Capítulo 3

206 37 0
                                    


Le tomó toda una hora al tigre para volver y cuando lo hizo, no volvió solo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le tomó toda una hora al tigre para volver y cuando lo hizo, no volvió solo. JungKook miró con cautela al hombre que le acompañaba, olfateando con disimulo el aire.

Resulta, que al igual que el tigre, este era un omega, eso le relajó, pero no demasiado, pues también era un depredador.

—¿Qué te llevó tanto tiempo? —JungKook escupió antes de que pudiera morderse la lengua.

El desconocido frunció el ceño en su dirección y se giró a mirar al tigre con inconformidad.

—Eres afortunado de que te ayude —el tigre respondió—. Deberías ser más agradecido.

—Oh, disculpe usted noble señor —JungKook bufó irónico.

El tigre gruñó. —Estoy a punto de girar e irme.

—Puedes hacerlo, solo diré, si él muere, los hundiré —JungKook señaló a un quejumbroso JiMin a su lado.

—¿No eres muy altanero para ser solo un conejo? —El desconocido intervino—. ¿Sabes dónde estás? ¿A quién le estas hablando de esa forma? ¿Ni siquiera consideras el hecho de que literalmente podríamos comerte de un mordisco?

—Una amenaza de muerte, interesante. —JungKook empujó la lengua contra su mejilla—. Otra cosa que agregar a mi posible lista de demandas, esa que pienso efectuar si no nos liberan en los próximos diez minutos a menos que alguien venga aquí, ¡y me lea mis putos cargos! —JungKook gritó, perdiendo la paciencia.

—¿Sabes qué? Vete a la mierda, mira tu como te la ingenias para tratar a tu moribundo noviecito —el desconocido dijo, dejando una caja en las manos del tigre para dar media vuelta e irse.

—¿Perdiste la cabeza? ¿Sabes a quién acabas de gritarle?

—No y poco me interesa.

—Era la luna de esta manada. —TaeHyung viro los ojos—. Pobre de ti si el alfa se entera de tu falta de respeto, porque se encargará de hacerte la vida imposible.

—Como dije, pobre de ustedes si no estoy fuera de aquí en los próximos diez minutos —Kook gruñó.

El tigre se le quedó mirando como si comprobara su cordura, pero a JungKook no podía importarle menos. JiMin a su lado soltó un quejido y JungKook se giró para mirarle, preocupado de que su estado siguiera empeorando.

Jeon apenas miró en dirección al omega cuando este abrió la puerta, poco después este estuvo agachado a su lado, dejando la caja en el suelo y abriéndola para sacar el material de primeros auxilios. Cuando el tigre estiró una mano para tocar a JiMin, JungKook la sostuvo, no agradándole el hecho.

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de ambos ante el toque, pero ninguno comentó nada.

—Solo intentaba moverlo para ver sus heridas y poder tratarlas —el tigre dijo.

El alpha de un depredador-KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora