Capítulo 16

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Las semanas seguian su ritmo sin diferencia alguna, los rumores no se habían detenido ni propagado más. Un ligero alivio pudo tomar Zenitzu, aún incluso si no habían desaparecido no habían empeorado.

-¡Hey, Zenitzu!

Ante su llamado los ojos de Zenitzu giraron a la voz a sus espaldas. Con una tranquila y ligera sonrisa le respondió.

-Hola Tanjiro.

-Ahh...-suspira - Gracias al cielo que te encontré. Caminas muy rápido!

-Jajajajajaja no bromees con eso, camino como normalmente lo hago.

-Zenitzu ¿Vas de camino a casa?

-Si, bueno....antes de eso tengo una cita con Boseong así que me desviaré un poco. Pero....¿Necesitabas algo Tanjiro?

-Bueno....Netzuko y yo últimamente estamos muy saturados con el negocio creo que no nos vendría mal un poco de ayuda extra.

-Claro Tanjiro, no te preocupes por eso estaré ahí en punto de las cinco ¿Está bien?

- No Zenitzu, no quiero que canceles tus compromiso por nuestra culpa. Puedo llamar  a Ino..

-Jajajajajaja ¿Acaso olvidas como dejo tu panadería la última vez que cocino?

Sin querer indagar más Tanjiro suspiro con cansancio, era verdad. Llamar a Inosuke era una pésima idea, de ser así él número que tendría que llamar sería al 911.

-Ahhh...¿Por qué es tan difícil conseguir un buen panadero?

Observar las expresiones de su amigo, distinguir cada una de ellas, escuchar el latido de cada una lo hizo perderse en sus pensamientos.  A diferencia de sus dos grandes amigos, él ya no podría llevar una vida normal desde el accidente, las cosas cambiaron drásticamente desde esa noche, aún cuando las primaveras llegaban, los invierno también lo hacían  el no podía acostumbrarse del todo a esa vida.

¿Padre por que no puedo llevar una vida como la de cualquier otro? Duele vivir así, ¿Acaso mi vida está condenada a los medicamentos?

-¡Zenitzu!

-¡!

La voz de Tanjiro lo despertó de aquella ola de pensamientos de la cuál parecía no encontrar respiro en ella.

-Lo siento ¿Hablaste?

-¿Te sientes bien?

- No es nada, solo teng..

La llamada de Boseong lo interrumpio y sin responder guardó el teléfono en su bolso.

-Lo siento Tanjiro, me tengo que ir. Boseong me debe estar esperando.

- Esta bien....

El olor que percibió en Zenitzu inquieto a Tanjiro, era como si en un solo olor se mezclará el dolor y el miedo de su corazón, sin poder hacer algo observó a la lejanía la silueta de Zenitzu perderse entre las personas.

Kamisama por favor, escucha mi deseo.

En otra parte.

Las personas reían, los juegos bajaban una y otra vez sin detenerse. La rueda de la fortuna había descendido incontables veces al igual que las manecillas del reloj. Sentado sobre aquella banca esperaba impaciente a Bosoeng, las familias que pasaban parecían reír y pasarla bien algo que, lamentablemente no tuvo la oportunidad de experimentar.

Amor En La Escuela Kimetsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora