Gun

909 96 1
                                    

Me encontraba sentada en las piernas del hombre más intimidante, que había conocido en mi vida, el cual se había convertido en mi pareja hace unos meses.

Estábamos en una reunión con algunos de sus subordinados en Japón, yo me encontraba aburrida mientras jugaba con una de sus manos, separando sus dedos o entrlazandolos con los míos, él se encontraba con su típica mirada seria, hablando con los hombres que teníamos frente a nosotros.

—Gun, estoy aburrida.—alargue la "a" con un tono infantil, interrumpiendo a unos de los hombres que hablaban.

Él me miró, suavizando el rostro, eso era algo que adoraba, era bastante evidente el cambio en sus facciones cada que me miraba.

—Tranquila, pequeña, ya falta poco para que se acabe la reunión, espera un poco más.—me apretó el muslo por debajo de la mesa de una manera cariñosa, yo solo le sonreí, para volver a concentrarme en su mano.

—Jefe, ¿No quiere que le enseñe modales a su puta?—yo ignore al hombre que hablo, pero sentí como Gun se tenso de manera significativa debajo de mi, levante la mirada preocupada, por la integridad del imbécil que había dicho eso.

—Repite lo que dijiste.—el tono que utilizo sonó muy calmado, pero yo me preocupe el triple al sentir como me tomaba de la cintura, y me levantaba de su regazo, para acontinuacion levantarse del sofá en que el que se encontraba sentado, se dio la vuelta aún teniendo me de la cintura, y me dejo en el sofá, se inclino y me dio un pequeño beso en los labios para luego, voltearse a ver al hombre que había dicho aquello.

El tipo con el rostro lleno de pavor, hablo.—Que si quiere que le enseñe modales a su...— no termino de hablar cuando ya se encontraba estampado contra una pared haciendo que el hombre quedara inconsciente y seguramente con secuelas de por vida.

Gun miro a los demás en la sala de manera intimidante, para luego hablar.—¿Alguien más que quiera compartir, su inútil opinión sobre mi mujer?—al ver que todos bajaron la cabeza intimidados, volvió a hablar.—Ya que veo que nadie quiere decir nada, se pueden largar.—todos se levantaron enseguida de sus asientos.— Y lleven se su mierda.

Dos de ellos levantaron al tipo inconsciente del suelo llevándolo con ellos, al cabo de unos segundos ya todos habían salido de la habitación.

—Ven aquí, pequeña.—abrió sus brazos un mi dirección y yo con una sonrisa me levante del sofá para correr a sus brazos, pegue un pequeño brinco cuando estuve frente a él, e inmediatamente me cargo haciendo que yo enrollara mis piernas en su cintura.—Dime que quieres hacer, ahora.

Le di una pequeña sonrisa inocente.—Quiero tomar una ducha, ¿me acompañas?

Él solo me miro con una sonrisa, para luego besarme.

[Lookism]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora