Capítulo 24

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—Haz esto fácil para nosotros, JeongWa

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—Haz esto fácil para nosotros, JeongWa. —HoSeok volteó la silla frente a este y se sentó a horcajadas en ella, apoyando sus brazos en el espaldar—. No sigas alargando más las cosas, después de todo eres tú quien está saliendo perjudicado.

El chico mantuvo su boca cerrada, dándole la misma mirada furibunda que le había estado dedicando desde que le atrapó la noche anterior.

—¿Debería recordarte que dada la situación en la que te apresamos, estamos en nuestro derecho de tomar ciertas medidas menos... humanitarias?

—Y entonces sería a otros a los que le iría mal —el chico bufó, hablando por primera vez desde que fue trasladado a aquel lugar.

—Pero si aún puedes hablar, esas son grandes noticias. —HoSeok fingió alegrarse y JeongWa pareció ofuscarse aún más—. Entonces, ¿me dirás desde cuando trabajas con el enemigo?

—Qué te importa.

—Hum, tal vez deberíamos traer a JeongHan y sentarlo junto a ti. Estoy casi seguro que eso haría las cosas más fáciles.

HoSeok no se perdió la ligera contracción en el rostro del chico cuando mencionó el nombre de su hermano mayor, más no podía asegurar a qué se debía

—JeongWa, sinceramente tengo que hacer muchas cosas y no puedo seguir perdiendo el tiempo aquí contigo.

—Siempre eres libre de irte.

—Muy gracioso —HoSeok contestó inexpresivo, estaba realmente cansado y harto de intentar sacar algún tipo de información del chico, sin lograr obtener algo más que silencio de su parte—. Escucha Yoon, por última vez, responde por las buenas o comenzaré a utilizar los métodos menos agradables.

—No soy estúpido Jung, no pueden hacer eso, si el consejo llegara a enterarse de que han torturado a alguien, estarían de mierda hasta el cuello.

—Tú lo has dicho, JeongWa. Si el consejo se entera. —HoSeok sonrió, poniéndose de pie para acercarse hasta uno de los casilleros en el lugar.

Yoon frunció el ceño, removiéndose ante la amenaza implícita de muerte, una ligera ansiedad comenzando a filtrarse en su cuerpo cuando vislumbró los artefactos que Jung comenzó a sacar. Le vio revisarlos y depositarlos uno a uno sobre una mesita que arrastró hasta su lado. Una vez pareció darse por satisfecho, cerró los casilleros y arrastró la mesa hasta que estuvo parado a varios pasos de él.

—Última oportunidad, JeongWa —HoSeok dijo, abriendo un paquete con una jeringa y preparándola, para luego tomar un botecito que había en la mesita—. Comienza a decir todo lo que sabes del grupo de rebeldes o comenzaré a incitarte a ello.

—¿Qué infiernos es eso? —Yoon miró el líquido ligeramente amarillento que Jung extrajo del botecito con la jeringa.

—Digamos que esto ayudara a que te quedes juicioso y quietecito mientras trabajo en ti. —HoSeok comprobó que el líquido salía sin problemas de la jeringa antes de dar dos pasos más cerca del chico—. Oh, pero no te preocupes, no afectará a tu sistema nervioso demasiado, después de todo, el punto no es que no puedas sentir nada.

El alpha de un depredador-KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora