Jay

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—Entonces, me pregunto, ¿por que, Daniel y yo somos los únicos que te entendemos?—lo señale, entrecerrando los ojos.

—...—lo mire fijamente asintiendo a sus palabras no pronunciadas.

—Tienes razón, es que los demás no toman el tiempo de intentar entenderte.

Él solo me miro, y yo solté un pequeño suspiro, como me gustaría escuchar su voz, o poder ver sus ojos.

No tenía idea de por qué el era tan cerrado con las personas, tampoco sabía por que ocultaba sus ojos, o por que nunca hablaba.

De verdad que sólo la existencia de Jay era todo un misterio.

Uno muy interesante.

—Bueno.—me levante de un salto.—Creo que es hora de irme, seguramente mi hermano me esta esperando.—mire la hora en mi reloj, y sentí como Jay se levanto, así que entendí que me iba a acompañar a la puerta.—Bien.—lo mire.—Vamos.

Caminamos uno al lado del otro, por toda su sala de estar, la cual era muy grande.

No se si era obvio o no, pero él me gustaba mucho, desde que entré al colegio a principio de año, se me había echo muy guapo.

Después me defendió de unos chicos del salón que me molestaban. Así que me di cuenta que era amable.

Después, me di cuenta que era muy gracioso.

Y luego de un tiempo, me enamoré.

Solo por que él era, él.

—Bueno, nos vemos mañana, en la escuela, dile a Jae que mañana tenemos que hablar.—le di una sonrisa para luego despedirme con la mano, iba a girar cuando sentí como Jay me tomaba de la mano, y me acercaba a su cuerpo, alce mi cabeza para poder verlo, ya que era mucho más alto que yo. Cuando hice eso, me tomó por las mejillas y me dio un corto beso, luego me miró, y juro que pude ver un poco sus ojos, pero él rápidamente me volvió a besar.

Y vaya que besaba bien, y lo puedo confirmar de primera mano, por que esa no fue la última que Jay Hong me beso.

[Lookism]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora