3.Illudere

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Hyunjin podía hacer cualquier cosa y aún así ante los ojos de Yeji parecía perfecto. Yeji podía pasar mil horas viéndolo y en cada momento iba a admirarse de su propia creación, de su propia marca que había dejado en el. Lo admiraba mientras lo veía dibujar, que era la actividad que su humano disfrutaba hacer la mayoría del tiempo. Su imagen era tan dulce y delicada ante sus propios ojos.

A decir verdad,Yeji no había registrado en su memoria la fecha en la cual su humano empezó a tener sus ojos, ni tampoco recordaba como era antes de la misma, pero perfectamente sabía que ahora se veía mucho mejor que en toda su vida.

-- Jin.-- lo llamó con su dulce voz, y su chico volteó a su llamado. -- Creo que tenemos que regresar a preparar todo para mañana.-- y su chico asintió.

-- ¿Qué tienes ahí? -- le preguntó señalando sus manos. Yeji tenía una rosa reposando en su mano derecha, que por completo había olvidado que tenía por admirar a su chico.

-- Una rosa, ¿Te gusta?-- preguntó ofreciéndole tal detalle.

--Es muy bonita...-- respondió Hyunjin al sentarse a su lado para recibir dicho detalle.

Por un momento ambos se quedaron en silencio, sólo disfrutando del clima en el campo donde se encontraban. El aire chocaba en ambos cuerpos como un ligero frío en la cálida atmósfera entre ellos y a pesar de que se mantenían sentados a un lado del otro, podían sentir la cercanía de cada uno.

-- Jin...-- volvió a llamar su alma.

-- ¿Hmm? -- contestó Hyunjin aún perdido en los detalles de la rosa

-- ¿Que crees que hubiera pasado si no te hubiera ayudado con tu arte? -- la voz del alma era tan curiosa y a la vez preocupada por la respuesta que obtendría.

Hyunjin soltó una ligera risa antes de contestar.

-- ¿Qué dices? -- se burló. -- Si gracias a tí he podido destacar como artista.-- y tomó con suavidad la barbilla de Yeji para hacer que ambos ojos, ambas marcas se conectaran. -- Seguramente no hubiera podido solo.--

-- Jin...-- volvió a repetir su alma ahora con una voz aún mas suave, soltando un suspiro antes de permitir sentir el impulso que la jalaba a terminar con la distancia entre ellos, y lentamente irse acercando en busca de los labios de su chico.

Por un momento Hyunjin se congeló y permitió que se acortara la distancia entre ellos dos, pero detuvo a su alma rodeando su brazo sobre su hombro para abrazarla.

El silencio fue tan abrumador para Yeji que una parte de ella dejó de respirar de la impresión. Por otro lado, sabía que su chico era lo bastante listo para no permitir tal acercamiento, tal vez por su propio cuidado o estabilidad emocional.
Pero lo único cierto es que, por más razones que pensara, no podía permitirse dejar de buscar tal cercanía con su chico, lo deseaba tanto que tan solo ese pensamiento le abrumaba su funcionalidad.

--Tienes razón...-- susurró Hyunjin aún abrazándola. --Tenemos que irnos para preparar todo para la galería.-- y con lentitud la soltó para mirarla fijamente. -- Gracias por la flor, prometo pintarla después.-- y se levantó no sin antes dejarle un rápido beso en su mejilla.

No le quedó otra cosa más que asentir a las indicaciones de su chico y sentirse mínimamente satisfecha de su cometido.

Pero por alguna razón, se sentía vacia. Tal como si no estuviera cargando con parte del alma de Hyunjin. Y sus pensamientos no dejaron de rondar alrededor de este sentir, de este vacío.

El alma que te pertenece (hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora