Capítulo 19

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Esa mañana parecia hacerse eterna, las manecillas del reloj por primera vez parecían ir lentas, sin prisa, sólo seguian su propio ritmo. Había logrado su objetivo, Uzui no se habia aparecido en toda esa mañana, tampoco lo había llamado al salón de artes y eso, le inquietaba.

-.....Vamos, esto es lo que queríamos... No debería temer que Uzui- San no me haya llamado...

-¿Es usted, Zenitzu?.....

La tonalidad de su voz sonaba tan ligera y delicada que inmediatamente se dio cuenta que era una chica. No se emocionó, no hizo un escándalo como acostumbraba, esa mañana no tenía ganas de hacerlo.

-Hola, ¿Necesitas algo?.....

Su sonrisa no desapareció, dando la media vuelta recibio a la joven con la sonrisa que no se creyó capaz de mostrar esa mañana. Sus ojos habían perdido ese brillo que los carectirazaba, la débil sonrisa que su corazón regalaba resultaba tan valiosa como nunca se imagino sentir.

- Yo....yo....

-¿Estas bien...? Siento haberte visto antes, ¿Nos hemos visto antes?

Ella sonrio timidamente, su corazón se decilusionó en el momento en que sus oídos escucharon esa pregunta. No tenía noción de quieran era ella, ella absurdamente sentia cariño por alguien que no la recordaba.

-¡Lo siento mucho creo que me equivoqué!

-¿¡He?! Oye espera!

-¡Lo siento!

Un segundo más y el vería sus lágrimas y eso, no lo permitiría tomando las fuerzas suficientes, sus piernas corrieron lo más rápido que podían abandonando al joven que, incrédulo la llamaba.

-Ahhh...- Suspiro- ¿Qué querrá decirme esa chica? Seguro quiere agredecerme por haberla protegido de esos matones. No tengo cabeza para pensar en algo más...

Los pasillos solitarios de las aulas desprendían el silencio que vivía en ellos, sus pasos sonaban con claridad el tacón de sus zapatos, su mirada baja le impidió ver lo que el destino tenía preparado.

-Soy un miedoso...,no me atrevo a enfrentar a Uzui- San...- En un suave murmuro Zenitzu pensaba.

De pronto su mirada fue robada sin permiso, su corazón no se alteró. Los latidos tan fuertes se detuvieron en ese instante, el aire que escapaba por sus pulmones fue dificil de retener, su saliva pareció asfixiarce en el momento en que fue retenida, sus labios tartamudos se quedarón en silencio.

-U..uzui- San....

Las imagen de aquella noche, el recuerdo que fue marcado en sus labios liberó los sentimientos que esa mañana reprimió, el sonido de fuegos artificiales explotar sobre el cielo se repetía una y otra vez en su cabeza. Sus miradas se encontraron sin preámbulos, no sabía que clase de sentimientos se pudieran estar reflejando en sus ojos, más si lo sabía en la mirada de Uzui.

Transcurrieron largos segundos para que uno de los dos se decidiera, harto de esperar, harto de sus estúpidos miedos , harto de inseguridades Zenitzu se decidió; recogiendo las fuerzas necesarias sus labios se abrieron.

-¡U..uzui- San...!

No hubo espacio para una respuesta, no existió oportunidad para una. Uzui siguio su camino, su alta estatura pasaba a su lado sin detenerse; las cosas ya no eran iguales, los días donde ambos hablaban habían llegado a su fin y aquella noche, marcaría el punto final.

En un segundo su corazón se volvió un cascarón vacío, en un segundo no sintio absolutamente nada por la gran sorpresa de la cuál era cautivó.

-.....¿Uzui- ....Sa...?

Amor En La Escuela Kimetsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora