Johan

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—¡Hola chicos, y bienvenidos una vez más a ULA! Hoy se encuentra conmigo un invitado especial.—le hablo de manera carismática al teléfono que tenía en la mano, mientras que con la otra agarro la pequeña cabeza del perro que me acompaña, acercandola a mi rostro, y que de esa manera los dos nos viéramos en el video, haciéndonos ver muy graciosos.—Saluda, edén.

El perro en respuesta, me lame la cara haciendo que las personas del chat exploten.

####: ¿Ese no es el perro, de Johan seong?

####:Yo quisiera ser ese perro ahora, lol.

####:Se ven muy tiernos.

####: ¡Amira! ¿Quién es el chico del fondo?

####:Dios, yo quiero que me miren de esa manera.

####: Yo igual :(

Al ver los comentarios, mire detrás de mi encontrándome a Johan mirándome con una sonrisa en el rostro, como embobado.

En el momento que se dio cuenta que lo estaba mirando, puso un rostro neutro.

Yo en cambio sonreí emocionada, por verlo, sabía que sólo hace dos horas lo había visto, pero Johan era, Johan, su simple presencia me alegraba.

Mire de nuevo a la cámara, con una sonrisa inmensa.—Chicos, perdonen, tengo que acabar la transmisión.—al ver los comentarios leí como todos decían que no me fuera.—Lo siento, chicos, les prometo que luego regresó. —levante la mano a modo de despedida y termine la transmisión.

Volteé emocionada, para ver a Johan de nuevo, el se encontraba jugando con edén, dandome la espalda así que me acerque y lo abrace por detrás haciendo que se tensara unos segundos, para luego relajarse.

—¿Como te fue?—la alegría en mi voz se sentía.—¿Te aceptaron en el empleo?

El me tomó por los brazos, haciendo que lo soltara, para luego voltearse, y enrollar mis brazos en su cuerpo nuevamente; levante la cabeza y apoye mi barbilla en su pecho para poder verlo a los ojos.

—Si, el trabajo es mio.—di unos pequeños brincos en mi sitio, el sonrió al ver mi acción y se agacho hasta dejar un pequeño beso en mi cabeza.—¿Quieres dar un paseo?

Asentí, aumentando el tamaño de mi sonrisa, ya me dolían las mejillas de tanto hacerlo, pero era inevitable, Johan hacia mi vida muy alegre.

Me tomó la mano, y con la que tenía libre, tomó la correa de edén, para luego salir los tres del departamento.

[Lookism]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora