Capítulo 2

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JungKook miró a un dormido JiMin en forma de conejo en su jaula

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JungKook miró a un dormido JiMin en forma de conejo en su jaula. A ellos nunca les gustó aquello, pero era mejor así por precaución.

JungKook había pedido a su hermano cambiar para que acelerara el proceso de sanación; JiMin no había querido, pero después de mucha insistencia terminó accediendo.

Después de salir apurados de Busan, no sin antes hacer una parada imprevista para poner al tanto al señor Park, habían estado viajando sin un punto en específico.

Justo en ese momento debían encontrarse en algún punto al este de Daegu. JungKook había pensado en ir a Seúl como tenía planeado, pero luego analizó que sería mejor perderse por un tiempo.

Parando al lado de la carretera, en un pequeño camino que guiaba al bosque, JungKook apagó su camioneta y se dispuso a despertar a JiMin para que comiera. Este había estado durmiendo por doce horas ya y estaba comenzando a preocuparse.

Abriendo la jaula, sacó al pequeño conejito y lo puso en sus piernas. Acarició el suave pelaje de su cabecita y lomo. Donde él era todo negro, JiMin era de un lindo café claro. Era el tipo de conejos que veías y querías tenerlo en tus brazos para apapacharlo. Derrochaba ternura por cara poro y cuando te veía con sus grandes y lindos ojos, no podías evitar derretirte ante él.

—Minnie, es hora de despertar —JungKook llamó.

JiMin movió su naricita y abrió sus ojos, perezoso. JungKook frunció el ceño aún más preocupado, este se veía bastante cansado aún.

—¿Estás bien? ¿Puedes cambiar? —JiMin no hizo ningún movimiento por varios segundos, luego movió la cabeza negativamente—. Eso no es está bien, JiMin, ¿tienes fiebre? ¿Tus heridas se habrán infectado?

JiMin asintió, pero luego negó. JungKook sabía que eso significaba que no estaba seguro, por lo que le movió aún con cuidado para apartar el pelo de su costado. Por el mal aspecto en de las heridas, definitivamente se habían infectado.

—Se infectaron, Minnie. Deberíamos ir a un hospital a que te las traten. —JiMin negó con la cabeza, parándose en sus patas traseras con dificultad y poniendo una de las delanteras en su abdomen—. ¿Yo? ¿Quieres que las trate yo? —JiMin asintió.

JungKook suspiró, en sí podía hacerlo, pues hacia tiempo que JiMin le había enseñado lo básico, pero lo más prudente sería llevarle al hospital.

—JiMin, es mejor que vayamos a un hospital donde puedan prestarte ayuda profesional. —El mayor volvió a negar con la cabeza, intentando bajar de su regazo; quizás enojado por sus negativas—. Espera, quédate quieto, apenas y puedes mantenerte en pie.

JiMin luchó contra él, aunque debido a su estado, no pudo hacer mucho.

—Está bien, tranquilízate. No iremos a ningún hospital —le dijo y solo entonces JiMin se quedó inmóvil.

El alpha de un depredador-KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora