comenzado por segunda vez la torre de hojaldre, la primera se había quemado.

Las navidades en mi casa eran felices, no recuerdo ninguna triste o escandalosa.

Salvo cuando el tío Ricardo decidió aparecer con su nueva mujer frente a la tía Susana...

Con Clara y Nando nos descostillamos de la risa al ver la cara de la tía. Ellos llevaban más de 20 años divorciados, fue algo exagerado.

Sin contar aquella escandalosa cena, siempre han sido armoniosas y felices. Mi familia se empeña en hacer especiales esos momentos, para que nosotros tres no retengamos nunca un momento triste familiar.

Pero hay cosas que se escapan de las capacidades humanas, y aunque hagan todo para que nosotros seamos felices, no siempre logra.

Es la quinta navidad sin los abuelos. La Tata falleció cinco meses antes que el abuelo.

Él murió de tristeza, de haberla perdido. Ella de insuficiencia cardíaca.

Uno cree que se puede acostumbrar a la usencia, pero no. Ver los lugares vacíos en la mesa sin dudas genera algo de angustia todos los años.

Este año, no sólo por el covid la mesa sera chica sino porque es la primera navidad sin Clara.

Suspiro recordando la última navidad. La cantidad de risas que tenía guardadas en mi memoria de aquella noche.

-Será raro- la voz de mamá me hace salir del transe.

-Todo es raro ultimamente- sonrio- pondré algo de musica.

Tomo mi teléfono y el parlante, y los conecto haciendo sonar "Otras se pierden" de Morat.

-Estas muy fan de ellos ultimamente- asiento mientras corto jamón para la torre- me recuerdan a tu hermana.

-El del banjo es guapísimo- evito el momento nostalgia- comencé a seguirlo en instagram.

-¿Y ya están de ligue?- largo una carcajada.

Mamá no entiende nada de redes sociales. Papá mucho menos.

-No Ma, le envié mensajes en chiste, pero dudo que los lea tiene cientos de fans que le escriben todos los días.

-¿Y qué? Quizás quien te dice los ve y se enamora de ti.

Niego riendo. Las ocurrencias de Paula siempre son algo irreales.

Cada vez que dije que algún famoso de nuestro país me parecía lindo, su respuesta era que le envíe un mensaje "por el istagran" invitandolo a salir.

Cerca de las siete de la tarde llegan Priscila y Nando. Visten muy bien ambos, el algo casual y descontracturado. Ella lleva un vestido de princesa.

-Gía, mírame- da un giro enseñando su vestido.

-Que hermoso Pri, de princesa- me agacho a su altura.

-Lo es, es como el de Aurora, la bella durmiente- abro mis ojos con sorpresa- me dijo Papá que era tu favorita.

-Así es- sonreí.

-Es la mía también. Ah y mira- se coloca una máscara de spiderman- también soy un super heroe- rio.

-Hola Gía- besa mi cabeza y sonrio viendolo- ¿ya enseñaste todo el disfraz?- le pregunta a la pequeña.

-Aun no termino- busca algo dentro de su bolso.

-¿Hay más?- me incorporo y mi hermano asiente con expresion de resignación.

Saca dentro del bolso un estetoscopio de juguete y se lo coloca al rededor de su cuello.

-Soy una princesa heroína y medica- dice alegremente provocando nuevamente mi risa.

El mundo es un poco más lindo desde que Priscila nacio. Y sus ocurrencias hacen que mis días pasen de grises a rosas en un segundo.

-Dice que quiere ser medica como tu- coementa Nando mientras cenamos.

-¿En serio Pri?- la miro sonriente y asiente sin dejar de comer- ojalá no- susuro volviendo a ver mi plato.

No es que la medicina no sea linda, lo es. Pero es muy estresante, y no le desearía jamás eso a mi sobrina.

Las doce marcan cuando menos lo espero y mientras vemos a Priscila jugar con los regalos nos bebemos unas cuantas cervezas con mi hermano.

Son tantas que cuando quiero levantarme del suelo para ir al baño, Nando tiene que atajarme.

-Clara estaría indignada con esto- rie y yo con él.

Clara es sin dudas la estructurada y seria de nosotros tres. Jamás se hubiera emborrachado con Priscila aún despierta.

Nando y yo somos el polo opuesto.

Tomo el teléfono para subir una foto de Pri con sus nuevos juguetes y observo que ese Villamil ha posteado una historia deseando un feliz navidad.

"Feliz navidad a ti guapetón! Probablemente mañana me ría de este mensaje que contiene mucho alcohol, pero hoy solo quiero agradecerle por haber sido mi compañía en estos momentos.
Salud y que ojalá nos encontremos en algún concierto de Uruguay" respondo y en lo profundo deseo que lo vea.

No se porque, es absurdo querer tener una conversación con un famoso que probablemente luego de ello se olvide de mí existencia ¿no?

Si, absurdo.

ROSA - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora