Capítulo 17

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            Fuegos artificiales...

Las sonrisas de ambos fue la mayor atracción de esa tarde, los juegos a los cual se divertían juntos quedaron atrás siendo sustuidos por la alegría de ambos. 

-¡¡Kya!!

-Jajajajajajaja calmate, Zenitzu.  No es nada del otro mundo.

-¡¡Cállate, cállate! ¡Ahhh!

La fuerte brisa del viento tocar sus rostros aceleraba la adrenalina que existía en el corazon de Uzui, la fuerte risa de Uzui eran la prueba de lo mucho que disfrutaba de subirse a la montaña rusa.

-¡Jajajajajajaja, tomatelo con calma Zenitzu! Abre los ojos, respira profundo y verás un nuevo mundo frente a tus ojos.

-¡No! ¡Jamas los abriré! Debe estar muy alto!

-¡Ah!

Los gritos de los otros pasajeros intensificaban el miedo en Zenitzu, aferrandosé con todas sus fuerzas al metal que tenía frente a él y estar seguró que nada malo le pasaría mientras no se soltara, abrió sus ojos poco a poco, con lentitud para dar paso a una nueva experiencia, una donde Uzui le prometió ser asombrosa.

Papá, estés donde estés por favor, protegeme....

Y con un último deseo en su mente sus ojos se abrieron con libertad abriendole las puertas a una nueva experiencia, una que él se negaba a aceptar por temor e inseguridades.   Dos pequeños cristales se iluminaron cuando sus párpados dejaron de tocarse, una sonrisa que el desconocía se asomó a su rostro, sus labios extendiendose entablaron una sonrisa, la sonrisa más sincera que hasta ese momento el conocía.

-.....¡Wow!

La alegría que hasta ese momento por fin Zenitzu se decidió a aceptar se plantó en su rostro y en su mirada, sus ojos después de tanto por fin recuperaban su brillo, su fino y elegante cabello jugaba con la fuerte brisa , los rayos del sol iluminaban su silueta. Una imagen que quedaría grabada en las memorias de Uzui, aún incluso si esa fuese la última que tuviera de él.

Aquel viaje que deseo no terminará jamas, aquella atracción donde fue plantado el momento más íntimo que él había pasado con Zenitzu termino como un libro que jamas deseas que acabe, que quieres leerlo una y otra vez, sin prisas ni presiones.

-¡¡Eso sí que fue asombroso!

- Mira quien habla, el que estaba aterrado de subirse.

-Calla, hace tiempo que no me sentía así. ¿Y si nos subimos otra vez?!

La ternura que Uzui sentia al verlo tan ilusionado se escapaba mediante una sonrisa.

-Vamos, ¿Piensas que las entradas son gratis?

-Lo se, lo sé pero es que de verdad eso fue asombroso.

-Después que pensé que no eras más que un niño mimado y miedoso reconozco que me equivoque.

-¿Tenias esa opinión de mi? No se si debo alegrarme de esa confesión.

-Tomalo como mejor te convenga. De cualquier manera, tengo que cumplir mi promesa ¿No?

-¡¡Exacto!! Esta será mi venganza.

-Vamos no seas tan malo. Al final te divertiste así que eso no cuenta.

- Da igual, me subí contigo a la montaña rusa a si que, tienes que acompañarme.

-Agh supongo que no tengo elección.

Deslizando sus dedos sobre los delgados mechones que caían sobre su rostro, sonrio con un poco de culpa. Antes que le abriera paso a pensamientos negativos, a los sentimientos que llevaba arrastrando en su presente, la muñeca de Zenitzu tomaba la mano de Uzui.

Amor En La Escuela Kimetsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora