El alma que te pertenece (hyunlix)

3. Moira

-¿Crees que tu hermana nos ayude?- le pregunto el alma a su chico.

-Supongo que si.- contestó Felix mientras ambos caminaban juntos hacia el auto. -De todas formas, es la única manera viable para ir a la universidad en este momento.-

-¡Hola chicos!- saludó Olivia emocionada de verlos a ambos nuevamente juntos. -Oigan, que horrible que sus últimos días de escuela los hagan salir horas después....-

-Si....- contestó el menor cuando ambos chicos subieron a sus respectivos lugares dentro del coche. -Oli.... necesitamos que nos ayudes en algo.- y su hermana miró a ambos en duda.

-Ajá...- interrumpió Hyunjin desde el asiento de atrás. -Necesitamos ir a la universidad a la que Felix asistirá para revisar unas cosas de la beca....- inventó rápidamente.

-Ay chicos.- expresó la hermana en cansancio, solamente visualizando en su mente el camino que recorrerían. - ¿Les urge mucho en serio?-

-Olivia...- rogó el menor. -Es importante, porfavor....-

La mayor se tomó algunos segundos para pensar en su decisión antes de prender el auto y empezar a manejar fuera de la escuela.

- Está bien. - respondió la mayor por fin. - Pero vamos rápidamente para no tener que regresarnos tan noche a casa. -y ambos chicos voltearon a verse con una sonrisa de complicidad.

El camino a la universidad era largo, pero por alguna razón Felix no lo sintió esta vez tan pesado como la primera vez que fue con su madre. Tal vez por el contexto diferente que lo rodeaba, o tal vez por la emoción que ahora sentía en su pecho, la cual lo iluminaba y le permitía mostrar una sonrisa de vez en cuando mientras miraba el exterior por la ventana.

Por primera vez Felix sintió la emoción de conocer una carrera, de llevar sus papeles y de pronto estar en espera de recibir una beca. Una beca que sin dudas aprovecharía. No podía esperar mas a llegar a la universidad de una vez y poder recorrerla con esta nueva perspectiva.

Por su parte, Hyunjin también sentía su luz alborotarse desde su asiento. Sabía que en parte era por lo que sentía Felix, y su propia perspectiva le hizo imaginar que su chico también se encontraba emocionado por haber encontrado la manera de recuperar su alma. Todo iba a estar bien, pronto iba a volver a ser un humano y no tendría que preocuparse por una despedida con Felix.

La única duda que rodeba al alma, era

"¿Cómo voy a saber cómo recuperarla?"

Al llegar a la universidad, ambos chicos se mantuvieron desesperados por bajarse y empezar cada quién su respectiva misión, tanto que no paraban de abrir y cerrar sus puertas a pesar de que Olivia estaba apenas empezando a estacionarse.

- ¡Chicos! - les gritó la hermana ya molesta. - ¿Pueden por favor esperarme un poco? -

- Oli, creo que desde aquí queda lejos el edificio donde tengo que ir....- dijo Felix asomándose por las ventanas.

- Felix, de verdad, no puedo hacer más. - contestó la mayor algo cansada mientras terminaba de estacionarse. - ¿Puede Hyunjin acompañarte? -

- Si - contestó de inmediato el alma. - Si vamos a ir juntos. -

- Bien. - respondió la hermana. - Vayan a dónde tengan que ir, no sé tarden tanto por favor -

Ambos chicos agradecieron y abrieron sus puertas una última vez para por fin salir por ellas. Sin decir mucho, caminaron hacia el patio principal de la universidad, viendo su alrededor y atentos del movimiento del lugar por algunos estudiantes.