Sinu

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—Oppa, ¿qué haces aquí?—hable entrando a la tienda, encontrándome con un Sinu dándome la espalda, el cual al escuchar mi voz se volteó en mi dirección rápidamente.

—Estrellita, ya llegaste.—se acercó a zancadas hasta abrazarme, y se me hizo muy rara la situación, Sinu no era nada amoroso conmigo desde que teníamos ocho años. Sentí como se tambaleó un poco y me pego un fuerte olor a alcohol.

—Oh, estuviste bebiendo.—lo aleje del abrazo, para tomarlo por las mejillas.

—Solo un poquito.—contesto con una sonrisa tonta, mientras hacia una seña con sus dedos de lo poco que había bebido.

Ya decía yo que estaba muy cariñoso, el no era así conmigo desde que eramos pequeños.

—Ya veo.—solté sus mejillas, para luego tomar su muñeca y guiarlo hasta uno de los sofás que tenia en mi tienda.—Siéntate.—le indique con un dedo, y él me obedecio de inmediato.—Creo que deberías dormir un poco, Oppa.

Me gire para irme, hacia la habitación que tenia en el segundo piso de la tienda.—Espera.—sentí, como tomó mi mano muy suavemente.—Quédate conmigo, Areum.—se hizo a un lado para darme puesto en el sofá. Viéndolo solté un suspiro y me senté a su lado.

Él en ningún momento había soltado mi mano.

Yo mantenía mi mirada fija en la gran ventana que se encontraba en la tienda para que los clientes lograrán ver, las prendas de ropa en los maniquíes; pero sentía su mirada puesta en mí.

—Eres tan hermosa.—lo mire rápidamente sorprendida por sus palabras.

—Oppa...—él tomó una de mis mejillas en la mano que tenia libre y se inclino un poco en mi dirección, haciendo que nuestros rostros quedarán muy cerca, a tal punto que podía sentir su respiración.

—Me encanta cuando me llamas de esa manera.

Yo solo mire, su rostro, algo perdida en sus rasgos tan masculinos.

Sabía que esto él no lo recordaría mañana.

Y eso me entristecia.

—Estas borracho.—intente quitar su mano de mi rostro, pero eso solo hizo que me soltara de la mano, y me agarrara el rostro con sus dos manos, manteniendo un agarre firme, pero delicado.

—No has escuchado que dicen que los niños y los borrachos, siempre dicen la verdad.—me quede callada.—Areum, eres hermosa, y no te lo digo cuando estoy sobrio por que me asusta que en algún momento me tenga que alejar de ti y te quedes sola. Esperando por alguien que a lo mejor se tardaría años en volver. Tengo miedo de hacerte daño, mi estrellita.

Yo lo mire sorprendida.

—No, te enfoques solo en algo que tal vez nunca pasara, Oppa.—una lagrima callo por mi mejilla.—Solo disfrutemos de los momentos que estamos juntos, por que tal vez si, llegará a pasar eso, no tendríamos  arrepentimientos, además así, podemos tener recuerdos del otro cuando estemos mal.

Él me miró con una sonrisa—Te besaría en este momento, pero prefiero hacerlo mañana, cuando este sobrio.

Con esas palabras se acercó, y me dio un pequeño beso en la frente.

Y Sinu, tenia razón, nos separaron, por un largo tiempo, pero puedo decir que no nos arrepentimos de nada, por que teníamos buenos recuerdos del otro.

E íbamos a crear más, juntos.

[Lookism]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora