Capítulo 9.

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Cuando sintio que su corazón dolía demasiado al punto de querer cortar la llamada por que sentía que en cualquier momento su dolor lo traicionaraía Uzui entro al salón de artes.

-Oh lamento ese inconveniente Agatsuma. Apagaré mi celular para no tener interrupcione-

Mientras el guardaba su celular en la bolsa de su pantalón Zenitzu haciendo un enorme esfuerzo trago sus lágrimas para mirar a los ojos a Uzui.

-¿He?! ¿Ya te vas Agatsuma?- Pregunto sorprendido.

Y es que su sorpresa fue por que Agatsuma pasaba gran tiempo en el salón de artes.

- Si, lamento no acompañarlo tengo algunos planes con amigos. Supongo que está vez se quedará solo Uzui- San.

Con una sonrisa nerviosa rascaba su cabeza, en la más mínima oportunidad cerraba sus ojos para no mirar a Uzui.

- Ya...ya veo- Susurró.

Y auque no tenia derecho no pudo evitar preguntar.

-¿Puedo hacer una pregunta?

-¡Claro!

-¿A donde irás? Se que no me debe importar pero...tu abuelo se preocupará!

En busca de cualquier excusa Uzui le preguntó a Zenitzu.

-Oh, es verdad no le he avisado al abuelo... No se preocupe Uzui- San yo llamaré a mi hermano mayor ¡Nos veremos después!

-¡Espera Zenitzu!

-¿Si?

-Toma esto.

Cuando Zenitzu se detuvo Uzui le arrojó un pequeño objeto que por suerte Zenitzu logro atrapar.

-Tomalo, es tuyo.

Cuando Zenitzu lo miro sorprendido dirigio su mirada a la palma de su mano. Un pequeño y gracioso llavero en forma de un ratón con muchos músculos fue lo que le arrojó Uzui.

-¡¿Qué es esto?! ¿De verdad puedo tener su llavero tan preciado Uzui- San?!- Pregunto emocionado.

- Si, ahora tu tarea será cuidar de él como yo lo hacia- Con una sonrisa le respondió.

-¡Mu...muchas gracias Uzui- San!

Y con una última sonrisa se despidió Zenitzu. Cuando Zenitzu le regaló esa sonrisa un sentimiento de tristeza invadió el corazón de Uzui.

-¿Por que...? ¿Por que pienso que jamás volverás? Es como si una sensación de tristeza me invadiera y no se cuál es la razón.

Después de subir y bajar escaleras Zenitzu por fin pudo llegar a la salida donde extrañamente no se encontraban Inosuke y Tanjiro esperando como siempre, en su lugar estaban los dos chicos con los que se topó de alguna manera eso lo hizo sentir solo.

-¡Oh estas aquí Zenitzu!- Le saludó con la mano Jin- Yeong.

-¡Estábamos esperando, vamos el equipo no espera!- Le respondió con amabilidad Jaeu.

-¡Oh siento llegar tarde! ¿Esta bien que alguien ajeno al equipo vaya?

- Vamos, ya les avisamos y dijeron que no hay problema.

-¿Incluso si se trata de Zenitzu?

-A nuestro equipo no le importa que pesado o antedecentes tengas lo que nos importa es que no pierdan su confíanza en nosotros- Con una sonrisa lo abrazo por los hombros Jaeu.

- Vamos, se hace tarde.

De esa forma los 3 chicos partieron a donde sería el lugar de encuentro. Mientras caminaban hablaban de esto y aquello incluso Zenitzu se sentia comodo como ellos, disfrutaba de su conversación aunque extrañaba a sus dos inseparables amigos.

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