Daniel

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Estaba asustada, veía como Daniel, peleaba con todos los chicos en ese pequeño espacio, después de que atravesara la pared como un mounstruo, tenia los ojos negros, y votaba un tipo de vapor de la boca.

Se veía caliente.

Digo, peligroso y caliente.

Pero más, peligroso, a quien engaño, se veía muy guapo.

—¡Haneul, apartate!—escuche el grito asustado de Jake, pero ya era tarde, tenia, a un descontrolado Daniel parado en frente de mi, mirándome fijamente.

Sorprendiendo a todos en el lugar, y para ser sincera a mi tambien, vimos como levanto la mano, y por inercia cerré los ojos esperando el golpe, el cual nunca llegó.

Luego de unos segundos, levante la mirada encontrándome, a Daniel con su mano en mi mejilla, dándome una pequeña caricia.

Escuche un pequeño susurro.—Imposible.

No supe quien dije eso, pero estaba completamente de acuerdo con él.

Vi, en cámara lenta como, Daniel se agachaba y daba un pequeño beso en mi cabeza, para luego tomarme en sus brazos, y bajo la mirada sorprendida de todos, me saco por la pared que el mismo había roto, dejándome en el suelo, y yendo a pelear nuevamente.

Yo solo me quede sorprendida en ese lugar.

Hasta que acabo la pelea.

[...]

—Entonces, me estas diciendo que Daniel, en su inconsciencia, no solo, no golpeó a Haneul, sino que la sacó del lugar donde estaban peleando para que no le pasara nada, ¿cierto?

Él jefe de Asunto Importante, asintió.—Te lo estoy diciendo, viejo, ese día todos quedamos sorprendidos.

—Wow.—el hombre que se encontraba frente a él, se mostraba muy sorprendido.

—Sinu, ¿que sucede?—pregunto el chico al verlo perdido en sus pensamientos.

—Que ese chico a de amar mucho a nuestra querida, Haneul.

[...]

—¿Segura que no te hice nada?—me pregunto Daniel por décima vez en el día.

Lo mire con una sonrisa, esta situación se me hacía muy tierna.—Dani, ya te dije que no, así que por favor deja de preocuparte.

—Es que no se que hubiera echo, si te hubiera pasado algo.—bajo la cabeza triste.

Yo me acerque, y lo tome por las mejillas, para que me mirará, cuando tuve sus ojos sobre los míos, le di una sonrisa.—No me paso nada, y que no me hayas echo nada en ese estado, solo demuestra que jamás me harías daño, Dani.

Él me sonrió, apenado por mis palabras, pero aún así se acercó y me planto un tierno beso en los labios.

De verdad que este chico era de otro mundo.

[Lookism]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora