Una nueva amenaza llega a Beacon Hills.
Elizabeth Grey junto con su hermano Scott McCall junto con sus amigos deberán de enfrentar un nuevo problema sobrenatural. Pero, no solo deberán de enfrentarse a una nueva criatura sino a los temibles cazadore...
— No tenías porque molestarte y venir conmigo. Le dije a mamá que no necesito una niñera.— Ruedo los ojos divertida por los mil intentos que tiene Lydia para dejarla sola.
La madre de Lydia me mando un mensaje pidiéndome de favor que si podría acompañar a su hija al centro comercial. Acepte de inmediato cuando me dijo que Lydia a tenido episodios alucinógenos.
— No soy tu niñera. Soy una amiga algo mayor que te acompaña al centro comercial.— Comentó divertida y la abrazo por lo hombros.— Además, eres la única en Beacon Hills que le gusta hacer compras como a mi.
— No importa que seas mayor. Además, todavía no te he agradecido por cuidarme en el hospital.— Hago un ademán con mi mano restándole importancia.
— No hay que agradecer. Lo volvería hacer sin pensarlo.— Respondo mientras subimos a mi auto para llevarla a casa.
Subimos a mi auto y manejo tranquila hacia casa de Lydia. Al llegar la acompañó hacia la puerta y se despide agradeciéndome por acompañarla. Suspiro y me encamino regreso a mi auto pero, me detengo al sentir como mis ojos se iluminan por la presencia de un ser sobrenatural. Se que Lydia no podría ser porque en ningún momento sentí tal cosa.
Sigo caminado hacía mi auto tratando de ignorar el sentimiento pero, me detengo al ver una especie de cola debajo de mi auto. Frunzo mi entrecejo y trato de acercarme para ver con claridad pero, abro mis ojos como plato al ver unos ojos brillantes.
Salgo corriendo sin mirar atrás y escuchó una especie de rugido. Me escondo detrás de una casa para poder sacar mi celular de mi abrigo y marcar a la única persona que estaría disponible las 24 horas.
— Hola Lizzy.— Responde alegre la persona del otro lado del teléfono.
— ¡Jordan!. Necesito tu ayuda.— Hablo rápidamente y escucho como enciende su auto.
— ¿En donde estas?.— Pregunta preocupado y estoy apunto de contestar cuando escucho un rugido arriba de mi.— ¿Que fue eso, Elizabeth?.
Alzó mi vista hacia arriba y veo a la criatura arriba de la casa observándome con esos ojos brillantes.— Estoy cerca de la casa de Lydia Martin.
— Llegoenseguida.— Cuelgo y hago brillar mis ojos para atacar a la criatura.
— Acércate, vamos.— La criatura baja de un solo salto y ruge.— A mi nadie me gruñe a excepción de mi hermano.
Atacó a la criatura con mi magia haciendo que retroceda. Sube nuevamente hacia en techo de la casa. Trato de enfocar mi vista ya que la obscuridad de la noche hace muy difícil el trabajo cuando de un descuido soy lanzada hacia una pared y golpeándome fuerte en la cabeza. Me levanto a torpemente dispuesta atacar a la criatura cuando un grito me desconcentra y siento como me cortan la nuca.
— ¡Lizzy!.— Escuchó el grito de Jordan, tocó con mi mano la zona y antes de ver mi mano caigo al suelo desconcertada.
¿Han vivido la parálisis del sueño?,bueno eso es el lo que estoy viviendo en estos momentos. Veo cómo la criatura se acerca lentamente hacia mi e intento moverme pero, no puedo. Abro mis ojos asustada al ver más de cerca a la criatura.
— ¡No se mueva!.— Escuchó la advertencia de Jordan hacia la criatura y está ruge enojada huyendo de los disparos para salir del callejón que divide las casas.
— Jordan.— Al parecer si puedo hablar. Hablo y veo de reojo como se acerca.
— ¿Estás bien?.— Pregunta preocupado.— ¿Que era esa cosa?.
— No lo sé pero, me dejo paralizada.— Abre sus ojos alarmado y asustado.— No puedo moverme.
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