Cap 3

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~KARA~

Luego de mis palabras el ambiente se torna tenso. Lena no vuelve a hablar y yo solo muevo la comida de un lado a otro en el plato.

- Ya sé que debes sentir asco, pero lo bueno es que ninguna recuerda nada. Dice con enojo. Tiemblo y no me atrevo a decir nada.

Lena tira el tenedor en la mesa y se levanta de un tirón. Me asusto y no alzó la vista.

La veo por el costado sin levantar la cara. Camina de un lado a otro.

Se acerca y me arrodilla frente a mi, toma mi cara con suavidad y hace que la vea.

- Responde Kara, ¿te doy asco?. Pregunta con tristeza.

- No. Digo vuendo sus pupilas dilatadas.

- Ven. Se levanta y le tiende la mano. La tomó y Lena me lleva a su habitación.

- Acuéstate. Dice y la veo confundida.

- No vas a estar tranquila hasta saber si aun eres virgen, te conozco. Dice y en eso tiene razón. Pero no entiendo para que quiere que me acueste en su cama.

Sin embargo le hago caso, y Lena se acerca con lentitud. Se sienta en la cama y mira mi cuerpo cubierto solo con la toalla.

Su mano viaja a mi muslo y tiemblo con su tacto. Ambas nos vemos esperando a ver como actúa la otra. Lena al ver que no digo nada sigue moviendo su mano más arriba. Tiemblo, y veo una pequeña sonrisa en mi amiga.

Con lentitud y suavidad Lena acomoda la toalla para que mis partes queden a la vista. Siento mis mejillas rojas y tiemblo de anticipación.

Lena en todo momento me ha mirado a la cara, como buscando confirmación en lo que hace.

Me muerdo el labio inferior cuando sus dedos rosan mi vagina. Lena hace todo con extrema lentitud. Siento cosquillas allí donde toca.

Cuando por fin llega a mi entrada muero de vergüenza. Lena también esta en shock. Sus dedos están empapados con mis fluidos. Nunca había lubricado tanto, ni siquiera cuando me malturbaba sin llegar a las penetraciones.

Dejo de verla a los ojos por vergüenza. Siento como mi sonrojo se expande a mi cuello. Mis pechos tambien los tengo sensible, menos mal que Lena no me quito toda la toalla. Sino vería mis pezones duros.

Siento como su dedo se mueve e intenta entrar. Dejo la vergüenza y la miro de nuevo. Sus ojos están puesto solo en mi rostro.

- Solo voy a intentar meter el meñique. Dice con voz ronca. Su voz provoca que tiemble más. Siento como mis fluidos salen.

Ninguna dice nada más, es obvio que estoy excitada, mi cuerpo reacciona a su tacto. Cuando Lena mete su dedo es una sensación extraña pero no dolorosa. Ambas nos quedamos sin aliento.

- Estas muy apretada, creo q aun eres virgen. Dice y comienza a sacar el dedo. Mis paredes la aprietan como si no quisieran dejarlo libre.

Antes que saque por completo tomo su mano. Y la aprieto para que no se siga moviendo.

-Creo que deberíamos estar 100% seguras. Digo con voz temblorosa de la excitación.

-Voy a probar con el dedo índice, pero antes debes estar más lunricada para no hacerte daño. Dice y saca su dedo en contra de mi voluntad.

Lena sube su dedo y encuentra mi punto débil. Es tocarlo y se me escapa un gemido. Yo muerta de vergüenza dejo de verla.

Sin embargo Lena continua con sus caricias. Mi clitoris esta hinchado y cada toque es como si me pasarán corriente por todo el cuerpo.

Mis gemidos y mi respiración entrecortada son los único que se escucha.

Con cada toque Lena me lleva a otro grado de excitación, mis fluidos solo han aumentado.

Siento que algo se aproxima, como si mi cuerpo se preparará para una explosión.

Mis fluidos salen en abundancia, mi cuerpo se arquea y grito. Este es el orgasmo más fuerte que he tenido. Siento el dedo moverse hacemos mi entrada y como con suavidad va entrado.

Miro a Lena y ella me regala una linda sonrisa. Me tranquilizo y dejo que Lena entre en mi. Mis abundantes fluidos ayudan a que la penetracion sea facil.

- ¿Te duele? Pregunta Lena preocupada.

- No. Respondo enseguida y le sonrió como ella lo hizo hace un rato. Que vea que lo que está haciendo es algo mutuo.

Lena me devuelve la sonrisa y se acomoda mejor en la cama. Se acuesta a mi lado y nuestras narices se tocan. Todo esto lo hizo sin mover su dedo dentro de mi.

La Hermana De Mi Prometido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora