Jeon JungKook es un alfa cambiaformas conejo que vive en un pueblo al sur de Busan, Corea del sur. Este junto a su hermano JiMin, pertenecen a la manada de Dong SeoHyuk, un alfa avaricioso al que lo único que le interesa es cómo le puedes engrosar l...
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TaeHyung bostezó, abriendo los ojos poco a poco para que la luz no le resultara tan molesta. Sonriendo ante las suaves caricias que eran dadas a su bajo vientre y luego se encogió soltando una pequeña risa ante los húmedos labios que se pegaron a su nuca.
—JungKook —quejó, aunque en realidad no le molestaba en serio.
—¿Qué pasa? Anoche no te quejaba de mis besos —el cambia formas conejo contestó.
—Idiota. —TaeHyung le pellizcó el brazo, apenas sacándole un quejido. Luego se giró para poder encararle—. Buenos días, ¿desde hace cuanto despertaste? —Se inclinó para dejar un beso en su barbilla.
—Hace unos minutos —contestó, llevando una mano tras la nuca del Omega para atraerlo hacia sí mismo y dejar un suave beso en sus labios—. Buenos días para ti también.
TaeHyung rio y se acurrucó en su pecho, subiendo una pierna por encima de él, JungKook le dejó ser.
—Me siento muy perezoso, no me quiero levantar aún.
—No tienes por qué hacerlo —JungKook contestó, comenzando a acariciar la pierna en su cadera.
—Pero tengo que, le prometí a JiMin que pasearíamos un poco por el bosque para que pudiera cambiar —murmuró—. Que por cierto, ¿crees qué ya se levantó?
—Lo dudo, es domingo y JiMin siempre duerme hasta tarde los domingos.
—Entonces podemos quedarnos aquí sin culpa.
—Claro. —JungKook dejó de acariciar su pierna para proceder a hacerlo en su espalda baja—. ¿Cómo estás? ¿Te duele algo?
—J-JungKook —TaeHyung refunfuñó, bufando cuando sintió que comenzaba a sonrojarse—. Estoy bien, sólo siento una leve molestia, nada fuera de lo normal.
—¿Seguro? Porque sé que puedo ser un poco...
—¿Intenso? —TaeHyung terminó y JungKook murmuró una afirmación. Levantó la cabeza para poder mirarle a la cara—. Pues estoy perfectamente bien, aunque sí algo sorprendido, quiero decir, todo el mundo sabe que los conejos son... o sea, por algo está ese dicho, pero no creí que los cambiaformas también poseían ese... vigor.
—TaeHyung.
—Pero como ya te dije, estoy bien, magníficamente bien. Me encantó todo lo que hicimos anoche, fue fantástico, eres fantástico y...
—Ok, ya está —JungKook le calló y el omega arqueó las cejas al ver el ligero sonrojo en su rostro.
—¿Estás avergonzado? —Rio un poco incrédulo.
—No, es solo, uh, estás siendo un poco adulador y...
—No, espera. —Esta vez fue el turno de TaeHyung de callarle—. No estoy siendo adulador, solo estoy diciendo la verdad, es lo que pienso sinceramente, no estoy exagerando nada. Y en realidad, yo no soy de los que va por ahí diciendo éste tipo de cosas, así que... —Se encogió de hombros.
